Aprender del error y convertirlo en éxito

Una máxima del mundo del emprendedurismo es que un error no puede frenarte y es que, casi por seguro, todos los emprendimientos tienen muchos errores a lo largo de su desarrollo, en especial en los inicios. Sin embargo, atravesar esas situaciones adversas es, probablemente, una de las mejores formas de aprender y prepararse para llegar a lograr buenos resultados

Claro que no todos pueden hacerlo y muchas veces un error termina condicionando la visión a futuro, el ánimo y hasta el deseo de emprender. Se convierte en un filtro, pero aquellos que transitan el error como un aprendizaje pueden hacer de esa experiencia una fortaleza. Incluso un error puede determinar y acelerar el éxito, ya que muchas veces la equivocación deriva en encontrar oportunidades que, si son bien aprovechadas, pueden potenciar una marca o compañía. 

¿Qué significa el error al emprender? 

El concepto de error al momento de emprender se mantiene desde su significado más semántico, pero tiene otra característica en lo práctico. Errar o equivocarse, no es fracasar, sino que lo más cercano al error sería no sacarle provecho a la equivocación para continuar intentando y aplicando los ajustes necesarios para no cometer ese mismo fallo. 

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Es decir, los errores al emprender pueden ser no admitir esos errores propiamente dichos y no trabajar a partir de ellos. Asimismo, otra equivocación puede ser la de encerrarse en la idea original y no discernir, tras un intento fallido, que esa idea puede mutar para volverse una oportunidad de negocio, que en definitiva es lo que se está buscando (en la mayoría de los casos). 

4 casos de éxito que nacieron a partir de un error inicial

Estos casos de éxito son emblemáticos y si bien son empresas gigantes ahora, difíciles de igualar y de tomar como referencia, todo comenzó tras un acto fallido. Una prueba que forzó la reinvención y encaminó la situación. 

Los hermanos Kellog's 

Uno de los casos más reconocidos de lo que surgió a partir de un error muy inocente, pero que representó una oportunidad de negocio bien aprovechada, es la marca Kellog's de cereales. Su historia comenzó en 1898, cuando los hermanos Kellog's quisieron incorporar cereales a su dieta y a la alimentación de los pacientes del hospital en el que trabajaban. 

Durante la investigación que realizaron para conseguir nuevas fórmulas de alimentación, olvidaron maíz hervido en el horno y arruinaron la preparación, o al menos eso pensaron en un primer momento. Sin embargo, en lugar de descartar el resultado, realizaron un paso más que fue tostarlo hasta obtener unos muy ligeros y crujientes copos que fueron furor entre los sujetos de prueba y lanzaron al estrellato el apellido de los dos hermanos, siendo hasta el día de hoy una marca líder en la industria.

El caso de Henry Ford

Difícil pensar que el apellido Ford es sinónimo de fracaso, teniendo en cuenta que es una de las marcas de automóviles más vendidas a nivel mundial. Pero en los comienzos, el fundador de la legendaria marca, atravesó no uno, sino varios "fracasos", hasta despegar y lograr el éxito. 

De hecho, luego de crear el primer aparato movil sobre cuatro ruedas, generó una buena cantidad de inversiones pero no consiguió crear un producto viable que se inserte en el mercado. Incluso fue empujado a renunciar y a abandonar su propia compañía, pero eso no lo detuvo. “El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia”, dijo luego. 

Mary Kay Ash

Otra reconocida emprendedora, fundadora de la célebre marca de cosméticos que lleva su nombre, que tuvo que pasar por momentos de frustración y una serie de decisiones equivocadas, que la formarían para el tremendo éxito que le siguió. 

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Es que su historia comienza mediante una publicación escrita sobre cómo triunfar siendo mujer en un mundo de negocios dominado por hombres, ya que las compañías en las que había trabajado nunca tomaron en serio sus ideas. Fue así que se encontró con su propia receta de éxito, al tratar de ayudar al resto a impulsarse. 

"Caemos para tener éxito", expreso en algún momento.