Si bien hoy se destaca con su trabajo en otro país, Laura Cristina Guzmán Hernández nació en México y fue allí donde inició su admirable y acelerado recorrido. En la actualidad, con apenas 28 años, acompaña a más de 500 jóvenes de República Dominicana en su formación tanto profesional como humana, con la visión clara de alcanzar la paz y el pleno potencial humano a través del desarrollo del liderazgo. Sin embargo, todo arrancó bastante antes.
Guzmán estudió Derecho en la Universidad Autónoma de Guadalajara, de donde se graduó con especialidad en Derecho Penal y una Maestría en Juicios Orales. Fue durante ese proceso, en 2013, que conoció AIESEC a través de un amigo, aunque no fue recién hasta algunos años más tarde que se involucró completamente.
En 2017, mientras trabajaba ejerciendo su profesión, se sintió algo estancada y aplicó para un voluntariado de la ONG que hoy lidera, por lo que viajó a Colombia para incorporarse al proyecto “Paz, Justicia e Instituciones Públicas” mediante el cual acercaban actividades deportivas y de aprendizaje a niños de barrios de sectores bajos, enseñándoles valores y brindándoles apoyo institucional.
Luego de esta experiencia, que fue para ella de mucho aprendizaje y crecimiento, regresó a México e ingresó como voluntaria de AIESEC. Durante los tres primeros años lideró el equipo de Recursos Humanos, fue nombrada Directora local de Relaciones Públicas y luego Directora local de Voluntariados Salientes. Tras su gestión, se desempeñó en el equipo de soporte nacional en Relaciones Públicas y Voluntariados Salientes en AIESEC en México, y como equipo de soporte Nacional para Voluntariados Salientes de AIESEC en República Dominicana.
Finalmente, este último puesto le permitió convertirse en Directora Nacional de Marketing e Intercambios Salientes del período 2020/21 y, desde 2021, en la Directora Nacional de la entidad en dicho país, puesto que desempeña en la actualidad.
Cuando Guzmán habla de AIESEC quedan más que claras sus convicciones: “Nosotros creemos que los jóvenes son la clave para un mejor futuro y que podemos desarrollar liderazgo en quien sea y donde sea”, asegura firmemente. Justamente ante esta certeza la organización crea en conjunto con sus alianzas, entre las que se encuentran Universidades y empresas, una red de oportunidades para que los jóvenes puedan tener experiencias prácticas en ambientes retadores.
Concretamente, AIESEC es una ONG internacional cuyo objetivo es alcanzar la paz y el pleno desarrollo del potencial humano a través del liderazgo bajo los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU y, tal como explica Guzmán, “actualmente tenemos cerca de 50 miembros activos en República Dominicana y más de 500 jóvenes voluntarios en todo el país”.
En este sentido, la Presidente Nacional describe el proceso de intercambio para comprender mejor así el funcionamiento de la organización: “AIESEC tiene su propia plataforma de oportunidades, el proceso de intercambio se da de un AIESEC Home a un AIESEC Host, es decir que tenemos que tener relaciones internacionales con miembros de AIESEC en otros países que nos ayudan con los procesos de entrevistas y a escoger los perfiles que los partners están solicitando”.
“Damos seguimiento tanto al joven como al partner”, continúa Guzmán, “y la relación de actividades que tiene que tener el participante del intercambio. Además damos seminarios antes, durante y después de la experiencia, que puede ser un voluntariado, una pasantía o un teaching, con estadía corta, mediana o larga”.
Detrás de todo el trabajo que hace AIESEC por los jóvenes están las personas y lo que cada uno siente y aprende personalmente en el proceso. Entre ellas, claro, se encuentra Guzmán y sus sensaciones, que pueden servir como referencia para comprender qué es lo que mueve a tantos jóvenes a ayudar y ser mejores.
En este sentido, Guzmán confiesa: “Mi mayor satisfacción fue ver que las personas que estaban en mis equipos me veían como ejemplo de inspiración para aplicar a nuevos roles de liderazgo dentro y fuera de la organización”. Al mismo tiempo, con absoluta gratitud, comparte sus mayores aprendizajes: “Gracias a AIESEC pude poner en práctica mis habilidades de liderazgo, gestionar equipos, conocer otras culturas, salir de mi zona de confort, aprender a organizar eventos, marketing, ventas, relacionarme con CEOs y directores, hablar en público, entre muchas cosas más”.
