Se prende la lamparita: el surgimiento y la capitalización de una idea
Todos los emprendimientos surgen con una idea, luego ese pensamiento inicial puede modificarse, crecer, achicarse, tomar un rumbo o el otro, pero hay un momento en el cual, como si existiese un interruptor en la mente, algo se prende.
En el caso de Lucía Vásquez, emprendedora de Argentina radicada en Buenos Aires, dueña de una marca de zapatos femeninos y masculinos llamada Blessed, con más de 20 mil seguidores ya en redes sociales, ese momento llegó gracias a un espacio de tiempo que aprovechó, para capitalizar su pasión latente por emprender: “Decidí comenzar con el emprendimiento, en un momento de mi vida en el que tenía espacio y tiempo para encarar el proyecto. No fue específicamente por una cuestión de necesidad ya que tanto yo como mi pareja manteníamos trabajos estables, pero la idea era sumar un ingreso extra que nos ayude a sostener la casa sin utilizar nuestros ingresos”.
Desde Perú, Jessica Céspedes aporta su experiencia y da cuenta de otra realidad u otros motivos para emprender, pero que comparten esas mismas ganas de comandar un proyecto propio. La historia de cómo comenzó con su emprendimiento: Casamía Design, dedicado a la venta de muebles a través del e-commerce, tiene que ver con un vínculo previo con el ambiente: “Trabajé muchos años en el sector de decoración de manera presencial y luego de que mi hija se fuera a la universidad, quería volver a trabajar, pero sin los rigores de los horarios”.
Amas de su destino y líderes de su idea
Tanto Lucía como Jessica, son dos emprendedoras en las que cualquier mujer u hombre también, pueden verse identificados. Aunque los motivos para comenzar a emprender puedan diferir, hay algo que es fundamental y que las ha llevado a lograr establecerse con sus emprendimientos, formando empresas y negocios que tienen ya una dinámica propia: “Trabajamos con un modelo de negocio familiar, ya que la fabricación y la posterior venta se da con la intervención de nuestros parientes”, explica la joven argentina.
Por su lado, la residente de Lima en Perú, destaca: “Comencé trabajando con una socia, pero luego de un par de años me vendió su parte y ahora trabajo sola, con algunos empleados a cargo”. Distintos modos de comando, diferentes ámbitos, públicos objetivos que poco tienen que ver entre sí y más diferencias, pero siempre un mismo hilo conductor, la pasión y la decisión personal de emprender, algo elemental para convertirse en líder de un negocio propio.
Darle forma al emprendimiento y definir su impronta
Cuando se comienza un emprendimiento desde cero, hay que pensar en todo, desde lo macro como puede ser el nombre, hasta los detalles de cada producto que se vaya a poner en venta, si se trata de un negocio de tal estilo. En ese punto es muy importante identificar necesidades que puedan potenciar el lanzamiento del emprendimiento y tratar de evitar caer en lugares comunes, para que la competencia no sea tan exigente en los inicios, donde más dificultades para instalar la marca puede haber.
Lucía Vásquez, con Blessed, una marca de zapatos unisex, encontró esa ventaja y así lo explica: “Creamos una marca de calzado vegano, somos fabricantes. Mi suegro es zapatero de oficio y en base a eso proyectamos el emprendimiento. Diseñamos calzado de mujer y de hombre, vendemos online y además en dos puntos de venta físicos, uno en formato Store a la calle en el mismo lugar de fabricación y otro en modo showroom”.
En el caso de Jessica Céspedes: “La idea de tener una tienda de muebles surgió por el deseo de innovar, trayendo muebles de precios accesibles, dirigidos a un público joven. Identificando entonces que las nuevas generaciones se manejan de manera virtual, hicimos que sea una tienda 100% virtual”, comentó la fundadora de Casamía Design y agregó: “Además, es una forma de ahorrar costos de alquiler y otras demandas de dinero propias de un negocio físico”.
