Conducir y potenciar

Líderes positivos: 7 condiciones que destacan a un líder

La pasión y el entusiasmo no lo es todo. Es importante que un líder cuente con ciertas cualidades para poder conducir un equipo y llevar al máximo nivel las habilidades de cada uno de sus integrantes.
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Líderes positivos: 7 condiciones que destacan a un líder

El valor de una motivación integral y genuina

Más allá de los números y las estrategias, existen formas de relacionarse y maneras de comunicar que tienen gran influencia en el desarrollo de una organización. De ello depende gran parte de la voluntad de un equipo por crecer, así como también de su motivación por idear creativas propuestas y afrontar nuevos desafíos. Es en este marco donde la figura de un líder se transforma en una pieza clave dentro de los tantos engranajes que componen una empresa.

Muchas veces se puede cometer el error de pensar que un líder positivo es simplemente alguien carismático que “irradia buena energía”. De forma diferente, el protagonismo de este atraviesa otros aspectos y está dedicado a asuntos como la confianza, el respeto y la transparencia dentro del trabajo. En consecuencia, observar y tener en cuenta estos valores es prioridad, ya que son los que con el tiempo mejoran la dinámica y eficiencia en cualquier grupo.

A pesar de que son múltiples las cualidades con las que debe cuenta un buen líder, existen algunas puntuales que resaltan por sobre las demás. Entre ellas se encuentra lo fundamental de saber hacer un buen uso del poder que implica el rol, sin abusar de ello y manteniendo las ideas claras. Es decir, un buen líder, a pesar de su jerarquía, no genera distancia con las otras personas que integran un equipo, sino que prioriza el crecimiento en grupo y fomenta la unión del mismo.

Cómo influye un líder en un grupo de trabajo

Cuando un líder no logra generar ese espacio de aprendizaje, confianza y acompañamiento, lamentablemente las consecuencias repercutirán sobre el rendimiento y dificultarán cualquier crecimiento. Cuidado, esto no quiere decir que cuando los números están en rojo el problema recae unidireccionalmente en un líder, pero puede ser una de las causas.

En esta línea, la química de un grupo depende mucho de la capacidad de esta figura para saber apreciar el talento y el compromiso de cada profesional. A partir de aquella identificación, tendrán la base para potenciar aquellas cualidades y brindar nuevas oportunidades de cara al futuro. Asimismo, también se debe pensar el valor de su rol con una perspectiva a largo plazo, no se pueden esperar resultados inmediatos, ya que no se trata de una fórmula exacta que garantice valores positivos.

Cualidades que un líder positivo debe tener

De la misma manera que ocurre con muchos de los roles que forman parte de una organización empresarial, el concepto de “un buen líder” ha cambiado. Conoce cuáles son las características con las que debe contar un líder positivo para estimular el progreso.

Comunicación eficaz

Dentro de una buena comunicación se encuentra la necesidad de dar lugar al intercambio. Al pedir opiniones y comentarios es posible tener conocimiento de la recepción ante cada medida. En este sentido, también otro aspecto necesario es personalizar los mensajes, ya que, cuando una información es entregada de forma generalizada, se puede perder la idea central o abrir lugar al error. En síntesis, una buena manera de comunicar motiva al equipo y permite tener horizontes claros.

Dar cuenta del conocimiento y la capacidad

Las preguntas, consultas y problemas siempre atravesarán al líder, es por eso que el mismo debe estar preparado para estos escenarios. La respuesta a estas situaciones debe estar respaldada por la experiencia y el conocimiento. Al final del día es lo que argumenta el cargo que tiene esta persona y genera confianza ante cualquier problemática que se presente, ya sea pequeña o importante.

Fomentar el trabajo en equipo  

Si un integrante cuenta con el conocimiento y la capacidad para generar crecimiento, imagina si el mismo se complementa con otros. Aún así tengan la misma formación, dentro de un equipo existen diferentes perfiles que mediante el trabajo en conjunto pueden potenciar la creatividad y generar avances aún mayores. Es por eso que un líder positivo debe promover ese intercambio e incentivar para que cada individuo alcance su estado óptimo o momento de máxima eficiencia.

Predicar con el ejemplo

Es sumamente importante tener presente que con el discurso no basta. Más allá de la claridad que puede tener un liderazgo para dirigir y establecer objetivos, es indispensable que esta figura marque el camino también con su accionar. La belleza de las palabras puede desmoronarse fácilmente cuando no se sostienen con el ejemplo. Por ello un líder siempre debe conducir desde la autenticidad y honestidad tanto en la teoría como en la práctica.

Saber cuándo delegar

Siendo el “talón de Aquiles” de muchos líderes, entender el momento indicado para trasladar una responsabilidad es una habilidad necesaria. Ante la aparición de un problema, cualquier persona que ocupa este rol lo tomará como un nuevo desafío que pone a prueba su capacidad y conocimiento. Sin embargo, luego de algunos indicadores, es preciso notar que a veces no es posible abarcar todas las tareas de un área y, por lo tanto, es mejor delegar.

Brindar reconocimiento

Dentro de las claves necesarias para que un equipo se encuentre motivado y con ganas de crecer, se ubica el reconocimiento por su trabajo. Más allá de mejorar notablemente el clima laboral, valorar y resaltar el buen desempeño funciona como un gran impulso. Incluso, puede generar que una persona dedique su tiempo fuera de horarios laborales a pensar e imaginar soluciones o nuevas ideas.

Cabe destacar que el reconocimiento no necesariamente debe estar ligado a un bono o tarjeta de regalo. Si bien esto es una vía posible, hay que comprender que el ser humano es un sujeto social, por lo que el simple reconocimiento verbal produce un sentimiento de gratitud único.

Pasión por su trabajo

Finalmente, cualquier líder positivo debe tener aquel compromiso y energía por ver a la organización o proyecto lo más alto posible. Sin este sentimiento por crecer todo lo demás quedará falto de poder. Contagiando entusiasmo y dedicación, es mucho más factible que un equipo trabaje de forma comprometida y cumpla llevando adelante un gran desempeño.