Emprender en familia: ¿acierto o error?
Nadie puede juzgar a un emprendimiento antes de que comience a desarrollarse, se conforme de la manera que se conforme, elija la estructura que elija, prejuzgar es una cuestión que se dirime netamente en el azar del tiempo a futuro. Por supuesto que se puede evaluar y hacer una análisis de si hay una mejor conformación o al menos una planificación que ayude a que el emprendimiento en definitiva se desarrolle con las bases más seguras posibles, pero de todos modos no existe una fórmula mágica ni específica para el éxito, ya que de ser así todos la utilizarían.
Emprender en familia es uno de esos conceptos que de arranque cuentan con una mirada algo negativa, incluso existe un dicho popular que marca que no hay que mezclar negocios con la familia. Sin embargo, hay casos de éxito rotundo de empresas que se iniciaron desde el seno familiar. Es más, algunos estudios indican que en América Latina 1 de cada 5 emprendimientos que se inician, es de carácter familiar.
A tener en cuenta para en emprender en familia
Una recomendación que suelen hacer quienes han tomado el camino de emprender en familia, es que no por el hecho de ser familia las cosas se deben forzar. Es decir, que al emprender siempre se debe buscar que haya una conexión, personas que se complementen y si resulta que son familiares, pues puede terminar siendo un beneficio desde el punto de vista que habrá una confianza mayor desde el día uno.
De todas maneras hay que evaluar algunas dificultades que son típicas de un emprendimiento familiar, ya que cuando surgen problemas, no es tan fácil romper o separar caminos, a diferencia de lo que puede ser una relación con un empleado, socio o colaborador que no sea familiar, debido al vínculo preexistente y a toda la historia que puede haber por el hecho de compartir apellido o el círculo más cercano al menos.
Factores que ayudan a un buen andar en el negocio familiar
Algunos puntos que hay que tratar de respetar para que la organización en un emprendimiento familiar sea la mejor posible y propicie el desarrollo del negocio.
Gestionar los tiempos y espacios
Al tratarse de un emprendimiento familiar, se entiende que la misma gente con la que se trabaja es la que se encuentra luego en los lugares de descanso, es decir en casa o en reuniones que tienen un motivo de distensión, por fuera de lo laboral.
Es por eso que lo mejor es que las actividades referidas al trabajo no sean dentro de la casa o en los espacios que se comparte con la familia. Es una manera para que el trabajo y la vida cotidiana queden separados y no se vuelva una carga estar en ese lugar. De la misma forma, es importante tener tiempo para uno mismo, la intimidad no debe perderse.
Potenciar la cultura emprendedora
Es importante mantener el espíritu emprendedor vivo y que sea algo general a los miembros de la familia, en especial si lo que se desea es que el emprendimiento perdure en el tiempo y trascienda generaciones. Fomentar que quienes se unan puedan aportar sus ideas e innovar, es una gran manera también de generar esa cultura emprendedora.
Responsabilidad financiera
Que los empleados sean miembros de una misma familia no significa que las cuestiones elementales de cualquier negocio se dejen de lado y una de las más importantes es la cuestión financiera por supuesto. Todos tienen el derecho a recibir su paga en tiempo y forma, lo que además generará un aura de cultura empresarial y marcará la diferencia entre ámbito familiar y de negocios.
Aprovechar la cercanía como una fortaleza
La relación previa y estrecha que existe en el entorno familiar, es bueno que se potencie en el plano laboral. La misma puede aprovecharse para afianzar los vínculos y para una división de roles con pleno conocimiento de las habilidades positivas y de las debilidades de la otra persona, asignándole tareas que le sean apropiadas y que resulten productivas.
Además, se puede establecer un buen clima y ambiente de trabajo, siendo que ya hay confianza y se conocen los límites del humor o incluso cómo reaccionan las personas ante determinado estímulo o situación.
División y evaluación de roles: la clave para mantener el profesionalismo
Que el emprendimiento se desarrolle con un profesionalismo absoluto depende principalmente de una cuestión que hay que dejar clara desde los inicios del proyecto: la evaluación y posterior división de roles.
En ninguna organización todos pueden hacer todo, porque lo que ocurre en esos casos es que nadie termina por cumplir ninguna tarea al 100%. Entonces, evaluando las aptitudes de cada integrante de la familia que vaya a formar parte del emprendimiento, se pueden determinar los roles que tendrán dentro del mismo y así contribuir a la simplificación de tareas y, por ende, a una mayor productividad de cada una de las partes.
Confiar, delegar y no mezclar
Nunca se deben mezclar los asuntos familiares con los laborales, esa es probablemente la regla número uno de un emprendimiento en familia y quizás es también la más difícil de cumplir en todo momento. Mientras más separadas se mantengan esos ejes, mejor para el emprendimiento en cuestión, porque el profesionalismo reinará.
Además, quienes estén en una posición de liderazgo, son los que tienen la responsabilidad de sostener esos mundos separados y para ello es importante confiar en quienes están por debajo en la estructura. Confiar y delegar en el equipo es una gran manera de mostrar e inculcar el profesionalismo, más allá de lo que ocurra con la relación como familia.