La voluntad de crear y la decisión de innovar
Cada una de las historias de emprendedores tienes sus condimentos diferentes. Orígenes, recorrido, formación, dificultades, son diversas variables que se completan con distintas circunstancias en cada caso. Sin embargo, todas comparten algo: la convicción y las ganas de crear algo en donde no había nada.
La de Juanma Rodríguez, Fundador y Co-CEO de Interfell, una las compañías pioneras en trabajo remoto en Latinoamérica, contiene ese factor en grandes proporciones. No solo que la innovación en su rubro fue absoluta, ya que el trabajo remoto no era un concepto establecido como lo es hoy, sino que se llevó a cabo sin el recurso indispensable y fundamental.
De todas formas, antes de ese hito hubo un camino que lo permitió, lo sustenta y sin dudas lo explica. Un recorrido y un contexto que obliga a tomar decisiones y enseña también a cómo hacerlo. Una historia que asienta los pilares que permiten buscar, alcanzar y disfrutar del éxito, aunque este no sea el objetivo en sí.
Tener un proyecto pero no un trabajo
“Yo vengo del mundo del cine, del mundo del arte y del mundo del freelance”, comienza advirtiendo, y afirma: “Allí las oportunidades son muy escasas, inciertas y poco productivas a largo plazo, y otras hasta injustas económicamente. Por lo que estar en ese ámbito todos los días es como levantarte pensando en ‘tengo un proyecto pero no un trabajo estable en el tiempo’”.
Juanma estudió y se recibió como Director Cinematográfico en la Universidad de los Andes y obtuvo un Master en Bellas Artes en The Ohio StateUniversity, entre otras tantas titulaciones académicas. Y aunque su formación tiene mucho que ver con sus capacidades y su visión, comprendió que al menos en ese momento el ámbito laboral no era el adecuado para desarrollarse como profesional.
"Luego de avanzar en el mundo del arte y pensar que localmente no podía continuar en ese ámbito, ya que existían limitantes para crecer profesionalmente como yo proyectaba, es cuando decido emprender universalmente. No fue de la noche a la mañana, en el camino vas encontrando personas correctas como incorrectas, pero te vas amoldando para entender cada una de las experiencias, y fue allí que junto a Daniel y Aurora logramos estructurar una idea que con total seguridad nos iba a dar estabilidad, a nosotros y todo aquel que se uniera, porque le daríamos un giro al mundo del freelanceo e impondríamos una, en aquel entonces innovadora, modalidad laboral. Y eso fue lo que más nos motivó", explica.
Su origen: un oasis en el desierto
El sitio en donde todo comienza tiene en esta historia un lugar trascendental, y además, expresa en gran medida la esencia no solo de todo el recorrido sino también del proyecto final.
Así lo rememora Juanma: “Yo soy de Mérida, Venezuela. Es una ciudad muy particular porque promueve la educación universitaria, el conocimiento, promueve a las personas cultas, inteligentes y prestas al servicio. Vengo de esa escuela, una ciudad muy pequeña con mucho potencial de profesionales a exportar. Justamente eso también nos impulsó, ya que éramos un grupo con demasiado conocimiento estancado en un sitio que no tenía sello de exportación ni trayectoria global”.
En definitiva, todo nos lleva al mismo lugar. Desde un sitio donde nada se esperaba, por capacidad, voluntad y visión, emergió la carrera de Juanma, la de sus socios Daniel Juárez y Aurora Pérez Paz y su proyecto: “Nos dimos cuenta que podíamos lograr que una persona de un lugar por más pequeño que fuera podía conectarse con entornos laborales en todo el mundo a través del internet”, sentencia.
Emprender en uno mismo, el primer paso
Al pensar en los primeros pasos como emprendedor, Juanma tiene bien en claro el secreto de por dónde empezar: “El primer proyecto que tú haces como emprendedor es el de ti mismo. Si tú no te vendes como marca, persona, frente de negocios, proyecto viable que funciona, inspira, motiva, innova, yo creo que tú nunca vas a poder cerrar una venta y menos impactar en la sociedad”.
“Si nadie cree en ti, nadie va a creer en un nombre o una marca”, continúa, y concluye: “Y así iniciamos nuestro primer proyecto, vendiéndonos como un ente transparente, con capacidad, con seguridad, confianza, compromiso, responsabilidad y fidelidad que podiamos lograr lo que estabamos logrando en ese momento con nosotros mismos: conectándonos con el mundo. Y a partir de esa relación que funcionó como primer proyecto, todo se expandió”.
Asumir el reto: montar una compañía de trabajo remoto sin internet
En septiembre de 2016 Juanma y sus socios tomaron sus experiencias recientes, algunas no tan fructíferas, y se lanzaron en la creación de Interfell. Sin embargo, el contexto no era el más indicado: “Cuando decidimos emprender nos decían, ¿en serio van a emprender en el lugar menos indicado para emprender? Entonces entre Aurora, Daniel y yo, unimos fuerzas, literal concentramos routers y las computadoras de nuestras casas para conectarnos a internet. Suena cómico pero era real: Entre los tres no llegábamos a 1MB de velocidad de internet, pero entendimos que era suficiente para establecer una comunicación, para marcar un número, para enviar un correo”, relata Juanma sobre aquel inicio.
