En cualquier debate sobre prácticamente cualquier área de la vida es probable que el factor del tiempo se cuele en la discusión. Cuando falta, cuando sobra, cuando es improductivo, cuando se aprovecha, cuando parece interminable y cuando pasa muy rápido. El tiempo siempre es una variable trascendental en la vida de cualquier persona, aunque muchas veces no se le dé la importancia que tiene y merece.
En otras entregas se ha intentado dilucidar acerca de la organización, el manejo y la administración del tiempo, cuestión que resulta fundamental para cualquier emprendedor o autoempleado, por ejemplo, que depende exclusivamente de su buena gestión. Sin embargo, ahondando en la reflexión, surge un interrogante anterior: ¿por qué no le damos al tiempo la relevancia que merece?
Sin esquivar la respuesta, Carlos Hurtarte, experto y autor del libro Manejo del Tiempo, acerca la primera apreciación: “A veces el problema es que nos mantenemos en urgencias y pensamos que, porque estamos en urgencias, estamos manejando bien nuestro tiempo, sin embargo lo que estamos haciendo es mantenernos ocupados y no efectivos”, señala.
“También no le damos importancia al tiempo porque no nos ha pasado una factura de algo, entonces no nos damos cuenta si perdemos el tiempo de verdad o incluso si no lo estamos utilizando bien, por ejemplo en un buen proyecto o una relación que no se le dio el tiempo que requería y te afecta la vida personal”, agrega Hurtarte.
Las obligaciones o los compromisos tienen un peso muy grande a la hora de elegir y definir prioridades, lógicamente. Incluso, denota responsabilidad y respeto el considerar los plazos y los deberes previamente asumidos. De todas formas, para un emprendedor, por ejemplo, el lugar en donde posiciona el tiempo propio no debe ser secundario.
Camilo Ponce, emprendedor y especialista en autodisciplina y gestión del tiempo, indica lo siguiente al respecto: “No le damos la importancia que merece porque en el fondo sabemos que es nuestro tiempo y sabemos que no es el tiempo de otras personas. Quizás consideramos que nuestro tiempo no es tan importante como el tiempo que le dedicamos a una obligación como el trabajo”.
En el mismo sentido, Hurtarte profundiza: “Como el tiempo es tuyo, tú lo manejas como quieras, nadie te está exigiendo. Es en la vida personal donde se gesta el buen manejo del tiempo porque el tiempo que inviertes no lo recuperas, cuando nos damos cuenta de eso y salimos de las urgencias es cuando empezamos a valorar lo que es nuestro tiempo”, asegura.
Pensando en el contexto actual en donde los emprendimientos toman mayor centralidad en la vida de las personas y más proyectos brotan, la preparación en este sentido para afrontar un camino complejo resulta más que importante.
Por eso, para Ponce, tener en cuenta el tiempo es primordial: “Yo diría que el tiempo tiene que estar en primer lugar en un emprendimiento. No se puede recuperar ni reemplazar. El capital puede llegar, las personas pueden cambiar, pero tiempo no. Por lo tanto el tiempo debería ser la prioridad de cualquier emprendedor”.
“Además los recursos se agotan con el tiempo”, afirma Ponce, y continúa: “Si uno tiene un cierto capital, ese capital durará cierto tiempo. Si desperdicia el tiempo estarás desperdiciando capital y también a las personas, que se desmotivarán”, ilustra con inteligencia.
“El tiempo para un emprendedor es lo mejor que puede tener a su lado, básicamente porque no le cuesta, tiene que invertir su tiempo en generar ideas, generar clientes y generar todo lo productivo que pueda”, sostiene convencidamente Hurtarte.
Para esto, según su experiencia, hay ciertos hábitos diarios que pueden significar un buen comienzo para lograr una gestión exitosa: “Primero que nada el emprendedor debe anotar todo lo que dice, lo que se compromete y lo que le dijeron que haga, porque cuando no anota deja pendientes y no hay seguimientos, tiene que tener algo que le permita ver qué es lo que está pasando”, explica Hurtarte, y prosigue: “Además, al final del día y de la semana debe revisar los resultados alcanzados y decidir si fue productivo o no y si necesita reprogramar cosas. Un emprendedor debe estar seguro de lo que está haciendo”.
El autor del libro Manejo del Tiempo hace foco sobre un momento del día que a su entender es definitorio, aunque parezca paradójico por ser el primero al levantarnos: “La primera cita que recomiendo es la que se hace al inicio del día. Si lo primero que haces al despertarte es abrir correos o redes sociales significa que tu día se fue de control, tu día no funcionó, ahí aparece lo que llamo gerencia de crisis”, advierte.
“En esa primera cita del día debes revisar lo que tienes planificado para esa jornada”, desarrolla Hurtarte, “que justamente fue planificado la noche anterior. Al final de tu jornada laboral te fijas qué hiciste, qué falta y programas. Allí dejamos de usar la palabra pendiente, si le colocamos un día y una hora pasa de ser una tarea pendiente para ser una actividad productiva. Para esto es importante que tengas un lugar para anotar todo”.
Ha quedado clara la importancia de contar con una agenda que permita relevar y planificar las tareas del día a día y sus prioridades. Ahora bien, para el experto guatemalteco, esa agenda debe representar algo muy especial.
En este sentido, Hurtarte destaca: “La agenda debe hablar de tus sueños, planes y objetivos a largo plazo. Si no habla de eso estará hablando de trabajo, de ocupabilidad y no de productividad. Esa es una estrategia personal, el manejo del tiempo tiene que ver con tus logros personales más que cualquier otra cosa”.
Administrar el propio tiempo ya es complejo y, por lo visto, realmente importante. Ahora bien, ¿qué hay del tiempo de los demás? En muchos casos, un emprendedor lidera un proyecto con equipos que pueden ir de un par de integrantes a cientos de personas. “No puedo manejar un equipo si yo no manejo mi tiempo, si no tengo un objetivo claro, si no tengo planes para alcanzarlos en la vida personal y de trabajo y no tengo claras cuáles son mis metas ni cómo las voy a conseguir”, opina Hurtarte al respecto.
“Cuando tengo en claro eso, podré sumar la cantidad de personas que quiera y decir ‘miren, esto es lo mínimo que tenemos que hacer’. Por eso, primero se debe organizar él y después delegar adecuadamente, de manera profunda. Debe decir ‘quiero esto, en esta fecha y voy a revisar los seguimientos cada dos días’, y tomarse dos o tres minutos para hacerlo”, concluye.
En la misma línea, pensando en las figuras líderes que indefectiblemente deben interceder en el tiempo de su equipo, Ponce tiene una visión particular de las reuniones y la optimización del tiempo: “En los equipos las reuniones son un punto importante, no hay peor pérdida de tiempo que las reuniones que llevan mucho tiempo”, indica.
“Eso tiene que ver con definir tareas claras y negociar el tiempo con las otras personas, el emprendedor líder sabe a dónde va el proyecto pero no está en todas las áreas al mismo tiempo, por eso tiene que saber negociar con los especialistas los tiempos que llevará cada proceso y darles un espacio real con un tiempo definido”, finaliza.
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