David Chávez Romo
Desde Ecuador 
Aunque a veces el camino puede volverse borroso y se dificulte encontrar las capacidades individuales para destacar, es importante tener presente que todas las personas tienen un potencial. En algunos casos despertarlo puede llevar menos tiempo y en otros posiblemente represente una búsqueda mayor, sin embargo, siempre está.
Partiendo de esta base, es fundamental comprender que, en este camino por encontrar el potencial, las ideas negativas y los estándares de perfección pueden cegar a cualquiera. El hecho de sentir que siempre se pudo o debió hacerse mejor, opacaran cualquier desarrollo. Por eso, trabajar para deshacerse de estos obstáculos es un proceso necesario. El mismo permitirá comenzar a hallar la claridad detrás de las nubes.
Estos estándares de perfección suelen estar ligados a experiencias personales que forman parte del pasado. En muchas ocasiones están ligados a vivencias de la crianza que se inculcan de forma inevitable sin propósitos negativos. Asimismo, cargar con ideas que remiten a una autoexigencia inabarcable puede dificultar encontrar aquel potencial interno. Por lo tanto, es clave comprender que el presente siempre puede ser un punto de partida para incursionar en nuevas aventuras.
Cuando se hace mención a términos como la autoexigencia, estos se relacionan de manera inevitable a la falta de autorreconocimiento. Apreciar verdaderamente los logros personales es un aspecto fundamental de esta búsqueda. Sin importar la magnitud de aquellos avances u objetivos cumplidos, los mismos deben ser recuperados con orgullo.
Con una perspectiva similar a la que se tiene acerca de aquellos pasos alcanzados, también es necesario no echarse a menos. Tony Robbins, coaching de vida y considerado por muchos como el mejor orador motivacional, retrata este asunto con una frase muy certera: “Lo que podemos o no podemos hacer, lo que consideramos posible o imposible, pocas veces es un reflejo de nuestra verdadera capacidad, sino más bien un reflejo de nuestras creencias acerca de quiénes somos”.
Por lo tanto, la manera en la que cada uno se autopercibe, puede exponer habilidades o dar cuenta de limitaciones. Con el tiempo, aquello que comenzó siendo solo una idea puede volverse una creencia y más tarde una verdad difícil de desarticular. Entonces, tener una mente positiva y confiar en las capacidades propias es un factor fundamental. Será el puntapié para alcanzar grandes resultados.
En muchos casos puede ocurrir que la rutina y la cotidianidad no te brinde un momento para analizar lo realizado. Sin embargo, tomar conciencia de los procesos diarios puede abrir nuevas puertas. Esta forma de trabajo está ligada a realizar las actividades con cautela. Comprender que aquel ritmo acelerado no siempre es tan eficiente como parece, más aún si la energía no está puesta en el lugar indicado.
Sin dejar de expandir conocimientos y crecer con nuevas formaciones, realizar un trabajo consciente conlleva estar despierto ante aquello que sobrevuela alrededor. Esto no quiere decir estar alerta ante posibles conflictos, sino simplemente comprender las diferentes circunstancias para decidir y analizar la realidad. En otras palabras, tomarse un tiempo más y desactivar el chip automático antes de optar por algo.
En este sentido, este método también es fundamental para poder evaluar los avances alcanzados. Permitirá valorar aquellos logros por más pequeños que puedan parecer a primera vista. Así también contribuirá a disminuir el margen de error. Modificando a tiempo si es necesario, se pueden evitar problemas que pueden ser mayores si no se corrigen. De esta manera, no solo mejorará el desempeño individual, sino también fortalecerá las relaciones con los otros.
Seguramente existan épocas en donde tu rutina se encuentre más equilibrada y otras no tanto. Sin embargo, sea cual sea la situación actual, tener presente el valor de un buen estilo de vida es clave. Cuestiones como la actividad física y una correcta alimentación influyen de manera directa en el desarrollo personal. Cuando una es descuidada para atender a la otra, los problemas tarde o temprano llegarán.
Algo similar ocurre con las horas de sueño. Respetar los momentos para que la mente se relaje es tan importante como lo son las horas de trabajo. Motivo de ritmos acelerados, la aparición del estrés y fatiga no hace más que afectar el bienestar personal y el ambiente laboral. Muchas personas encuentran en la meditación, por ejemplo, un mecanismo para poner los pies en el suelo y tomar consciencia del estado actual.
En síntesis, construir hábitos sanos puede ser un gran aliado de la motivación. Confiando en tus capacidades y valorando cada paso alcanzado, tarde o temprano será posible descubrir aquella potencialidad interna. Mientras tanto, no se debe perder nunca de vista la importancia de disfrutar los procesos. Todos los días tienen su momento de placer por más grises que se vean, solo es cuestión de apreciarlos.
