Desconexiones de un mercado laboral desorientado: detección de malas prácticas en empleabilidad
“Yo soy originario de la Ciudad de México, por lo tanto, soy parte del mercado laboral más grande que existe en el país. Es un mercado que convoca cerca de veinte millones de personas entre la población fija y la población intermitente”, inicia contextualizando su intervención Isaac M. Hernández, un especialista con más de una década de experiencia en todo lo relacionado a recursos humanos, reclutamiento y selección.
En base a su extenso recorrido, como consultor en empresas líderes a nivel nacional e internacional, Hernández ha detectado algunos problemas estructurales por los que hoy trabaja: “A partir de mi participación en el reclutamiento y selección, me di cuenta que ni las personas ni las empresas entienden, en esencia, qué es lo que tienen que hacer. Ambas partes creen que el otro ya sabe lo que va a suceder o decir, asimismo también que el otro valida o no lo que uno tiene que decir. Es una desconexión increíble”, explica.
“En mi experiencia haciendo entrevistas he visto muchas malas prácticas”, continúa detallando Hernández, “pareciera que más allá de buscar las ventajas, competencias y habilidades del candidato, el reclutador promedio está enfocado en buscar una razón que le haga saber que ese no es el candidato ideal”. Seguidamente, completa: “Por otro lado, el candidato no tiene muy en claro para qué va, ni por qué va, tampoco qué va a decir. Hay una falta muy grande de comunicación”.
Una problemática global
A pesar de su origen y la interpretación del contexto en donde se desarrolla, el Fundador de Mi Plan de Carrera expande su análisis más allá de las fronteras de México y, tras su comprobación concreta, proyecta poder trabajar por una solución a nivel generalizado.
“Cuando tomé un empleo en la Escuela Bancaria y Comercial, me tocó ser receptor o asesor de alumnos que llegaban de intercambio desde otros países y debían buscar casa y demás. Allí me doy cuenta que los alumnos y los extranjeros tampoco sabían cómo buscar empleo y que eso era una constante global”, destaca Hernández.
En resumen, esta gran problemática concentra todo su esfuerzo profesional y lo obliga a intentar explicarla para comprenderla: “En mi práctica profesional trabajando en temas de asesoría laboral, me he dado cuenta que muy poca gente tiene en claro por qué empieza a trabajar. Tampoco el por qué sigue trabajando al día de hoy, más allá de la necesidad del ingreso. La gente no sabe por qué estamos trabajando, es como una inercia”, señala con atención.
Consejos para armar un currículum con mejores probabilidades
Entre tantas aristas que contemplan las problemáticas que estudia y desarrolla Hernández, la confección de un currículum vitae puede parecer algo menor pero encierra grandes retos, sobre todo porque en muchas regiones no existe un formato estandarizado.
A propósito de esto, Hernández aconseja: “El formato más utilizado por los servicios especializados de reclutamiento, head-hunters y la práctica común en las empresas de outplacement, es un formato cronológico inverso. A su vez, se sugiere que sea en pleno texto, sin imágenes, símbolos, etc. La mayoría de las veces lo enviarás a través de un Applicant Tracking System, que es un software de gestión de candidatos que no están preparados para gráficos, por lo que el 90% de las veces el mismo software te votará del proceso”.
Tras esta descripción, el experto enumera las principales recomendaciones al respecto: “Repasando, el formato debe ser cronológico inverso y en texto pleno. En primer lugar, va un Resumen Ejecutivo, es decir un desarrollo de experiencia que abarque hasta diez años atrás, más no tiene sentido. Lo importante allí es enunciar los trabajos que has tenido y durante cuánto tiempo. Luego, irá la educación, empezando por lo más reciente, y a continuación cursos y certificaciones adicionales. Por último, se detalla el manejo de software y alguna paquetería que puedas tener adicional de los idiomas que manejas”, puntualiza.
Un error común
En relación a este tema, Hernández agrega una práctica común que a su parecer no tiene mucho sentido de parte de los candidatos: “La mayoría de las personas pensamos que armar un currículum es poner lo que hago y uno va poniendo lo que se le ocurre. Se suele poner un objetivo profesional y personal que dice algo como: ‘Aportar mi conocimiento y experiencia a la organización para lograr sus objetivos de corto, mediano y largo plazo, así como también los míos de manera personal y profesional’”, indica.
“Eso no dice nada, es lo mismo que dice el resto de los 95% de los candidatos. ¿Para qué ponerlo? No agrega ninguna información de valor”, sentencia Hernández.
