Llevar el control sin limitar la autonomía
Con el avance de las tecnologías, las profesiones y un cambio paradigmático producido por la pandemia, el trabajo a distancia es un modo de empleo cada vez más utilizado. Permitirle a un equipo evitar ese viaje hacia la oficina u otro espacio de trabajo es muy conveniente, ya que el mismo quita tiempo productivo y reduce el bienestar que produce desarrollar tareas desde la comodidad de casa. Además, claro está, representa un ahorro de costos considerando los gastos de mantener instalaciones.
Frente a este nuevo panorama surge el desafío de, no solo trasladar la efectividad del trabajo presencial al trabajo remoto, sino también potenciarlo a partir de las últimas herramientas digitales. Es por eso que la gestión del equipo se transforma en una pieza clave dentro de este engranaje de trabajo. Una búsqueda por mantenerse conectado con los diferentes integrantes, exigiendo compromiso y responsabilidad, pero sin abrumarlos.
Si bien dependerá de qué oficio se realice, así como también de la ubicación geográfica en la que se encuentren los compañeros, existen algunos aspectos principales a tener en cuenta para alcanzar el ritmo y la química de trabajo deseada. Entre ellos está el respeto por los horarios de descanso. Aunque a veces pueda parecer que los límites son más difusos en el trabajo remoto, es importante no dañar ese equilibrio entre la vida personal y profesional tan necesario.
Aplicaciones y herramientas para una mejor administración
Sumado a las múltiples plataformas que existen para coordinar equipos de trabajo remoto, entre las cuales destacan Zoom y Google Meet, existen otros instrumentos muy útiles. Además de centrarse en la coordinación del trabajo, estos van más allá con variantes creativas que estimulan la creatividad y facilitan la explicación de temas complejos.
Dentro de estas plataformas se encuentra Miro, por ejemplo, aplicación que tiene como objetivo principal desarrollar flujos de trabajo mediante una pizarra virtual sin límite. A pesar de que antes tenía muchas opciones restringidas para usuarios pagos, luego de la pandemia se habilitó una amplia gama de recursos gratuitos. Dentro de sus funciones útiles, cuenta con plantillas prediseñadas que facilitan y mejoran el desempeño. Entre ellas plantillas para brainstorming, mapa mental, cuadro de retrospectiva, workflows y customer journey.
En esta misma línea, también se encuentra la llamada Evernote. Esta tiene la capacidad de almacenar una considerable cantidad de información en múltiples formatos, ya sea texto, audio o video. Gestionando los documentos de forma diaria y sincronizada, la misma puede integrarse a otras aplicaciones de uso cotidiano como Google Drive y Outlook, por lo que no es necesario realizar movimientos tediosos ni preocuparse por perder archivos.
5 consejos para gestionar un equipo a distancia
Teniendo presentes algunos pilares, es posible llevar adelante en un equipo un ritmo fluido con altos niveles de producción. Conoce recomendaciones claves para lograr este objetivo.
Seleccionar una herramienta de comunicación principal
Olvidar mensajes importantes, verlos demasiado tarde o perder información es un problema que denota errores de organización. Cuando un archivo comienza en Skype, luego pasa por Gmail para finalmente llegar a WhatsApp, el margen de demora aumenta notablemente. Por eso, centralizar las comunicaciones del equipo en una sola plataforma es clave.
Existen ciertas herramientas creadas precisamente para evitar que esto ocurra, como por ejemplo Slack. Esta aplicación de mensajería instantánea diseñada para empresas y diferentes grupos de trabajo funciona como un canal único, por lo que brinda inmediatez y sencillez.
Claridad en los objetivos y los plazos de entrega
En muchas ocasiones, cuando se trabaja en una oficina puede que los roles se encuentren definidos con mayor claridad. Aquí no solo la palabra tiene relevancia, sino también la ubicación. En el trabajo a remoto, esto puede variar un poco más, por lo tanto la comunicación es fundamental para que un equipo trabaje responsablemente.
Cuando quedan cabos sueltos, es mucho más probable que un trabajo se dilate. En cambio, si un grupo de personas sabe lo que se espera de ellas y en cuánto tiempo deben cumplir con sus tareas, todo marcha mejor. Esto se debe a que la persona que se compromete puede ordenar sus horarios a medida, ganar independencia y alcanzar una mayor efectividad.
Realizar seguimientos sin quitar autonomía
Estar de forma excesiva pendiente del desarrollo de un equipo de trabajo puede generar presión en sus integrantes. Preguntar continuamente o solicitar informes de actividades quizás parece una buena forma de tener todo bajo control en una primera instancia, sin embargo con el tiempo comienza a generar un desgaste y una falta de confianza difícil de recuperar.
Es aquí que las herramientas digitales nuevamente resultan de gran ayuda. A través de las mismas es posible obtener información en tiempo real sin interrumpir la dinámica de trabajo. Asimismo, más allá de las preocupaciones laborales, también es importante mantener cierta comunicación informal con el equipo. Esto resulta clave para generar distensión, permitir que el feedback sea más fluído y, hasta en algunos casos, estimular la creatividad.