Malestar e incomodidad

Toxicidad laboral: consejos para tratarla y prevenirla

Compartir horas de forma diaria con personas que atentan contra el bienestar laboral puede ser desgastante. Es por eso que existen útiles mecanismos para lidiar con las faltas de respeto, la arrogancia y demás posturas conflictivas.
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Toxicidad laboral: consejos para tratarla y prevenirla

Construir respeto desde el respeto

Descubrir o identificar cuándo una persona o relación es tóxica puede no resultar tan fácil. Tanto en el trabajo como en los diferentes ambientes de la vida personal, se pueden mezclar sentimientos o experiencias previas que dificultan tal reconocimiento. En este sentido, es importante tener presente que las relaciones tóxicas suelen generar estrés, agotamiento, así como también ansiedad y depresión. Por lo tanto, saber sobrellevar estos casos es fundamental para cuidar la salud propia.

Partiendo de este punto, existen algunas claves para afrontar estas situaciones de falta de respeto, ataques o intentos de manipulación. Las mismas se centran en formas de comunicarse e interactuar que, no solo ayudan a lidiar con estas situaciones, sino también a prevenirlas y evitarlas. Por otro lado, no se debe caer en el error de creer que existe una receta universal para tratar con personas tóxicas. Cada una de estas personas tiene particularidades que las diferencian de las demás, por lo tanto la forma de sobrellevar estos casos también será diferente.

De esta manera, las principales consecuencias de cargar con relaciones tóxicas en el ambiente laboral afectan al crecimiento de toda empresa u organización. De forma inevitable, cuestiones como la productividad o la creatividad se verán atravesadas por estas maneras de relacionarse. A su vez, usualmente se acrecienta el resentimiento hacia la figura del otro y se pierden las acciones solidarias que potencian de forma mutua el trabajo de cada uno de los integrantes.

Algunas bases generales para sobrellevar estas situaciones

Si bien como se mencionó anteriormente cada caso tendrá sus diferencias, es importante mantener cierta postura independientemente de las relaciones a tratar. De esta manera, la asertividad es un comportamiento que ayuda a fomentar una comunicación clara y permite defenderse siempre desde un lado respetuoso. La misma se basa en la gestión de los sentimientos y opiniones dejando a un lado aquellos comportamientos entendidos como agresivos o manipuladores.

En esta misma línea, la asertividad es una característica que no se incorpora de la noche a la mañana. Se debe trabajar y desarrollar para así lograr tener mayor control de las formas de actuar y reaccionar. Bajo estos parámetros es posible mencionar algunos ejemplos como el tono de voz o gestos que se pueden hacer presentes de forma involuntaria y automática. A su vez, mientras mejor sean manejadas emociones como la vergüenza, el enojo, los nervios y demás, es posible mantener argumentos claros y seguros frente a cualquier intercambio con otra persona.

Cómo actuar frente a los diferentes tipos de personas tóxicas

Generando en grandes medidas problemas relacionados al estrés, la frustración, la ansiedad, entre otros, la toxicidad laboral requiere ser tratada. A continuación podrás conocer los diferentes tipos y los mecanismos correspondientes para sobrellevar esas situaciones.

Personas manipuladoras

Al ser una de las características más difíciles de identificar, es necesario tener mucho cuidado con las personas manipuladoras. Las mismas se pueden definir como aquellas que buscan satisfacer sus necesidades utilizando a los demás sin importar sus consecuencias. Es decir, a diferencia de la persuación, aquí no se tienen en cuenta las emociones y los deseos de aquellas personas entendidas como víctimas.

Si bien puede resultar costoso en el ámbito laboral, intentar alejarse de estos sujetos es lo principal. Compartir la menor cantidad de tiempo posible. Ahora bien, cuando esto resulta difícil, es necesario marcar límites claros para que noten que te deben respetar. Es decir, tratar de transmitir firmeza sin entrar en conflicto o confrontación.

Personas impulsivas y agresivas

Cuando alguien no puede medir sus reacciones y responde de forma desmedida o rápida ante cualquier situación, puede generar malestar en el trabajo. Los motivos de estos casos pueden ser diversos y en muchas ocasiones están relacionados a la ansiedad o a la inestabilidad. Por otro lado, para tratarlos no hay demasiados caminos. Lo mejor suele ser entender que aquel enojo o reacción no está dirigido a uno mismo. De esta manera, demostrando tranquilidad, empatía o dejando pasar unos minutos es posible sobrellevar estos momentos.

Personas arrogantes

Cuando alguien se cree superior al resto, lo demostrará en cada momento que lo sienta útil. Ya sea por la necesidad de dominar de forma constante o por el placer que les genera intimidar, estas personas suelen no tolerar a quienes optan por caminos diferentes al suyo. Por lo tanto, su tratamiento debe ser cuidadoso.

Dentro de las recomendaciones que se pueden mencionar frente a estas conductas, es clave resaltar que la sumisión solo generará el fortalecimiento de la actitud de estas personas. Es decir, buscarán imponer más aún su verdad. En cambio, es necesario mantener un equilibrio entre respeto y solidez. Mediante una postura directa y concisa hay que mantener los modales.

Personas que transmiten negatividad

Contagiando en muchas ocasiones a los demás, otro tipo de persona es la que parece disfrutar simplemente de quejarse. Las mismas no cuentan con demasiada coherencia en sus argumentos, pero igualmente siempre al opinar mantienen una perspectiva peor a la del resto. Tal personalidad puede estar en muchas ocasiones ligada a la falta de seguridad.

Teniendo en cuenta estas características, puede que identificar a estas personas no resulte demasiado difícil. Por otro lado, es importante no caer en su juego, no dejarse llevar por esa marea de negatividad. En este sentido, será posible notar que hay opiniones que pueden ser exageradas y así disentir.