La importancia de la planeación de carrera desde la educación temprana
Otro de los tópicos que presentan mucho interés para el experto mexicano, tiene que ver con la planeación de carrera. Con respecto a esto, menciona y referencia estudios realizados por la OCDE que con herramientas como las prueba PISA, por ejemplo, ha determinado el escaso acercamiento a la ciencia de algunas sociedades.
"Para esta organización”, explica Hernández, “la ciencia es la base de todo lo que hacemos en el día a día, más allá de si te dedicas o no a ella, por lo que a medida que nos alejamos de la ciencia y su comprensión, no aplicamos procesos científicos para nuestras búsqueda, no aplicamos un proceso de planeación de largo plazo para nuestra vida, etc.”.
En este sentido, el oriundo de México DF desarrolla: “Los estudios han dicho la importancia de comenzar a partir de los años formativos, eso quiere decir cuando los niños apenas están estudiando en la primaria y secundaria. Allí es cuando vamos a poder romper paradigmas e implementar competencias y habilidades, que si no las explotas de una manera y a edad temprana en ese proceso formativo, más tarde será más difícil”, advierte comprometido.
Más beneficios que pueden obtenerse
En la misma línea, la planeación temprana trae aparejada otras bondades en el desarrollo de las personas: “La UNESCO ha realizado estudios en países como Croacia, Estados Unidos y Canadá, y resume que a través de una planeación de carrera desde estas edades tempranas se reduce el ausentismo estudiantil, se incrementa el involucramiento de los estudiantes con los proyectos de la escuela y se acerca un entendimiento mucho mayor de los contenidos temáticos de las materias que ven”, expone Hernández.
La pandemia nos puso frente a nosotros mismos
Desde su expertise en materia de recursos humanos, el fenómeno atraído por el COVID-19 sin dudas significó un disparador para analizar y reflexionar numerosos cambios y transformaciones. En primera instancia, al poner la lupa en la pandemia, Hernández ve un suceso más bien individual: “Nos pusimos frente a nosotros mismos, nos hizo vernos desnudos y preguntarnos a nosotros mismos qué es lo que queríamos, por qué hacíamos lo que hacíamos. Nos hizo dar cuenta de una realidad y dinámica en la cual caemos por inercia”, retrata.
“La gente cambió sus expectativas de trabajo en función del balance de vida y carrera”, afirma, y continúa: “Se dio cuenta que invierte quizás un mes de un año de vida solamente transportándose, entonces ese tiempo podría utilizarlo para viajar, leer, hacer ejercicio, estudiar idioma o cualquier otra cosa”.
Freelancing y emprendedurismo como caminos de desarrollo económico
Como parte de una época, aunque intensificada por la pandemia, Hernández detecta y resalta algunas características que cambian el escenario considerablemente: “Incluso desde antes de la pandemia, transitamos una deconstrucción del mercado financiero, que traduciéndolo al mercado laboral nos hizo dar cuenta que había una pulverización de los servicios, una atomización. Lo que hoy en día encontramos son nichos de mercado muy específicos en donde podemos realizar servicios que pueden llevarse a cabo de manera remota”, comienza analizando.
Continuando con esta reflexión, el Director de Mi Plan de Carrera señala también la cuestión de “qué tanto puedes lidiar con la incertidumbre y tomar decisiones en el camino hacia lo que buscas, fundamentadas en razones financieras pero también pesadas en cuanto al riesgo personal de decidir hacer algo que rompa tus paradigmas desde el punto de vista del empleo”.
En base a cualidades como estas últimas, determina: “El emprendimiento y el freelancing son dos herramientas muy importantes en este mundo pandémico. Lo único que hace falta es que alguien más te ayude a darte cuenta cuáles son esas habilidades, competencias y experiencia única que te puede hacer a ti un único proveedor de servicios a un mercado potencial”, apunta auspicioso.
Relevancia de coachs e instituciones de acompañamiento
“Yo veo una carencia que empieza de una manera muy tímida a existir en el mercado, que es el de acompañamiento para emprendedores”, recalca Hernández al indicar la importancia que para él presenta en el emprendedurismo un acompañamiento profesional, gubernamental o privado, que tecnifique las áreas necesarias, destaque la importancia de un plan de negocio y financie los procesos imprescindibles de todo comienzo.
Haciendo hincapié en esto, rubrica: “Al igual que en el plan de carrera profesional, hay una necesidad en el emprendedurismo y el freelancing de un coach. Una persona que te ayude a definir cuál es el nicho del mercado en el que tú puedes participar y de qué manera podrías lograrlo para hacer efectiva tu propuesta”, concluye.