Un cambio en el estilo de vida que repercute positivamente en el trabajo
Los niveles de información con los que convive cualquier persona a diario son sumamente altos, más aún si se piensa en la realidad de un emprendedor. Responsabilidades, compromisos, tareas a solucionar y obstáculos son algunos de los asuntos que pueden atravesar la mente a lo largo del día. En este marco, con la saturación de la información, los pensamientos negativos encuentran un terreno fértil para consolidarse.
Sin embargo, existe una palabra clave que puede ayudar a reorientar aquella realidad hacia un lado positivo: gratitud. Si bien puede que no sea el aspecto más determinante en la vida, incorporar la gratitud a los diferentes espacios de la cotidianidad trae consigo innumerables beneficios. En otras palabras, se puede entender a la misma como una forma de elevar la energía, transformando toda visión negativa en un panorama más alentador.
Comprendiendo a la gratitud como un estado emocional positivo, la misma se basa principalmente en reconocer y apreciar la vida. Esto quiere decir, darle valor a las pequeñas cosas que ocupan el día a día. En muchas ocasiones, momentos de tensión, enojo y malestar suelen ser emociones que sobrecargan a cualquiera, y hasta logran sacar de su órbita a muchos. Sin embargo, cuando la perspectiva es otra, los mismos desafíos que coloca la vida por delante se interpretan de una forma diferente.
Expresar gratitud, un paso clave para alcanzar el éxito
El miedo es uno de los principales enemigos cuando se busca lograr objetivos. Muchas veces ligado a la necesidad de querer tener todo bajo control, el mismo se mezcla con un constante autoboicot que puede terminar por ahogar las ilusiones. En este marco, el coach experto en desarrollo como finanzas personales, Tony Robbins, resalta que “cuando estás agradecido, el miedo desaparece y aparece la abundancia”.
Por lo tanto, la gratitud no es un pensamiento, es algo que se siente. Aquello que genera una sensación de plenitud y energía notable. A partir de la misma se crean nuevos pensamientos y sentimientos que estimulan el bienestar personal de una manera integral. Allí parece no haber espacio para que se reproduzca la ira, todo lo contrario, el amor se hace carne y la creatividad aumenta.
En esta misma línea, los vínculos y la manera de relacionarse también cambian de una forma radical. Teniendo en cuenta que la gratitud está ligada al optimismo y a la empatía, los niveles de compasión son mayores. Así, con el paso del tiempo, contribuye a generar relaciones más estables y sólidas.
Cómo incorporar el hábito de la gratitud
Existe un ejercicio cotidiano muy simple que ayuda a desarrollar la gratitud. Como todo hábito, su desafío radica en la constancia y la repetición. Por lo tanto, lograr que se vuelva algo de todos los días es lo que finalmente atrae resultados positivos.
Darse el tiempo y el espacio
Si bien puede parecer una cuestión un tanto obvia, es importante comenzar por respetar los minutos y el lugar para realizar esta rutina. Se recomienda como mínimo dedicarle 10 minutos y buscar un espacio tranquilo y relajado. Garantizar la menor cantidad de distracciones permitirá que la concentración sea profunda y efectiva. Por ejemplo, muchas personas lo hacen a la mañana luego de levantarse, ya que es una manera de comenzar bien el día.
Agradecer a la vida por 3 cosas
Luego de hallarse en un lugar cómodo, el primer paso es dar gracias a las cosas sencillas. Es decir, aquello que forma parte de la cotidianidad, que atraviesa la vida de forma casual. Pueden ser el simple hecho de poder disfrutar de un café a la mañana, ver el sol, tener una casa, una familiar. Cualquier cosa será útil. Este es un paso fundamental para alcanzar una mayor armonía con uno mismo y el entorno.
Pensar en tres resultados que te gustaría obtener
Si bien se le suele dedicar un menor tiempo a esta segunda tarea, también es necesario enfocarse en los objetivos futuros. Mantener frescos y tener presentes aquellos horizontes ayuda a luchar por ellos día a día. En otras palabras, entender que cada detalle del proceso es un aporte para llegar a aquel resultado.
Por otro lado, acerca del tiempo estipulado para alcanzarlos, no hay un plazo delimitado necesariamente. Sin embargo, es recomendable que los mismos puedan ser concretados en un plazo de 6 o 12 meses aproximadamente. De todas formas, estos serán parámetros personales que indefectiblemente tendrán sus variaciones.
Cuáles son los principales resultados de la gratitud y cómo influye en el trabajo
Precisamente acerca de la transformación que implica este hábito en los espacios laborales, hay algunos puntos que resaltan por sobre otros. En las siguientes líneas se detallarán los principales.
Aumentará el valor de las pertenencias
Con un sentimiento de felicidad más profundo, el apreciar lo que uno tiene le da un nuevo sentido a esas cosas. Por ejemplo, en aquellos momentos donde el negocio se encuentra en una tendencia positiva, tomarse unos minutos para valorarlo y darle gracias a la vida por ello, sin dudas representa un mayor reconocimiento y bienestar.
Generará ámbitos laborales positivos
Una de las particularidades que tiene la gratitud es que resulta contagiosa. Así como las energías negativas se te pueden pegar, tener una perspectiva positiva también influirá en los compañeros de trabajo. En este sentido, cuando estos espacios resultan favorables y todos se sienten cómodos, los resultados también serán positivos.
Reducirá los niveles de estrés
Horarios de trabajo sin límites, frustraciones y cansancio pueden ser aspectos que tarde o temprano generan estrés. En este marco, la gratitud es clave para revertir estas situaciones. Al centrarse en los pequeños detalles y aspectos felices de la vida bajo una mayor armonía, incorporar estos hábitos también permite evitar que el estrés se apodere de la mente.