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Todo lo que hay que saber para aprovechar y valorar la modalidad home office

Trabajar en casa a tiempo completo es una posibilidad que se acrecentó luego de la pandemia. A algunos los encontró más desprevenidos que a otros, pero lo cierto es que se ha transformado en una alternativa concreta y con muchos beneficios.
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Todo lo que hay que saber para aprovechar y valorar la modalidad home office

Home Office: el trabajo en casa

A trabajar en casa se le ha puesto un nombre prácticamente universal que es el home office, aunque en español también se le conoce como teletrabajo, trabajo remoto, a distancia, entre otros. ¿Qué es? Básicamente una situación flexible, en la que se pueden cumplir las tareas laborales en el domicilio particular. En ese caso, cada empresa, startup o negocio, define y establece la carga horaria y de tareas para realizar en dicha modalidad. 

Si bien no es algo nuevo, ni novedoso, porque hace muchos años que internet y la tecnología han permitido incursionar en esta forma de trabajo, lo cierto es que la pandemia generó un aceleramiento y una revolución a la vez en la manera en que todos miraban o consideraban al home office. 

De hecho, los datos estadísticos captados por algunas consultoras internacionales registran que pasó de ser una una modalidad de aplicación minoritaria en las empresas, con un aproximado 15% de penetración, sobre todo en las grandes compañías, a ser un estilo adoptado por casi el 50% de las organizaciones. Claro que en un primer momento esto se debió a las disposiciones sanitarias que mantenían a la gente en sus casas, sin embargo, cuando los aislamientos finalizaron, muchas compañías se dieron cuenta que existían múltiples ventajas en el home office, tanto para los empleados como para el rédito que estos terminan aportando a la empresa, subiendo el nivel de productividad. 

La tecnología como mejor aliada

Para poder afrontar el home office las necesidades básicas son: conexión a internet, dispositivos conectados a la red y un espacio cómodo donde poder desarrollar las tareas, aunque este último ya va más en una cuestión de elección personal y que hace a la salud de cada persona, pero verdaderamente con los dos primeros requerimientos ya sería posible.

Las nuevas tecnologías acercan a las personas y evitan la necesidad de viajar, atascarse en el tráfico, agolparse en los transportes públicos y otras situaciones solo para llegar a una oficina en donde lo que se hará será lo mismo que se puede estar haciendo en casa. Cada vez más, surgen espacios virtuales de encuentro, aplicaciones para comunicarse fácil y sencillo con otra persona, en cualquier parte del mundo. Además, almacenar información, archivos y contenidos en la nube es muy simple también y no necesita de ningún software interno. 

El hecho de acercar a las personas no solo es entre los ya conocidos, sino que la tecnología y el impacto del trabajo remoto, como variante del home office, abre las puertas a la globalización y a la posibilidad de buscar talentos fuera de los límites geográficos de una ciudad, de un país y hasta de un continente. Así, crece el nomadismo digital y los negocios pueden optar por una lógica de trabajo que no sea tradicional ni a largo plazo, sino paso por paso, proyecto por proyecto. 

Lo bueno y no tan bueno del home office

Las bondades del home office a veces pueden obnubilar y el juicio sobre esta modalidad no termina siendo del todo justo, sin embargo, más allá de las advertencias a tener en cuenta, sin duda que se pueden destacar muchas más pro que contras

El factor sustentable 

Trabajar en casa o en un lugar que no sea la oficina como tal, es una tendencia que sigue sumando adeptos y quienes se suman lo hacen por distintas causas. Una que últimamente toma relevancia es la de aportar a la sustentabilidad, tanto del lado de las empresas como de los trabajadores. 

Es que al lograr un funcionamiento y una comunicación suficiente a través de la conectividad a internet y los distintos tipos de redes sociales que ofrecen servicios concretos para las empresas en este sentido, está la posibilidad de reservar el trabajo presencial solo para reuniones particulares o tareas específicas que requieran de una mayor calidad en el contacto humano. En este punto, es importante recalcar que la consideración de un formato híbrido, con presencialidad de apenas algunos días al mes, puede resultar incluso superior a otras modalidades, por combinar el home office con las relaciones cara a cara que seguirán aportando lo suyo. De todas maneras, la elección final dependerá mucho de las tareas y actividades que cada negocio desarrolle

Asimismo, las organizaciones que le dan vía libre al home office pueden reducir tasas de problemáticas tales como la falta de motivación, que impacta directamente en la productividad, la eliminación de presiones por presentismo y horario, disminución de costos de producción y hasta ahorro en el mantenimiento de infraestructuras innecesarias.

Más autonomía y mayores responsabilidades

Por el lado de los trabajadores, hay que decir que el home office permite incrementar la autonomía, aunque también es importante destacar que así como crece la autonomía, debe crecer la responsabilidad. Los trabajadores tienen un mayor poder en la toma de decisiones respecto a los momentos y flujos de trabajo, según el horario que mejor les quede, pensando en complementar del mejor modo posible la vida laboral con la personal o familiar.

Dotar de estas condiciones a un empleado puede generar ventajas para el negocio, ya que  son beneficios que llevan a un aumento de la satisfacción de las personas, que sienten que se deposita confianza en ellos para poder disponer de sus horarios, pero además recuperar horas del día, sacando el tiempo que se pierde con los viajes innecesarios a la oficina.