“Sabíamos que teníamos pequeñas oportunidades para demostrar lo que éramos y vender la idea del trabajo remoto en ese mínimo espacio de conexión”, sigue contando, “de las ocho horas que teníamos de internet, se nos presentaban quizás hasta diez minutos para establecer diez negocios. Un reto, si, pero esos son los escenarios donde muchas personas las pueden ver o juzgar como complejos e imposibles, y nosotros lo veíamos como la oportunidad de la vida, el minuto de la vida: así que aprovéchalo al máximo”.
El concepto de Interfell y su mensaje al mundo
Tanto al repasar esta historia como en muchos otros casos que se han relatado en Next Idea 4U, se puede notar claramente el poder de la inspiración y los propósitos. Justamente por eso, jamás son menores las motivaciones más íntimas de los creadores y sus objetivos de transformar realmente las cosas.
En este sentido, esta no es la excepción: “Cuando creamos Interfell pensamos en ese nombre porque es una metáfora que hace referencia a ‘cuando el internet se cae’”, explica Juanma, y describe: “El concepto de Interfell significa que cuando uno se cae, se levanta, y cuando nos caemos juntos nos podemos levantar juntos también. En nuestro caso el internet cae en una ciudad donde nadie estaba preparado para afrontar entornos digitales como los nuestros y nosotros con mucho compromiso, responsabilidad y proyección, en una mínima ventana, estábamos demostrando concretar un negocio internacional para que la gente creyera en nosotros por nuestra forma de vendernos: el trabajo remoto era posible”.
Según Juanma, además, el puntapié que dieron no solo los impulsó personalmente sino también interpeló a muchas personas en la región y abrió un juego por demás provechoso: “Dimos apertura a un crecimiento que inspira a muchas personas, no solo en Mérida sino también en Venezuela y hoy en día en Latinoamérica. La gente pensaba que no podía ser parte de una oportunidad laboral fuera de la localidad quedándote en tu sitio, y nosotros rompimos con eso. Puedes ser alguien, demostrar a alguien lo que vales sin ser juzgado de dónde vienes porque hasta con poco internet, en ese momento, a la mínima oportunidad obtendrías el valor de cada profesional y de los conocimientos compartidos. Estábamos y seguimos creando proyectos de envergadura mundial sin ver los pasaportes", reflexiona con orgullo.
Presente de la compañía: un negocio en crecimiento y de proyección mundial
Actualmente, Interfell está presente en Venezuela, Estados Unidos, España y Colombia, y genera vínculos comerciales conectando personas y proyectos literalmente en todos los rincones del mundo. Con respecto a esto, Juanma analiza la situación: “Hoy en día hemos firmado 1.400 contratos en Latinoamérica y el mundo, poder haber generado 1.400 oportunidades de trabajo remoto nos tiene realmente muy satisfechos. En cuanto a los profesionales, en un 95% están en Latinoamérica y en un 5% en otros países, y si hacemos un análisis de las oportunidades o proyectos que se están desarrollando están en un 50% en Latinoamérica y en un 50% en el resto del mundo, por ejemplo, países como España, Finlandia, Francia, Singapur y otros han estado bajo nuestra responsabilidad de desarrollo en cuanto a proyectos se refiere. Y mucho más".
En referencia a la evolución de la empresa, Juanma es muy claro y, a modo de referencia, compara el escenario actual con el inicio: “Nosotros comenzamos un día con tres laptops, cincuenta dólares y 1mb de internet, y para hoy exceder los 2.5 millones de dólares en facturación, te dice de lo que estamos hechos. Puedo decir con orgullo que hace unos meses recibimos una oferta de compra de varios millones por la compañía. Pero en definitiva el mensaje es que hemos logrado en cada año aumentar del 100 al 150% la facturación del año anterior, más contratos con profesionales, más proyectos en desarrollo, lo que nos marca un crecimiento económico orgánico y nos motiva a seguir posicionando a Interfell como una buena referencia que no para de expandirse, sin financiamiento”.
Expansión y crecimiento, dos conceptos en los que Interfell cree y basa sus objetivos. Y además, no deja de ser ambicioso: “Queremos que el talento latinoamericano sea el frente de profesionales en el mundo, que haya oportunidades para desarrollar proyectos de innovación social y en efecto tecnológico”, anhela Juanma con convicción.
Caminar con conciencia y dejando huella, el camino del éxito constante
Tras conocer toda la historia se podría pensar inmediatamente en el éxito de Interfell y en el de Juanma, Daniel y Aurora. El final de un camino plagado de desafíos al principio que hoy descansa en la prosperidad de un negocio virtuoso. Sin embargo, la esencia del proyecto y sus creadores justamente no radica allí.
“Yo pienso que el éxito nunca se alcanza a menos que seas feliz, por ende está ligado a la felicidad, a la felicidad plena”, reflexiona Juanma, y continúa: “Tu no reemplazas la felicidad con mejor economía, tres pisos más de tu edificio, y el pensamiento errado de crecer verticalmente. Cuando hablo de felicidad plena es que la misma te hace ver los caminos con mayor objetividad, acierto y deseo: si eres feliz avanzas. Y al avanzar conquistas éxito inmediato. Eso es".