Investigación en Innovación
La innovación a menudo se vincula con la tecnología y el avance de la misma, pero en esta oportunidad, el acercamiento sobre este concepto es completamente diferente, pero no por eso menos válido. Lucia Chaverri, quien es directora del Centro de Investigación en Innovación de la Universidad FUNDEPOS, en Costa Rica, se encarga de dejar en claro esta posición: “Tengo una definición propia de innovación, que marca que se trata del trabajo de saber que más hacer, de estar en continua observación, escucha y enfoque para generar mayor valor agregado”.
Objetivos y acciones del CII en FUNDEPOS
El nacimiento de un espacio de estas características, que busca gestionar la innovación e impulsarla desde un salón de clases, tiene objetivos muy claros, que logra explicar su propia directora: “el centro se abocó en temas de bienestar e innovación y la relación entre esos conceptos. Cómo lograr que las organizaciones y las personas dentro de ellas puedan pensar en generar mejor bienestar humano, siendo la innovación la herramienta correcta para ello”.
Continuando con la explicación, agrega: “cuando se introducen nuevos productos, se mejoran los existentes o se dan cambios profundos, eso tiene un impacto real en el bienestar físico, emocional, laboral y en el proceso de satisfacción de las personas”.
Además, en cuanto a los objetivos y propósitos, completa: “promovemos nuevas formas de innovación social, metodologías aplicadas en otros países para trabajar el fomento hacia la creatividad, por ejemplo”, y se encarga de rememorar: “Antes se entendía que el proceso creativo era de aquel que tenía habilidades motoras, que podía pintar o hacer grandes esculturas y está bien, es parte, pero no es la totalidad de como se incentivan dichos procesos. La creación parte de conocer elementos y combinarlos de nuevas formas, lo que aplica para las ideas”.
Surge una referente
Que la innovación circule como una asignatura más entre los pasillos y salones de la Universidad FUNDEPOS en Costa Rica, mucho tiene que ver con la figura de Lucia Chaverri, quien no precisamente inició su carrera profesional como profesora.“Mi mamá decía que yo todo lo preguntaba, que estaba siempre atenta a como hacían las cosas y era bastante observadora. De grande me movió el volverme empresaria, renuncié a un puesto en una transnacional y me aventuré a crear mi emprendimiento. 15 años después, he pasado por muchas cosas, pero creo que en esencia sigo siendo la misma que creaba nuevas formas de resolver problemas desde pequeña”, confía Lucia.
Esa inquietud sostenida en el tiempo, la guio a su posición como directora del CII, pero el clic fundamental en su experiencia se dio al momento de entender que: “tenía formación de administradora, pero la universidad me había enseñado a ser administradora de alguien más, para una transnacional, no para administrar lo mío. Nadie te enseña a administrar lo tuyo, porque siempre se da por hecho que tendrás un departamento de recursos humanos, finanzas, mercadeo, etc. Sin embargo, cuando inicias tu empresa, tú eres todo”.
En esa misma línea, también comenta: “Los que empezamos desde cero tenemos muchas dudas. ¿A quién le preguntas? ¿Vuelves con un profesor? no, generalmente le preguntas a otro en tu misma posición y si esa persona tiene más dudas que usted, pues puedes terminar mal. Esa necesidad de evacuar dudas, lleva a que muchos de mis estudiantes aún me escriban y siempre trato de contestar, porque se lo que es estar perdido, sin nadie a quien preguntar. La gente agradece que uno esté cerca y es un gran impulso”.
Democratizar el acceso a la gestión de innovación
La premisa que encaminó el trabajo de Lucia y que funciona como faro en el Centro de Investigación en Innovación, es la de democratizar el conocimiento: “Hay que llevar al tema de la innovación a un terreno común, en donde todos puedan hablar de ello y la gente se apropie del tema”, confirma la directora. Quien también describe: “en la Universidad tenemos diferentes procesos para gestionar la temática de innovación. Hay una agenda abierta, en los diferentes niveles, que tiene que ver con diplomados para innovación, gestión, pero también tenemos un proceso in house, donde trabajamos con organizaciones puntuales desde la academia, para descubrir su propia cultura de innovación”.
