Emprender de manera ordenada: cuentas claras

En la vorágine que sobrevuela a cualquier emprendimiento que da sus primeros pasos, hay distintos aspectos, que conllevan mayor o menor relevancia, necesarios para darle vida al mismo. Uno de ellos es sin duda el aspecto financiero, porque si bien es cierto que el dinero no lo es todo al momento de emprender, si puede resultar un factor determinante, sobre todo en la manera de manejarlo, distribuirlo y aplicarlo. 

Sin embargo, para Lisa Ocampo, que es Co-fundadora de Crowders, desde donde se aventura con empresas y organizaciones para realizar proyectos de emprendedores, siendo específicamente asesora financiera de los mismos, lo importante está en: “ajustar la cabeza alrededor de la problemática o la necesidad que se haya identificado en una población grande, el foco tiene que ser el cliente. Cuando uno emprende ya no existe el business plan, la metodología Lean startup es la de diseñar el producto mínimo viable (MVP) a partir de la idea y el concepto elegido, y salir a comprobarlo”.

Situada en Argentina, al igual que Lisa, Laura Fornasariquien es MBA, coach y mentora internacional de finanzas y negociosademás de emprendedora en sí misma, coincide y retoma desde allí para destacar: “hay que llegar a lo que se llama product market fit, que es lograr ese fin entre el mercado y producto. Desde ahí, se debe trazar un roadmap o mapa de ruta, dentro del que se irán cumpliendo hitos”. 

Sobre tales hitos, amplía: ”para poder lograrlos es necesario pensar cómo financiar esa generación de operación y en ese punto, lo que suelen hacer las startups es comenzar con fondos propios, pero cuando llega un momento donde ya no hay más dinero, se sale a buscar por lo que se llama las Tres F, que son familiares y amigos (Friends, Family and Fools)”.

Control y organización

Es importante que el emprendedor tenga un control y lleve sus finanzas lo más organizadas posible, lo dice Emilia Martínez Vila, Master en Dirección Financiera y asesora de emprendedores con su propio emprendimiento: Planea. Emilia además expresa: “es muy común que, en los inicios, los números personales y del negocio se encuentren en una misma cuenta, y ahí es donde comienza el problema.

Ante tal situación de error común, recomienda: manejarse en cuentas separadas, llevar un registro y tener el mayor control posible para no confundir a qué corresponde cada movimiento que pueda generarse”, y aclara también: “si es una empresa que ya cuenta con cuenta propia, ahí recomiendo tener los registros y documentación siempre actualizados, sean estados contables, Flujos de Caja o alguna proyección”

Flujo de fondos y preguntas claves

Sentadas las bases de los primeros pasos, Laura explica a continuación: “en ese camino inicial es necesario hacer lo que se llama un flujo de fondos, sea más o menos profesional, pero hay que saber para armar un MVP ¿cuánta plata necesito? tanto, perfecto, el paso siguiente para llegar al mercado ¿cuánto? esto”, y plantea otras incógnitas fundamentales: ¿Lo voy a poder cubrir yo? Hay que evaluar que existe un tiempo entre que se llega al mercado y éste compra la idea, que no hay ingresos genuinos del emprendimiento”

Lisa vuelve a coincidir con su compatriota, aunque por su parte le llama a ese proceso de hacerse las preguntas claves: la prueba ácida del negocio”. Asimismo, señala: “muchos emprendedores se equivocan y emprenden sin tener dinero, sin haberlo planificado y uno cuando va a emprender lo tiene que planificar, tiene que tener al menos ciertos ahorros para invertir en ese nuevo negocio, aunque claro que uno no va a invertir todos sus ahorros en un nuevo negocio, esa no sería una decisión sabia para nada”.  

A lo dicho, suma otra advertencia: no solo es tener o conseguir algo de dinero para invertir en el desarrollo y construcción del proyecto, el lanzamiento del MVP, sino también tener en cuenta el valor del propio tiempo. Ocampo se extiende en este punto explicando que: “sería ideal tener mucho dinero y emprender full time, pero eso no es lo que ocurre. En la realidad, es más común que se emprenda con otro trabajo o actividad a la par, hasta tener indicios de funcionamiento o probable éxito”. Así, en definitiva, concluye la idea: “el marco ideal sería dedicarle part time al inicio, construir, lograr algunos hitos y luego si tomar la decisión de meterse full time”.

