Tanto en la etapa previa de dar comienzo a un emprendimiento, así como también en el transcurso del mismo, es posible escuchar recomendaciones, consejos y opiniones que ayudan a dar los primeros pasos. Si bien la práctica y la puesta a prueba juegan un rol fundamental, poder nutrirse de información sobre los puntos básicos de un emprendimiento permite evitar dolorosos tropezones que pueden costar caro.
Partiendo de esta base, hay que comprender que, al igual que ocurre con cualquier proyecto, existen áreas o puestos que deben ser cubiertos para garantizar el correcto funcionamiento de un emprendimiento. Lejos de ser un asunto menor, ante la falta o mala atención de una de ellos, puede ocurrir que el negocio pierda estabilidad y los números no cierren. Por lo tanto, intentar conducir de la mejor manera estas posiciones será clave para que un emprendimiento marche sobre ruedas, y más aún en sus comienzos.
Si bien serán ampliadas y explicadas con mayor profundidad a lo largo de este desarrollo, es posible destacar algunos puestos claves. Entre ellos la atención al cliente, por ejemplo. Más allá de un gran trabajo de marketing que le dé visibilidad a la marca y genere clientes potenciales, si el trato con estos no es bueno el emprendimiento se pondrá cuesta arriba fácilmente.
Hablar de una receta mágica para ser un gran emprendedor no sería una teoría razonable, ya que los perfiles pueden ser variados y cada persona es un mundo diferente. Más allá de esta realidad, es posible afirmar que existen ciertas particularidades o formas de enfrentar los proyectos que predisponen a tener un mayor éxito al emprender. En otras palabras, entender que ser emprendedor es un estilo de vida y que para crecer es necesario también asumir riesgos.
Ligado a este mismo concepto, la perseverancia es un aspecto necesario de público conocimiento que se menciona reiteradamente, es por eso que resulta interesante avanzar un poco más. Mencionar la adaptabilidad, por ejemplo, es clave. Al emprender es muy común que se presenten escenarios adversos que ameriten frenar, pensar y analizar el futuro. Es por eso que saber cuándo ser versátil y pivotar puede marcar la diferencia.
Así como se destaca la habilidad de adaptarse, lo mismo ocurre con el ingenio y la iniciativa. Nutrirse de elementos de la cotidianidad u otros casos que resulten inspiradores puede potenciar en grandes medidas la creatividad y sacar el mayor rédito de los recursos al alcance. No obstante, esto no puede ser materializado si la iniciativa no juega su papel. Dar ese paso adelante, tocar puertas, buscar financiamiento y construir alianzas es lo que finalmente permite sacar jugo de todo aquello que pasa por la mente y parece ser una gran idea.
Llevar adelante un emprendimiento ordenado es primordial si se quiere alcanzar buenos resultados. Es por eso que existen puestos relevantes que no solo no pueden quedar vacantes, sino que merecen de un atento y especial control.
Siendo un tema que en muchas ocasiones asusta y en otras entusiasma, poder administrar correctamente los recursos financieros de un emprendimiento es una cuestión principal, ya que de ello dependerá el futuro del negocio. En pocas palabras, se podría explicar que esta área se basa en el registro de la actividad económica, observar el flujo, analizar los ingresos, los gastos, así como también diseñar planes a futuro.
Si bien es cierto que el término de marketing puede ser entendido como un concepto amplio que tiene injerencia en muchas áreas, lo principal a destacar aquí es que el mismo adquiere un valor primordial al dar los primeros pasos. Lejos de ser un área simple, la misma requiere de estudio y análisis para aumentar el alcance.
Conseguir, retener y fidelizar clientes es imprescindible para lograr ventas, y por eso las técnicas del marketing no pueden faltar. Identificar las tendencias del mercado, conocer cuáles son las demandas y expectativas del cliente, y saber cómo posicionar un producto, son algunos de los ejemplos a tener en cuenta.
El tiempo de espera desde que un cliente realiza una compra hasta que recibe el producto depende mucho de una buena planificación. Etapas como el empaque, almacenamiento, transporte y distribución impacta en el consumidor final, y una mala ejecución aumenta el riesgo de perder uno de ellos. Dicho esto, si bien tendrá gran incidencia el rubro al cual se aboque el emprendimiento, la logística no puede quedar relegada.
A pesar de que fue mencionada en líneas anteriores, al hablar del valor de una buena atención al público se hace alusión a la experiencia del cliente. Muchas veces se cree que la satisfacción del mismo depende netamente de la calidad de un producto o servicio, sin embargo, la atención recibida en la previa, el transcurso y el momento posterior a comprar puede generar fidelidad o un rechazo que condene.
A veces menospreciado o con poca atención, la adquisición de materia prima y la relación con los proveedores puede ser una instancia diferenciadora. Aquí entran en juego aspectos como la calidad de los materiales, su rentabilidad, y la importancia de tener un plan a largo plazo. Estas tareas tendrán influencia en otras áreas del emprendimiento ya que permite ahorrar tiempo y dinero, mejorar la eficiencia logística y aumentar el acceso a cierta información de valor, entre otras cosas.