Pero eso no es todo, porque cuando se trata de hablar sobre las clases que se otorgan, hay una metodología muy interesante por conocer: “Hay que entender que no se puede enseñar la innovación como se hacía con la matemática, ni con las metodologías de hace 25 años. Hay que entender la cultura que se tiene, así como el estudiante debe comprender que no hay receta mágica para volverse innovador de un día a otro”, dice Lucía, para luego relatar: “Mis alumnos me dicen ‘profe esta clase es rara’, y si, porque no hay exámenes. Por qué le calificaría yo su proceso de aprendizaje, si es suyo”.
La satisfacción de repartir el conocimiento
Además de directora de este Centro, Lucía es Directora Ejecutiva y Fundadora de Grupo Roading Consulters S. A., hace ya largo tiempo, precisamente desde 2008. Eso le ha permitido transitar un camino lleno de aprendizajes, por buenos y no tan buenos senderos, como ya explicó antes. Sin embargo, la ha ayudado a entender también la importancia de llevar el conocimiento a todos los rincones posibles del ecosistema emprendedor.
“Temas como la innovación, la tecnología y la investigación, fueron por muchos años reservados solo para unos cuantos, aquellos que pudiesen pagar universidades de renombre o con ciertos privilegios. Cuando logramos entonces hablar de innovación en diferentes y variados entornos, democratizamos el concepto y lo volvemos más accesible, para una mayor cantidad de personas”, reconoce.
Sus decisiones de vida y el objetivo de la democratización del conocimiento en innovación social, es un motor para seguir formándose ella misma, con la meta de distribuir todo lo que pudiera aprender: “Haber emprendedido trajo satisfacción a mi vida y ser profesora afianzó la decisión. He seguido estudiando todo este tiempo, para poder traducir conceptos que solían ser los reservados, como por ejemplo, las metodologías agiles para emprendedores”. A posteriori, recuerda: “un día explicamos un método, el de Kanban, a una señora que solo hacía pan y ahí me di cuenta que todo tenía sentido. Cuando esa señora logra entender que priorizar, que llevar al siguiente paso y cuestionarse cosas, algo cambia”.
El bienestar humano
A modo de invitar a la reflexión, para seguir aportando al tema, Lucía cita una frase de un reconocido yogui de India, llamado Sadhguru, quien dice: “ya sea que fabriques un alfiler, una computadora o una nave espacial, o que enseñes a la gente a meditar, solo hay un negocio en el mundo: el bienestar humano”.
Estar listos para innovar en el ecosistema emprendedor
¿Cómo un incipiente emprendedor puede prepararse para innovar?, ante tal pregunta, la respuesta de Lucía es simple, concisa pero muy perspicaz: “Observación y escucha, esas son las habilidades clave. Cuando éramos pequeños era sencillo ser curiosos, veíamos, preguntábamos, cuestionábamos, eso es algo que debemos retomar. De esa forma podemos estar más atentos al mercado, a generar verdaderas ofertas de valor”.
En este punto, a la directora del CII le gusta dejar en claro que: “no todo está inventado como se dice. Hay mucho por hacer en innovación”. Pero no solo las aptitudes se hayan en el círculo académico, todo empieza por casa y la protagonista costarricense lidera con el ejemplo: “ahora que soy mamá de dos chicos y esposa, aprendí que hay que hablar de innovación desde edades pequeñas, que hay que incentivar su capacidad de formularse preguntas, escenarios y que es importante la solución, pero el proceso también”.
El rol de la mujer
Desde el punto de vista de Lucía, la cuestión va en que: “Las mujeres hemos cambiado, pero los hombres también lo han hecho, el entorno mismo ha cambiado. Claro está, que los retos siguen siendo muchos y difíciles, léase brecha de género y otras continuas desigualdades, que requieren de nuevas formas y sociedades más inclusivas. Es un llamado que tenemos hombres y mujeres por igual”.
La Next Idea de Lucía Chaverri
Hay una idea que va tomando forma en el contexto del CII, que, por supuesto, la tiene como cabeza de proyecto y va de la mano con el papel de la mujer, que recién comentaba: “estamos trabajando en un nuevo espacio de apoyo a mujeres de la región, con procesos diseñados específicamente para mujeres, hecho por mujeres y con un enfoque que se centre más en el bienestar y los negocios”.
Trascender y dejar huella
De todas maneras, hay una idea que se estira mucho más en el horizonte y que ya es prácticamente una bandera, un valor propio de Lucía, que así se expresa y cierra: “Creo que todos tenemos ganas de trascender, dejar una huella en una o 1000 personas y para eso creo democratizar el conocimiento, compartir lo aprendido y crecer en compañía”.