En la era digital, uno de los grandes beneficios a los que cualquier trabajador aspira es el de la flexibilidad, que se traduce en muchas medidas, ya sea el manejo de los horarios, la forma de vestir y hasta la posibilidad de trabajar desde casa, en forma remota e incluso desde cualquier parte del mundo que se elija. Sin embargo, aunque esas libertades suenan realmente bien y pueden resultar muy positivas para el bienestar de la persona y, por lo tanto, la productividad que termina demostrando, que a su vez influye en la consecución de objetivos generales de la organización para la que trabaja, lo cierto es que puede no ser tan fácil de llevar adelante.
Crecer como profesional en este contexto termina entonces por ser un desafío, porque más allá de las comodidades que puede presentar la modalidad home office, hay otros aspectos a resolver para que la eficiencia en los trabajos y tareas que se tienen por delante se completen de buena manera y sean funcionales a lo que se pretende desde el punto de vista personal y colectivo de una empresa, emprendimiento o startup.
Quienes acceden a trabajar desde casa tienen que necesariamente reajustar varios aspectos de su vida cotidiana. Por empezar los horarios son lo primordial, pero se extiende a la organización completa de una rutina que le permita no estar corriendo una carrera constante con el reloj ni el calendario, así como también a las formas de trabajar, de comunicarse y de enfocarse en las tareas que tiene asignadas.
Por su parte, los líderes de equipo y grupos de trabajo le suman el desafío de poder comandar a otras personas sin tenerlas al alcance de forma física, utilizando herramientas digitales para lograr una buena comunicación y para poder sostener la motivación que hace falta para conseguir el nivel de colaboración, la calidad de trabajo y la productividad adecuada.
Descubrí más sobre cómo liderar y gestionar un equipo desde casa o cualquier lugar: Manejo remoto: cómo gestionar un equipo a distancia.
Con el contexto presentado en los párrafos anteriores, se presentan a continuación una lista de recomendaciones a seguir para lograr que el trabajar desde casa sea un beneficio bien aprovechado.
Algo que se repite a lo largo del artículo pero que es necesario repetir porque es una parte fundamental de la modalidad home office. Establecer horarios y poder respetarlos es elemental, ya que de esa manera el día tiene una estructura y el cuerpo, al igual que la mente, se acostumbran a una rutina.
De otra manera, una persona puede comenzar a procastinar demasiado, pasar mucho tiempo en la cama o haciendo tareas que lo distraigan de su trabajo y luego agobiarse por tener que darle resolución a todo lo referido al trabajo que se acumuló y se termina dando esa carrera contra el reloj que ya se mencionó antes.
Si se tiene la posibilidad de elegir y disponer de los horarios libremente, es decir con total flexibilidad, lo mejor es descubrir en que momento del día se lograr una mayor productividad, porque si bien lo más recurrente es dedicarle al trabajo las horas de la mañana y las primeras de la tarde, hay personas que pueden sentirse mejor trabajando en la noche o a partir de la tarde. La rutina puede ser personal, pero la delimitación de horarios debe existir, sea cual sea el momento del día que se elija para trabajar desde casa.
La planificación y el levantarse sabiendo cuáles son las tareas que se deben cumplir ese día es otra de las cuestiones más importantes para trabajar desde casa y ser funcional, productivo y disfrutar de la modalidad. Existen herramientas como calendarios, lista de tareas y otras aplicaciones que pueden ayudar con este tip en particular.
Trabajar desde casa no significa estar siempre disponible y activo todo el tiempo en relación a las tareas laborales. Es necesario también darse espacios para descansar, desconectarse e incluso poder salir de la casa o del lugar que se esté utilizando para trabajar de forma remota. Eso ayudará a disminuir las dispersiones y las distracciones por cansancio o agotamiento, sobre todo desde la parte mental.
Aunque sea a través de la pantalla, mantener el contacto con otras personas del equipo de trabajo, clientes, proveedores o lo que fuere, será importante para no sentirse aislado en el lugar de trabajo.
Un punto fundamental, porque sin un espacio de trabajo definido en casa las distracciones pueden ser constantes y terminar por volver al home office en un verdadero problema. En cambio, con un lugar de trabajo organizado y en el que se puedan aislar el resto de las distracciones normales de cualquier casa, será mucho más sencillo estar concentrado en las tareas que se tienen que realizar.
La organización y el orden debe sostenerse y es un buen ejercicio que al finalizar cada jornada se ordene el espacio de tal forma que al comenzar el próximo día no se pierda tiempo acomodando, limpiando, etc.
Leé sobre cómo organizar un espacio de trabajo en casa correctamente: Claves para organizar un espacio de trabajo en casa.