Lo difícil de emprender de cero: no todo es color de rosas
En ningún negocio, ni tampoco en cualquier otro aspecto de la vida misma, las cosas son perfectas todo el tiempo. De alguna u otra manera, siempre se atraviesan turbulencias y surgen inconvenientes. En un emprendimiento, las respuestas a los problemas siempre tienen que salir del propio emprendedor o emprendedora, por lo que el convencimiento de querer llegar a destino y la preparación, así como la experiencia de la prueba y muchas veces el error, termina siendo fundamental para afrontar estas situaciones.
Confiar en el emprendimiento o bien tener la certeza para cambiar el rumbo del mismo, debe ser una decisión que cualquier emprendedor debe ser capaz de tomar. Escucha más sobre esto en el podcast original de Next Idea 4U: “historias de éxito: Itzia Kramsky, 14 años triunfando en el e-commerce”.
Para Lucía, “Lo complicado fue la administración de las finanzas. Aunque con el paso del tiempo logramos incorporar esos conocimientos, al principio mantuvimos un mal manejo”. Educación financiera, un punto en el cual cualquier emprendedor o emprendedora debe focalizarse.
Además, la empresaria dueña de Blessed, destaca otros inconvenientes que pueden ir apareciendo, en relación a la implementación de nuevas tecnologías y redes sociales: “Hoy por hoy el nombre está instalado y logramos una idea de marca que nos representa, con proyección, pero se hace difícil proyectarse en las redes a cada paso, ya que uno de los principales canales de venta es Instagram y si bien en un principio ayuda al perfil emprendedor, luego demanda de altos costos la visibilidad”.
Virtualidad y adaptación al cambio
En su experiencia, con una tienda 100% virtual, Jessica expresa algunas complicaciones derivadas de esta característica: “Lo más difícil ha sido lograr que el público acepte comprar muebles sin verlos físicamente, por lo que nos apoyamos mucho en imágenes y videos. Si bien empezamos apuntando a un público joven, este fue cambiando, el rango etario subió y en la audiencia mayor aún hay temor o dudas sobre la compra online”.
Sin embargo, la creadora de esta innovadora tienda virtual de muebles de diseño, hace un análisis sobre adaptación a los cambios y explica como de un problema puede a su vez surgir una solución y más que eso, porque quizás lo que es un problema de ayer u hoy, en realidad puede significar un acierto en el mañana, ya que a veces los que se adelantan corren con ventaja: “El tiempo de pandemia obligó a muchos a aceptar este nuevo modelo, también el hecho de que el tráfico en Lima es mortal y la gente simplemente no quiere pasar 2 horas en el coche para ver un sillón. De todas maneras, hemos ido haciendo showrooms itinerantes de cuando en cuando como para que la gente vea la calidad del producto y tenga más confianza”.
La decisión y el sentimiento que puede cambiarlo todo: dar el paso hacia emprender, aunque sea desde cero
En el final, volvemos al principio. Todo parte y vuelve a una idea, una decisión y luego, distintas formas de ejecutar o llevarla a cabo. “En nuestro caso fue un impulso, ya que vimos futuro en la pequeña producción que se generaba en la fábrica y decidimos invertir en expandirla. Pero no hubo mucha deliberación previa, fue más bien una confianza propia en la dedicación y trabajo que queríamos mostrar”, cuenta Lucía en relación a su emprendimiento.
En Perú, Jessica con orgullo define lo que el fruto de su trabajo le ha dado: “Después de 13 años en el mercado, tenemos un público establecido, no solo de clientes finales sino de arquitectos y decoradores” y además concluye: “creemos que el rubro virtual es el futuro y seguiremos trabajando en desarrollarlo al máximo”.
Sin embargo, la definición de la emprendedora argentina acerca de lo que le produce haber tomado la decisión de emprender desde cero, es la mejor forma de cerrar: “Para mí es una posibilidad, una oportunidad que todos tenemos, que por supuesto requiere de mucho esfuerzo y dedicación, pero que a la larga resulta más satisfactorio que cualquier trabajo”.