Aprender del fracaso

¿Una nueva oportunidad?: 5 formas de enfrentar al fracaso y superarlo

Cuando se pierde seguridad en uno mismo, puede que cada paso hacia delante se transforme en un gran desafío. Es por eso que existen algunas recomendaciones para enfrentar este escenario, recuperar la confianza y dejar atrás un fracaso.
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¿Una nueva oportunidad?: 5 formas de enfrentar al fracaso y superarlo

Hacer, fracasar, aprender y continuar creciendo

Hay momentos que pueden resultar realmente desmoralizadores. Errores o malas decisiones que quitan esa energía para poder continuar un proyecto y acaban con la esperanza de comenzar uno nuevo. Muchos de estos casos son comprendidos bajo la órbita del concepto “fracaso”. Una palabra que aterroriza a gran cantidad de personas y puede resultar un gran enemigo a la hora de lanzarse y luchar por los sueños.

Dejando atrás la negatividad con la que puede cargar la palabra “fracaso”, es fundamental comprender que detrás de todo fracaso hay un aprendizaje. Cuando se falla en algo, se cometen equivocaciones o se eligen caminos desacertados, es común que la desazón sea el primer sentimiento que invade el cuerpo. Sin embargo, con el pasar de los minutos, días y hasta en ocasiones meses, es posible comenzar a desgranar ese suceso. Rescatar que, más allá de lo que pudo ser y no fue, o lo que se perdió, quedó una enseñanza y experiencia invaluable.

Luego de procesar esta realidad, es posible mencionar que existen algunas recomendaciones que ayudan a enfrentar el fracaso. Formas de abordar las diferentes problemáticas que se presentan, ya sea para no fracasar nuevamente o para superar esa etapa posterior al fracaso. En este sentido, pensar los objetivos o las metas de forma realista es fundamental. Dicho de otro modo, si los objetivos son pensados como escalones, es posible crecer y avanzar de forma gradual. Además, no solo será más fácil cumplir con lo propuesto, sino que también brindará una satisfacción y energía para continuar.

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Desmitificar el fracaso: quitar los fantasmas que producen bloqueos

El miedo al fracaso no es un temor que deba ser trabajado en cualquier situación o momentos. Es algo natural no querer equivocarse o ponerse mal cuando las cosas no salen como se pensaban. Sin embargo, lo importante aquí es identificar cuándo el temor a fracasar ha escalado a tal punto que limita las posibilidades de progresar. A modo de ejemplo, aquellos casos en donde se ha perdido notablemente la confianza en uno mismo y aparece esa sensación de creerse siempre incapaz de todo da cuenta de una dificultad.

Cabe destacar aquí también que en muchas oportunidades también entra en juego la percepción que se tiene de la mirada del otro. Es decir, el fracaso no siempre está ligado a no poder cumplir con las expectativas propias. También puede ocurrir que se sienta una presión -a veces invisible, a veces real- de parte de los otros y no se pueda satisfacer aquellas expectativas ajenas construidas alrededor de uno mismo.

En este sentido, siempre hay que evaluar el apoyo de un profesional de la salud mental para entender correctamente qué es lo que atraviesa cada persona y por qué ocurre. A través de un acompañamiento, un psicólogo puede brindar herramientas para enfrentar situaciones que generen estrés, incomodidad y afecten la vida diaria. Así también, brinda una seguridad que a veces hace falta en quienes temen constantemente a fracasar.

5 maneras de enfrentar y superar el fracaso

Existen algunas herramientas claras que pueden ayudar a enfrentar esa situación de temor a equivocarse y creer que todo está perdido. ¡Descubre cuáles son!

Racionalizar el fracaso

En primera instancia, al fracasar se cree que todo es una catástrofe. Intentar frenar la mente y observar analíticamente qué cosas salieron más es sumamente importante. Más allá de que pueda existir un cúmulo de factores, se torna necesario observar qué decisiones se tomaron mal, cuáles estuvieron bien, qué faltó, y otros elementos puntuales que pueden ser analizados.

Dividir responsabilidades

Cuando una persona se siente responsable de todo, la sensación de fracaso estará al caer ante cualquier error. Por eso es pertinente saber diferenciar qué le corresponde a cada individuo o grupo. Nunca se puede hacer todo, ni todo bien, ni tampoco todo puede depender de un líder. Cuidado, esto no quiere decir desligarse de culpa, sino resaltar que inevitablemente siempre existirán aspectos que quedarán por fuera del margen de maniobra y es necesario darlo por hecho.

Identificar cuándo eres principiante

La persona que cree saber todo y es exageradamente perfeccionista puede quedarse atascada con un bloqueo fácilmente. Es clave entender que, más allá de autoreconocerse bueno en algo, siempre puede haber alguien mejor. Esta idea permite aprender, equivocarse y continuar creciendo con menos presión. Nadie nace sabiendo, es por eso que el fracaso también forma parte del proceso.

Acudir a otras personas

Cada perspectiva diferente es un mundo nuevo. Lo que una persona puede pensar como un fracaso irremediable y fatal, otra puede verlo como un tropezón. Bajo esta premisa, dialogar con personas conocidas puede ayudar a tener una visión más amplia de los hechos y objetiva. Cabe mencionar que este punto también está ligado al de racionalizar el fracaso, como una manera de observar el hecho de otra forma.

Hacer a pesar del miedo

Quizás es demasiado fácil decirlo y hacerlo se vuelve todo un desafío, pero actuar más allá del temor es primordial. Para equivocarse hay que hacer, quien no hace nada quizás no se equivoca, pero tampoco cumple con sus objetivos. Por lo tanto, saber que el miedo forma parte del paso por la vida es comprender que la valentía es enfrentar esa desconfianza a no poder lograrlo. A partir de ello será posible mirar ese miedo desde otro lado y enfrentarse al mismo para lograr lo propuesto.