De dónde sacar el dinero para comenzar

Como explicaba en pasajes anteriores Fornasari, es normal que en un principio el dinero salga de las propias arcas del founder y quienes forman parte del proyecto, así como del círculo más cercano, para luego recién abrir a otras posibilidades. Pero, ¿cuáles son esas posibilidades? Aquí entran en juego los famosos inversores ángeles y los programas de financiamiento públicos o privados. 

Laura de hecho oficia de inversora ángel y puede hablar de primera mano en este sentido, siendo concreta con lo que buscan y lo que pueden aportar este tipo de actores fundamentales en el ecosistema, al momento de apostar por una u otra idea: “los ángeles inversores son personas que, o han sido emprendedores y entonces les interesa seguir en ese mundo emprendedor, o simplemente les gusta el desafío conectan con los emprendedores, pudiendo entregar un valor agregado, porque lo importante del inversor ángel no es tanto el dinero, sino el conocimiento”. 

En consecuencia, como miembro de distintos directorios de Startups, afirma: “generalmente somos personas que tenemos experiencia en haber emprendido, por mi parte lo hice 3 veces y conseguí vender mi parte. Tenemos contactos para ayudar a otros a crecer, acompañamos y hasta brindamos nuestra red de inversores” 

Conseguir la primera inversión 

El plan de buscar y eventualmente lograr el financiamiento para despegar como emprendimiento es sencillo de pensar, más no tanto de ejecutar: “considero que la etapa de conseguir la inversión no es nada fácil, porque puede que el negocio tenga ya su actividad, pero muchas veces no tiene las suficientes garantías para poder acceder a ciertos créditos”, resume Emilia Martínez desde Uruguay. 

De todas formas, la docente en innovación y emprendimiento aclara: “entiendo igualmente que la etapa comienza un poco antes, ya que para mí es fundamental conocer el mercado en el que uno vaya a participar, conocer los competidores, entender muy bien cuál es el nicho al que se apunta y sobre todo cuál es el plan que quiero realizar. Luego, si se pretende acceder a un préstamo, tener en cuenta el historial crediticio, porque será algo que juegue a favor para el futuro”.

¿Qué hacer o cubrir con la primera inversión?

La propia Emilia contesta: “depende mucho de lo que quiero conseguir con ese dinero, al igual que dependerá en qué etapa está el negocio. No es lo mismo un emprendimiento incipiente, con poca actividad, a aquel que logra un subsidio o préstamo para desarrollar una línea de negocio o llevar adelante una decisión más importante”. En esa misma línea, Lisa Ocampo define: cada fuente de financiamiento se comporta de manera diferente. Si el emprendedor participó de un concurso, por ejemplo, nadie le va a reclamar lo que hace o va a hacer con el dinero”.

Hacedora por naturaleza, como ella misma se define, la profesional argentina también resalta: “en cuanto al financiamiento público, requiere de un trabajo previo detallado, de un plan de negocios, una presentación, declaraciones juradas, entre otros requerimientos. Además, para acceder a este tipo de  financiamiento, suele ser importante estar  acompañado por una entidad de apoyo emprendedor”.

Concordando con Martínez Vila, en la visión de Fornasari también será el estadío lo que determinará la decisión, y situándose en lo que sería un emprendimiento inicial, sentencia: “sin olvidar hay una serie de pasos importantes, lo principal es el prototipo, focalizando en responder ¿cuál es el problema que estoy resolviendo?, por lo que lo primero a cubrir sería el MVP

Aprender a caminar antes de correr

“Una vez que se hicieron las pruebas necesarias para darse cuenta que existe un product market fit, recién ahí se está en condiciones  de empezar a crecer e invertir en marketing, equipo, etc. Pero, antes del product market fit, uno tiene que hacer los mínimos gastos necesarios, señala Laura, para luego cerrar la idea con mayor contundencia: hay muchos que se ponen a hacer publicidad antes de tener el PMF y es un problema, todavía no tengo idea si el mercado lo quiere o no, entonces, estoy publicitando algo que después no puedo tangibilizar.