Vivir el propósito

Emprender una pasión: la historia de Fabricio Portelli

Como Sommelier y Periodista Especializado en Vinos, el argentino ha sabido construir un nombre casi intocable. Para llegar allí, sin embargo, su historia encierra el secreto que permite combinar con éxito trabajo, pasión y oportunidades.
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Emprender una pasión: la historia de Fabricio Portelli

Carrera y pasión: vivir de lo que realmente nos gusta

Resulta un denominador común en aquellos emprendedores que alcanzan cierto nivel de relevancia, el dedicarse con pasión a la actividad que realizan. Sin embargo, tal vez exista un escalón más acabado en esa tan especial fusión entre el propósito y la vida profesional, que se da simplemente cuando una pasión genuina se convierte en carrera.

Fabricio Portelli es un claro ejemplo de ello, ya que supo hacer de lo que verdaderamente le gusta su trabajo a lo largo de los años y construir una marca registrada de su propio nombre. En la actualidad, su apellido es sinónimo de vino en la Argentina y reconocido en toda la región, y trabaja en los principales medios de ese país siendo la voz autorizada en la materia. Además, en su extensa carrera como sommelier profesional y productor especializado, lanzó revistas, produjo ferias, condujo programas de TV, confeccionó numerosas guías de vino y participó como jurado en más de veinte Concursos Internacionales, tales como Decanter World Wine Awards, Concours Mondial de Bruselas, Vinitaly, Six Nations, Cata d´Or y Vinandino, entre otros.

Pero claro, hubo un inicio del camino en donde no existían tantos galardones y la ruta fue cuesta arriba, e incluso, una instancia previa en donde la pasión supo conectarse con el propósito laboral. Justamente por esto, la historia de Portelli es de una gran inspiración para comprender y visualizar este fenómeno y aprender a detectar las oportunidades que a veces parecen escasear.

Un primer acercamiento puro y fundacional

Al comenzar a repasar su historia, el inicio debe remontarse bastante atrás en el tiempo, tal vez al momento en donde se despertó la pasión: “Cuando me empezaron a interesar las bebidas tenía dieciséis años”, revela Portelli, y seguidamente rememora: “Obviamente no había internet, por lo que me compraba libros de cócteles y buscaba las palabras que no entendía en el diccionario. Yo era de los que trataba de prepararle tragos a mis amigos antes de salir y si íbamos a bailar era de los que prefería estar en la barra mirando cómo se hacían los tragos, preguntando y mirando las botellas”.

Sin lugar a dudas, algo había ahí, y recuerda ese peculiar interés con notable claridad: Cada vez que me servían algo yo trataba de degustarlo, así fue que descubrí el vodka como primera bebida neutra que me llamó la atención, por ejemplo, no podía creer cómo una bebida que no tenía gusto a nada, ni aroma a nada, te podía decir un montón de cosas”, repasa el ahora experto.

En esa iniciática etapa, el olfato de Portelli también comenzó a asomar, una tónica luego a lo largo de su carrera, aunque de alguna manera todavía no era el momento: Sin dudas me interesaba, y me di cuenta que el vino empezaba a crecer. Hice el curso de bartender a los dieciocho años, aunque luego quedó en el amateurismo”.

Abrir la cabeza y volver a conectarse

Con esa semilla vitivinícola ya germinando en su cabeza, al momento de las primeras decisiones acerca de qué hacer con su futuro, Portelli comenzó a estudiar Licenciatura en Marketing, algo que siempre le interesó y, además, “algo serio porque si no me echaban de casa”, bromea.

Así hizo sus primeros pasos, trabajando en una agencia de publicidad y en la empresa de su suegro, hasta que a los veintiún años hizo gala de su espíritu emprendedor y fundó junto a otro familiar una empresa propia de limpieza y control de plagas. Así fue que a los veintinueve años yo ya manejaba mis tiempos porque trabajaba para mí”, señala como un dato para nada menor.

En esa época, y en gran parte gracias a esto último, se enamoró para siempre del vino y todo comenzó a cambiar: “A raíz de una lesión en la rodilla tuve que invertir el tiempo libre en el que hacía deporte en otra cosa, y así fue como fui al Club del Vino y degusté por primera vez una copa, ese fue el momento en donde pensé que quería hacer eso durante toda mi vida”, confiesa.

Focalizar y encontrar el propio camino

Desde aquel momento epifánico, entonces, Portelli descubrió ese propósito y comenzó a intentar conectar esa pasión con una carrera profesional. “Al tener la suerte de manejar mis tiempos, tenía posibilidad de dedicarle mucho, hice todos los cursos que había, me anoté en la carrera de la Escuela Argentina de Sommeliers y me compraba todas las revistas existentes”, describe.

En ese momento la industria comenzó a crecer como nunca antes había crecido, explotó y yo estaba ahí”,  advierte Portelli consciente de su importancia, y continúa: Eso generó muchas oportunidades, por lo que mi formación en marketing me permitió rápidamente poder detectar oportunidades, amenazas, debilidades y fortalezas, y eso creo que me hizo empezar a surfear esa ola”.

Ya lanzado en esa aventura y con las herramientas correctas para comprender por dónde abrirse camino, el argentino entendió rápidamente que lo suyo estaba vinculado a la comunicación. “Comunicar me permitía tener más llegada y hablar con más, así que una cosa llevó a la otra”, subraya, y remata: Pasaron veintidós años de eso y devine en lo que quería ser, un referente del vino argentino, en gran parte también por la evolución del mismo producto”.