Está claro que AIESEC trabaja el liderazgo como un pilar fundamental para el desarrollo de los jóvenes y la construcción de un futuro mejor en todo sentido. Ahora bien, ¿qué es exactamente? ¿De qué sirve?
“Hay diferentes tipos de liderazgo”, enuncia Guzmán, y desarrolla: “AIESEC actualmente busca medirlo a través de los valores organizacionales que se encuentran en nuestro modelo de liderazgo, como son actuar sosteniblemente, vivir la diversidad, disfrutar la participación, demostrar integridad, activar el liderazgo y trabajar por la excelencia”. A partir de allí, los jóvenes aprenden a conocerse a sí mismos, empoderar a otros, ser resolutivos y convertirse en ciudadanos globales.
Directamente vinculado con esto entran en escena las famosas habilidades blandas: “la empatía, el hablar en público, saber llegar a un acuerdo, entre otras, componen un conjunto de habilidades de comunicación y sociales que permite a las personas tener una mejor relación con los demás”, explica Guzmán con precisión.
Esta serie de virtudes, por supuesto, son trabajadas de una manera específica por la organización que ella lidera: “Nosotros lo desarrollamos a través de las oportunidades que te hacen salir de tu zona de confort y descubrirte a ti mismo, con tus habilidades y limitantes, por ejemplo, nuestros miembros aprenden a trabajar en equipo con diferentes personalidades y los jóvenes que se van de intercambio con nosotros descubren como son otras culturas y lo que ellos pueden hacer por si mismos sin su familia o amigos cerca”, asegura.
La juventud es un momento de la vida muy particular y eso es justamente para Guzmán lo interesante de formar parte de AIESEC: “Estamos en la edad que necesitamos aprender sin tener miedo a cometer errores, AIESEC nos proporciona esos espacios en los que no solo sales de tu zona de confort para aprender, sino también te proporciona las herramientas y contactos que te servirán en tu mundo laboral”, analiza sensiblemente. “Muchas cosas de las que aprendí en AIESEC”, continúa Guzmán, “me han ayudado en otros trabajos que he tenido, y al mismo tiempo las amistades que logras dentro de la organización son más durables porque tienen el mismo propósito”.
Toda la estructura y el gran propósito por el que trabaja AIESEC requieren de valiosos vínculos con otras organizaciones, que se nutren mutuamente en búsqueda de un objetivo común. En este sentido, la Presidente Nacional de República Dominicana lo ilustra perfectamente en el área educativa: “Para las universidades y colegios contar con AIESEC es una gran herramienta para que sus alumnos aprendan más allá de lo que ven en clases, por lo que para las instituciones educativas realmente significa un plus”.
Por otro lado, en simultáneo la organización trabaja también en el ámbito laboral y empresarial. “Somos ese vínculo que les permite llevar a las empresas a profesionales de otros países que les puedan permitir tener nuevas ideas para sus negocios, así como que sus empleados puedan conocer más de otras culturas”, explica Guzmán, y concluye: “A su vez permitir que los jóvenes puedan tener su primera experiencia laboral en Empresas Socialmente Responsables”.
Guzmán no descansa ni claudica en aquellas causas que la mueven y la motivan a continuar inspirando y acompañando a los jóvenes día a día, por las que trabaja en escalas cada vez más grandes junto a la organización que dirige. “Actualmente estamos trabajando en la realización de nuestro Youth Speak Forum para inicios de mayo proyectando tener tres sedes del evento para poder llegar a un mayor número de participantes”, cuenta con entusiasmo, y amplia: “es un evento que se hace en todos los países que está AIESEC y que busca ser la voz de la juventud para que en conjunto a otras instituciones privadas o de gobierno podamos buscar solución o reducir las problemáticas de nuestro entorno, logrando así alcanzar las medidas de éxito de la Agenda 2030 de la ONU”.
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