Primeros pasos

Cómo reconocer una buena idea con potencial para emprender

A partir de algunos parámetros básicos es posible identificar cuándo una idea es lo realmente prometedora como para invertir tiempo, energía y dinero en ella. Conoce estas claves orientadoras.
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Cómo reconocer una buena idea con potencial para emprender

Señales que anticipan resultados positivos

Es de público conocimiento que ninguna instancia en el camino de un emprendedor es fácil, pero los primeros pasos sin dudas son de una incertidumbre difícil de sobrellevar. Toda la energía y las ganas por comenzar se mezclan con las dudas sobre los resultados del proyecto o simplemente saber cómo lograr sostenerlo en el tiempo. Es frente a este panorama que surge el interrogante de cuándo una iniciativa es lo suficiente sólida como para lanzarse en la aventura.

Con el objetivo de tener clara esta situación inicial, es posible recordar que una idea de negocio se basa en una propuesta comercial que trae consigo al menos uno de estos dos puntos claves: la resolución de un problema o un gran aporte ante conflictos que atraviesan a la sociedad o el medio ambiente. Partiendo de esta clave fundamental, hay que recordar que a su vez esa idea de negocio debe generar beneficios económicos para el impulsor de la misma, pero también un beneficio real para quien consume el producto o servicio.

Lamentable, y como ocurre en la gran mayoría de los casos, para reconocer una idea con potencial para emprender no existe una fórmula matemática que solucione aquella búsqueda. Serán las preguntas a uno mismo en referencia a aquella idea las que finalmente acerquen a un emprendedor a la respuesta. En esta línea, preguntarse si aquella idea es única es uno de los primeros pasos. Muchas veces algo parece original, pero al investigar un poco es la base de otro negocio exitoso.

Herramientas para encontrar el camino

Más allá de las técnicas para identificar el valor de aquella idea, también existen algunos recursos que sirven para ahondar en cuáles pueden ser las propuestas que harán la diferencia. A modo de ejemplo, el hecho de observar cuáles son las tendencias de la industria o investigar qué funciona en otros mercados o localidades puede ser una gran referencia a tener en cuenta. En muchas ocasiones, inspirarse en ideas de otros lugares, darle identidad y amoldarlas a una región puede ser el comienzo de un gran negocio.

Del modo opuesto a los resultados que se pueden obtener de observar y analizar las tendencias de la industria, también es preciso identificar cuáles son las ineficiencias del mercado. Puede que haya insatisfacciones que no están siendo trabajadas, y esto no quiere decir que no existe producto o servicio para ello. Muchas veces el mismo no satisface a todos los clientes y, por ende, hace falta una nueva solución para sacar jugo a ese sector.

5 claves para identificar una idea para emprender

Existen preguntas que funcionan para esclarecer el panorama y reconocer la potencialidad de una idea para emprender. A continuación, podrás conocer las más importantes.

¿Ofrece solución a un problema?

Es sumamente importante comenzar identificando si existe realmente una necesidad que el producto o servicio de esa idea puede satisfacer. Para ello resulta correcto tomar datos y hechos concretos con el fin de no caer en un escenario sin sustento. Es decir, analizar cuáles son los resultados de aquellos productos o servicios similares, qué valor tiene en el mercado, cuál es la competencia relacionada a esa idea, y demás.

¿Cuán innovadora es?

Si bien el valor de innovación que puede tener una idea no es un limitante o cuestión inflexible, resulta importante hacerse esta pregunta para notar también su potencial. Como se mencionó anteriormente, es posible que la idea no sea completamente nueva, sino que tome y adapte aspectos de otros proyectos de negocios que funcionaron. De esta manera, poder generar un modelo más rápido, práctico o accesible a la hora de llevarlo adelante.

¿Cuál es el público apuntado?

En el mundo emprendedor es recurrente escuchar la frase “sin público no hay mercado”, es por eso que este es un aspecto que no se puede subestimar bajo ningún punto de vista. En este sentido, identificar cuál es el grupo de personas que tienen intereses en común y características semejantes es el primer paso.

Partiendo de esta base, es primordial preguntarse si ese público puede realmente pagar por el producto o servicio. Respuesta para la que puede ser de gran ayuda crear escenarios alternativos y así evaluar cuán viable es el negocio en relación a diversas escalas de precio.

¿Es rentable?

Haciendo foco precisamente en aspectos económicos, llega el momento de preguntarse cuáles serán los costos fijos por ese producto o servicio, los costos variables para su producción, las fuentes de ingreso, los plazos de cobro y pago, y otros aspectos. Para ello, lo correcto es desarrollar un plan de negocios con la mayor información posible y así tener una base sólida para observar la potencialidad real de aquella idea.

¿Qué financiamiento requiere?

Siempre es importante tener en cuenta cuál es el tamaño de la inversión que necesitará el proyecto. Cuál es la suma requerida para dar forma y consolidar esa idea, así como también cuáles son los recursos para poder financiarla. No hay que olvidar que siempre existe la posibilidad de buscar apoyo de otras entidades y negociar.