Detectar oportunidades: intención y trabajo

Como queda de manifiesto, el recorrido de Portelli expone fehacientemente la importancia de saber ver las oportunidades y aprovecharlas a tiempo. En este sentido, su opinión y perspectiva sobre este tema se vuelve de muchísimo interés si se desea tomar su historia como una posible referencia.

“En primer lugar tiene que estar la intención, querer visualizar que querés hacer tal cosa. Si no sabes qué querés hacer va a ser muy difícil que detectes dónde hay una luz para abrir una puerta”, antepone. Seguidamente ejemplifica: “A mí me apasiona lo que hago, entonces era muy fácil darme cuenta, desde el primer día quería estar haciendo eso todos los días y que me paguen por hacerlo”.

En segundo lugar, mientras tanto, la importancia del esfuerzo bien aplicado también es crucial para Portelli: Trabajar no significa poner plata, trabajar significa dedicarle tiempo. Yo nunca tuve plata para invertir y me he rodeado de gente que creyó en mí e invirtió. Creo que cuando uno tiene claro y visualiza lo que quiere, tiene que invertirle, darle dedicación, esfuerzo y así aparecen las oportunidades”, afirma.

El experto se hace

Otro tópico más que interesante, y que resalta notablemente al tratarse particularmente del vino en esta historia, tiene que ver con la fórmula para transformarse en un experto. Y en este aspecto, Portelli lo tiene bien claro: La expertise se busca. Si uno se presenta como experto lo primero que hace es separarse del resto. Si quiero comunicar el vino, mi misión es convencerte para que tomes más vino. Entonces lo tengo que hacer al lado tuyo, de igual a igual”, ejemplifica con notable claridad.

“Ahora bien, si me hacen preguntas yo tengo que tener las respuestas, por ende tengo que ser realmente un experto en lo mío. Por eso formarte en lo que vos creas que es lo tuyo es fundamental, la formación es constante en lo que sea”, sugiere dejando en claro que realmente sabe de lo que habla y con la conciencia de que puede aplicarse a cualquier otro rubro.

Next Idea: el próximo paso de Fabricio Portelli

Consolidado en lo que hace pero con la cabeza puesta y atenta en continuar detectando nuevas oportunidades, Portelli sabe para dónde debe estar mirando si quiere dar el siguiente salto en la dirección que le interesa: La tecnología te permite hacer muchas cosas, el próximo proyecto depende de estar atento a eso, a qué posibilidades me brinda la tecnología de forma tal que me permita amplificar mi mensaje o abrirme una puerta a un nuevo negocio”, expresa.

Lo que se viene es estar atento y ocupar la cabeza para ver cómo comunicarme con las nuevas generaciones”, adelanta Portelli, y concluye evidenciando en dónde está puesto realmente su foco hacia el futuro: “Sé que el gran público del vino es de mi edad, pero también hay que pensar en los de veinte y treinta que están irrumpiendo en ese mundo”.

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Fabricio Portelli
Argentina desde Argentina

Fabricio Portelli

Sommelier | Periodista | Cofundador Portelli App
Lic. en Comercialización, Periodista Especializado en Vinos Argentinos y Sommelier. Cursé la carrera de sommelier en la EAS, y me dedico al periodismo de vinos desde el año 2000, pasando por diferentes revistas/medios (ArgentineWines, JOY, Elgourmet) hasta poder tener las propias (El Conocedor y En Primeur). Organicé exposiciones desde 2002 (Vinos de Lujo), estuve en TV (Dos de Copas junto a Miguel Brascó, El Conocedor TV y Lado V); en la web (www.elconocedor.com), y en radio (El Conocedor por FM 89.9 Radio City). También produje varias guías de vinos argentinos (Anuario de los Vinos Argentinos junto a Miguel Brascó y Descorchados junto a Patricio Tapia). Además, viajé a conocer los vinos, las regiones vitivinícolas, y personajes relevantes del universo vínico. Participé como jurado en más de 20 Concursos Internacionales, incluyendo Decanter World Wine Awards, Concours Mondial de Bruselas, Vinitaly, Six Nations, Cata d´Or y Vinandino, entre otros. Durante varios años dirigí mi propio multimedio (Simposium) dedicado a la difusión del vino argentino. Desde 2014 emprendí una nueva etapa, lanzando una web (www.fabricioportelli.com), colaborando con Convivimos; la revista de mayor tirada del país; y escribiendo semanalmente en Infobae sobre vinos argentinos. En 2017 lancé una App, Portelli Video Guía de Vinos, disponible sin cargo en AppStore y Google Play. Realicé el ciclo Vino con Humor junto a Alejandro Korol, un show interactivo, una degustación diferente a todas. En 2018 me sumé a Radio Mitre como columnista de Encendidos en la Tarde. En 2019 lancé DELIRIO, la comunidad de vinos del Grupo Perfil, dedicada exclusivamente a vinos de alta gama. En 2020 co-produje y conduje Winexplorers por FLOW, un evento virtual de 6h de duración con los principales referentes del vino nacional, disponible también en On Demand. Actualmente también colaboro con la revista Di Vino y dicto clases virtuales a través de la plataforma Formate Sommeliers. Con 51 años estoy viviendo el mejor momento del vino argentino, y quiero aprovecharlo.