Lo primero que hay que entender para poder mejorar las habilidades respecto a la comunicación es que, por más que todos y en todo momento estén comunicando algo, sea a través de palabras, gestos o incluso silencios, eso no quiere decir que se esté logrando un intercambio positivo, ni fluido. La comunicación es algo innato de los humanos como especie, pero eso no asegura el proceder de la mejor forma en ese aspecto.
Nadie que no se preocupe por mejorar sus habilidades comunicativas, quedará libre de malentendidos, problemas de expresión y, por ende, un trato desfavorable con un equipo de trabajo. Además, es importante comprender que para que haya realmente comunicación efectiva, no solo debe emitirse un mensaje, sino que hay que cerciorarse que dicho mensaje sea recibido y, más aún, comprendido o decodificado por el receptor.
El modo de potenciar la comunicación y de volverla una herramienta efectiva en el día a día, tiene que ver principalmente con el esfuerzo que se haga para perfeccionarse e intentar avanzar en ese sentido. Métodos hay varios, al igual que cursos específicos, consultorías y tutorías. El conocimiento siempre está al alcance, particularmente en esta era.
Desde aquí, se repasarán 10 simples pasos para lograr una comunicación efectiva, pero antes, es válido mencionar a qué se refiere cuando se habla de una comunicación efectiva.
Este concepto se basa en un conjunto de estrategias y habilidades que le dan a una persona la posibilidad de transmitir cualquiera sea su expresión, a través de un mensaje determinado, de una forma clara y concisa, es decir que sea sencillo de entender para quien lo recibe del otro lado. De esa manera, se aprovechan mejor no solo los recursos o elementos empleados para comunicarse, sino que también el tiempo.
A continuación se detallan algunos procesos fáciles de incorporar para conseguir una comunicación efectiva, que a su vez es una habilidad fundamental para desarrollar un camino o posición de liderazgo.
Como ya se dijo, lo primordial en un mensaje es que su transimisión sea lo más clara y concisa posible, para evtiar cualquier tipo de malentendido y de poner al receptor en una posición incómoda, en la que decodificar tal mensaje le cueste de sobremanera.
Además, al expresarse de manera clara y concisa, lo que se quiere transmitir puede tener más alcance, es decir ser entendido por muchas más personas, sin que existan discrepancias entre lo que entendió una u otra. Para eso será vital usar un lenguaje acorde a la audiencia o quien esté del otro lado, así como no irse por las ramas ni introducir conceptos por fuera de lo concreto del mensaje.
Cuando una persona intenta comunicar, no solo lo hace con las palabras, sino que todo su cuerpo está comunicando y la mirada es algo elemental. Mirar a los ojos al interlocutor es una cuestión esencial para lograr el entendimiento y la comunicación efectiva, ya que con ese contacto visual se está estableciendo un vínculo y se lo está haciendo parte del mensaje al receptor.
Asimismo, mirar a los ojos es un signo de confianza y no hacerlo, o esquivar la mirada denota lo contrario y puede ser considerado irrespetuoso o deshonesto. Claro que no es necesario fijar la mirada todo el tiempo en los ojos de la persona que recibe el mensaje, porque puede terminar siendo contraproducente, pero si es necesario que es establezca ese contacto y que sea en una porción mayoritaria del tiempo que dure la interacción.
Del mismo modo, los gestos que se hagan al interactuar deben siempre tenerse en cuenta, ya que será necesario que todo el cuerpo envíe el mismo mensaje, es decir que lo que se ponga en palabras no se contradiga con lo que sucede con el cuerpo. De hecho, una correcta gestualidad puede aportarle mucho al mensaje, haciendolo todavía más efectivo. Finalmente, el tono de voz que se utilice también debe adecuarse al contenido o la intención del mensaje, debido a que los registros que le llegan a la audiencia pueden llegar a generar ruido en el mensaje.
Cuando se habla de empatía no es solo lo moral, la sensación de ponerse en el lugar del otro, sino que eso también puede ser un vehículo para una mejor comunicación. Al justamente ver las cosas desde la óptica de la otra persona, será mucho más fácil entenderse y por ende comunicarse. Con empatía todo fluye mejor.
Una comunicación efectiva no puede no tomar en cuenta el contexto en el que se está desarrollando. De hecho, el contexto será el que muchas veces marque el tono de la comunicación, así como los gestos y el lenguaje corporal adecuado.
En cuanto a la escucha activa, hay que decir que es una habilidad fundamental, en especial para aquellos con aspiraciones de liderazgo. Una comunicación no solo es mandar mensajes, sino tomarse el tiempo para escuchar y recibir la devolución que el interlocutor propone, lo que lleva al siguiente paso o recomendación que es siempre respetar a quien habla o se expresa, nunca hacerlo por encima, ni desmerecer o menoscavar su mensaje.
Aprender a manejar los silencios y ponerlos a favor de la comunicación efectiva es un paso importante. Para eso, lo primero es entender que no está mal hacer silencio, solo se trata de saber cuando es necesario y cuando el silencio es la mejor opción.
Tampoco hay que tenerle miedo a las preguntas, siempre es mejor consultar si el mensaje se entendió, a quedarse con la duda y que haya una confusión o malentendido. Vale también para el parafraseo.
