Emprender al otro lado del miedo: de qué va el concepto
Cuando se habla de emprender, si se ajusta la palabra a la definición concreta del diccionario de lengua española, se hace mención a la acción de empezar a hacer una cosa determinada, en especial cuando esta exige esfuerzo o trabajo, y cuando tiene cierta importancia o envergadura. A tal definición, es fácil encontrarle un ejemplo y probablemente el que primero surja es el de “emprender un negocio”, hay una relación directa.
Sin embargo, aun con la traducción y la simpleza que esconde su semántica, emprender es un concepto que genera temores, suspicacias y hasta controversias. Porque es verdad que los tiempos han cambiado, que los viejos paradigmas quedan atrás y otras costumbres se instauran en pos de justamente adoptar nuevos modos de vida y negocios, pero así y todo, emprender sigue siendo una palabra pesada. Sin embargo, al otro lado del miedo hay mucho por descubrir.
¿Miedo irracional o dudas naturales?
¿A qué se le teme cuando se habla de emprendimiento? comenzar por identificar los temores es una buena manera de iniciar el proceso de superación. Lo que primero frena a un emprendedor es la cantidad de gestiones y trámites que hay que resolver, pero el temor viene sin dudas por la incertidumbre que se genera.
Cuando se emprende se enfrenta necesariamente una sensación de inestabilidad, desde lo emocional y lo financiero, porque hay un futuro que es incierto y compromisos que se toman que, en la mayoría de oportunidades, no tienen un respaldo fehaciente.
Ahora bien, en ese momento, en el que las dudas naturalmente aparecen, hay dos opciones que son: dejarse vencer por el miedo a emprender o enfrentar la situación anteponiendo la convicción que llevó a uno a emprender en un primer lugar.
Aprender de emprender
Si se elige emprender con la pasión como motor, el camino puede presentar dificultades, despertar miedos, pero probablemente todo se amortice, se haga más ameno y eso a su vez permitirá aprender, pulir habilidades, crecer como persona y como emprendedor. Superar cada día barreras y obstáculos es precisamente eso, lograr hitos profesionales y personales, que demuestran el talento, ponen de manifiesto la actitud, las aptitudes y el compromiso para llevar adelante dicho emprendimiento.
Apoyarse en las experiencias y darle la vuelta al fracaso
Sebastián Gutierrez Michelena, se graduó de Contador Público, con un Postgrado en Finanzas Corporativas y un MBA en dirección de empresas, pero con toda su formación también temió al enfrentarse al concepto de emprender. Aunque sabía que era lo quería para su futuro, los miedos lo invadieron. “No quiero fracasar”, “no es buena idea”, “es muy difícil”, “es muy grande el riesgo”, todos esos pensamientos se le cruzaron por la cabeza.
Sin embargo, no se quedó en ellos y tal como cuenta en su charla TED, enfrentó la situación y se preguntó: “¿Por qué hay tanto miedo al fracaso?”, e iluminó con la respuesta: “se le teme al fracaso porque lamentablemente tenemos el hábito de señalar con el dedo y burlarnos de aquel que fracasó en un emprendimiento. Pero fracasar, a mi entender, es quedarse de brazos cruzados y no intententarlo”. Asimismo, en contraparte, señaló: “el éxito es ir de fracaso en fracaso, sin darse por vencido, porque el que se da por vencido es el que fracasa. De los fracasos es de lo que más se aprende, hay que comenzar a valorarlos y ver su lado positivo”.
Desde su experiencia, Gutierrez Michelena marca el camino de la redención del concepto del fracaso, para perderle el miedo a emprender y no le ha ido mal, ya que se consagró como profesor universitario durante 7 años y co-fundador de la Incubadora de Negocios del Politécnico San José, además de emprendedor, claro.
La pasión vale más que la idea
En la continuidad de su exposición TED, Sebastián plantea que no es necesario ser un genio creativo para emprender, hay que desmentir ese preconcepto. Todos pueden tener buenas ideas, de hecho probablemente hay personas que han tenido pensamientos que valen millones, pero la diferencia no la hace la idea, sino la puesta en escena, el llevarla a cabo.
“Resolver problemas sencillos y cotidianos”, esa es la premisa del emprendedor uruguayo, quien además entrega un interesante concepto sobre el hecho de innovar, algo que puede entenderse muchas veces como sinónimo de inventar pero que lejos está de eso. “No es necesario reinventar la rueda. Innovar puede ser adaptar y hasta copiar, está lleno de emprendimientos que copian ideas que hacen en otros lados y las insertan en un territorio diferente”, explica el expositor.
¿Cualquiera puede ser emprendedor?
A lo largo de diferentes artículos de Next Idea 4U, profesionales y expertos en el concepto de emprender han coincidido en que cualquiera puede convertirse en un emprendedor. Las herramientas y habilidades están al alcance para que cualquier persona haga uso de ellas, solo basta con tener las ganas y la convicción de que el camino del emprendedurismo es el que se quiere recorrer, sin dejarse amedrentar por palabras del exterior, ni por miedos del interior.