Montar un emprendimiento es más que llevar adelante un proyecto, es elegir cómo posicionarse ante la vida dando cuenta de un interés por tomar las riendas. Muchos soñadores a gran escala dirán que buscan cambiar el mundo, otros simplemente explicarán que quieren trabajar para ellos mismos. Sea cual sea el objetivo, ambos serán emprendedores y eso da cuenta de un carácter diferencial.
En este escenario muchas personas que quizás no comprenden la profundidad del asunto pueden temer a la decisión de emprender. Que lanzar un negocio es demasiado riesgoso, que puede representar mucha presión, quizás genera deudas, y muchos miedos más. Sin embargo, esa emoción que significa asumir el desafío de emprender trae consigo un cambio notable en la cotidianidad, una libertad que difícilmente resulte posible encontrar en un empleo convencional.
Formado en Ingeniería Informática y Administración de Empresas, Roberto Camhi es un experimentado empresario que, a pesar de ser justamente empresario, hace énfasis en el valor de considerarse emprendedor. “Prefiero llamarme emprendedor, es un tema semántico que simboliza que sigo pensando como los emprendedores jóvenes”, comienza reflexionando. “Ser emprendedor me permitió hacer lo que me gusta, sentir que soy capaz de lograr lo que me proponga”, afirma el fundador de Mapcity, empresa que luego fue adquirida por Equifax Corp. Es a partir de esta idea que ya arroja algunas certezas acerca de lo que rerpesenta emprender.
Regresando a aquel concepto de libertad tan presente en los emprendedores, el autor de “Piensa al revés” y “Hackea tu mente” también hace alusión a la oportunidad de soltarse al emprender. Remarca que para él no era una opción trabajar en empresas de renombre como IBM o Sonda, sino que su búsqueda se centraba en otro plano y para eso era necesario resignar algunas cosas. “Preferí ganar menos pero estar en temas de punta”, sostiene.
Es a partir de esta última frase que el experimentado en tecnología y negocios da cuenta de esa forma diferente de pensar que trae consigo un emprendedor. Es decir, darle lugar a ese sentimiento de insatisfacción y utilizarlo como motor para un proyecto propio, ya que en algunos rubros “la única forma de poder experimentar y pivotar es emprendiendo”, indica.
Si bien la intención aquí es desarrollar aquellas cuestiones positivas del emprender, muchas veces se confunde tener un negocio propio con trabajar menos tiempo. Se cree que, al no tener un superior que marque los horarios será posible tener más descanso y disfrutar más del tiempo libre. Resulta necesario borrar esa idea lo antes posible porque no solo no será así, sino que será al revés.
“El emprender no te da libertad de tiempo, es libertad de pensamiento, poder hacer lo que te gusta, pero trabajas mucho más”, advierte el fundador de Apanio, reconocido como el hub de servicios y e-commerce más importante de pymes de Chile. En este sentido, si bien el tiempo libre quizás sea menor, la diferencia de ritmo sí es un punto a favor. “Puedes caerte y volver a levantarte”, argumenta Roberto.
Así como se presentan condiciones que trabajar (el autocontrol y la responsabilidad con uno mismo, por ejemplo), el mentor señala que este crecimiento personal se generaliza. “En un emprendimiento estás obligado a desarrollar tus competencias en muchas áreas porque lo haces todo”, describe. Un aprendizaje que, a diferencia de cómo ocurre muchas veces en un trabajo convencional, aquí siempre tendrá la pasión y el interés como estímulo. Esas ganas por ver crecer el emprendimiento y mejorar día a día.
Llevar adelante un emprendimiento puede ser una gran oportunidad para trabajar de otra forma, con una perspectiva y unas ganas diferentes. A continuación podrás conocer los aspectos positivos más notorios de montar un emprendimiento.
Al depender netamente de los ingresos del emprendimiento, no solo es posible ajustar los precios y la oferta de los productos o servicios según lo que se considere justo y necesario. Aquí se abre la posibilidad de aumentar el alcance, escalar y lograr importantes progresos. Como Ingeniero Civil en Computación, Roberto resalta que el emprender para él representó una libertad financiera que resulta muy difícil de lograr en una carrera profesional como empleado.
“En un trabajo convencional te diría que te especializas en un quehacer, eres un engranaje de una estructura más grande y en muchas veces en desconexión con las otras áreas”, explica el emprendedor. Sin darle un tinte necesariamente negativo a esta forma de trabajar, el experto destaca en el emprendimiento esa posibilidad por moverse hacia donde uno considere interesante. No quedarse precisamente en un área, sino sacar provecho de esa movilidad.
Las nuevas ideas, propuestas innovadoras y pensamientos creativos pueden ser volcados en un emprendimiento. Imaginarlo, darle forma e intentar llevar ese concepto a la práctica es un hermoso proceso que resulta único. A su vez, cada rubro laboral tendrá sus oportunidades para explotar, y si verdaderamente interesa aprovecharlos, un emprendimiento es lo ideal.
desde Chile 
