Hay una tendencia hacia el trabajo autónomo que comienza a calar hondo, incluso en las compañías más tradicionales y es que la modalidad freelance, abre un abanico de nuevas posibilidades. Nicole Naz, Licenciada en Administración de Recursos Humanos en Argentina, especialista en adquisición de talento, refiere: “la decisión de contratar profesionales de manera freelance va en parte acorde a la carga impositiva de cada país. En Argentina, por ejemplo, los impuestos que deben abonar los empleadores por un contrato en relación de dependencia son elevados, lo que hace que emplear freelancers sea opción de mejor capacidad salarial”.
Sin embargo, no es lo único que apunta como razón para volcarse a este formato, también expresa: “hay otra realidad, y es que la pandemia hizo que muchas compañías caigan en la realidad de que se puede trabajar por objetivos, porque el cumplir horarios muchas veces puede resultar improductivo o sin sentido alguno”.
Quien coincide con tal visión es Iván Robles, experto en gestión de talento y consultor en HR Latam: “la temporalidad o estacionalidad del tipo de negocio en el que uno está define todo. Hay necesidades que se presentan por etapas, como puede ser una campaña, algo que no será permanente y que permite contratar alguien que apoye en eso específicamente. Eso genera una dinámica que permite que los flujos de caja de la compañía no se afecten, como si puede pasar al tener contratada una persona de forma permanente y que no genera valor”.
Analizando la situación desde el costado del freelancer que busca ser empleado por una organización, Iván se explaya: “el principal beneficio es la experiencia que gana con la variabilidad de proyectos que tiene, ya que en una empresa suele trabajar y dar vuelta sobre una misma cosa. Como freelance, en cambio, puede trabajar en varios proyectos, inclusive de forma simultánea. Así, puede ganar más experiencia en menos tiempo”.
A esa bajada, Nicole le agrega su cuota, que tiene fundamentos personales, ya que ella misma oficia con trabajo remoto para compañías del exterior: “trabajar como freelance también implica manejar tus propios horarios, y creo que las generaciones del futuro valorarán aún más las propuestas que les permitan esta flexibilidad”. Aunque, para otorgar una visión más abarcadora, menciona una posible desventaja: “en algunos casos, se puede carecer de ciertos beneficios que otorgan las empresas al contratar en dependencia, como seguro médico, algo que el freelance deberá costear de manera particular”.
Si las ventajas son más que las contras, uno supondría que las empresas podrían virar a un modo completamente freelance, es decir prescindir de empleados fijos, sin embargo, los especialistas consultados todavía son cautelosos al hablar de ellos. “Por el momento, considero que la sociedad en general no está preparada para montar una compañía con colaboradores 100% freelancers”, afirma Nicole.
De todas maneras, la headhunter en Argentina, destaca: “dependerá mucho del tamaño, las generaciones que confluyan en el mismo ecosistema de trabajo, los usos y costumbres de cada compañía. Tal vez en pymes sería más fácil optar por esta modalidad en un futuro, pero en empresas con estructuras más importantes, de mayor tamaño, diversidad de edades y jerarquías, no lo veo posible”, dice y continúa argumentando: “principalmente por una cuestión cultural de la sociedad, ya que, en muchas compañías, no les agrada la libertad que ofrece el trabajar de manera freelance”.
Hablando desde de su propia experiencia, Iván aporta en este sentido un ejemplo concreto de algo que ya está en movimiento, para responder la pregunta planteada en el título anterior: “creería que es posible, quizás aún hoy no se ve algo así directamente, pero si se puede mencionar el caso de Workana, que funciona de intermediario entre freelancers y ejecutivos con necesidades específicas”.
Ampliando sobre esta alternativa, comenta: “he visto, trabajando con ellos, que empresas que no tienen un staff propio acuden a la plataforma para cubrir tareas específicas, como pueden ser análisis de datos, informes, diseños, presentaciones, etc. De esa forma, el ejecutivo se dedica a la parte estratégica”. Para Robles, ahí está el quid de la cuestión: “mientras más arriba de la organización se está, más estratégico y menos operativo se debe ser, pero de repente organizaciones chicas pretenden que el gerente haga de todo y ahí le quitas la capacidad de desarrollar estratégicamente el negocio, para volverlo un operativo caro. Con un intermediador y mediante freelancers, tienes la solución a ello, un sustento”.
Antes se nombraban virtudes que el freelance podía encontrar a este nuevo modelo de negocio en donde precisamente esa figura de empleabilidad se vuelve protagonista. Ahora, toca verlo con los ojos de los líderes de compañías que ofrecen empleo: “una ventaja para las empresas es poner a prueba una persona, ya que, en la forma tradicional de contratar, corres un riesgo prácticamente de 50/50, siendo que en las entrevistas puede ir todo muy bien, pero quizás luego las cosas no funcionan y puede que hasta por ley debas mantener una persona que no es funcional”, alega Iván.
Poniéndolo en comparativa, aduce: “con freelancers hay otros parámetros. Además, ellos saben que la continuidad del trabajo depende del resultado que se obtenga, por lo que, en mi experiencia al menos, los freelancers terminan siendo más eficientes que un dependiente”. Finalmente, completa retomando un concepto antes mencionado por Nicole: “ya no estamos en las épocas en donde se responde cumpliendo un horario, sino dando resultados”.
El hecho de darle lugar a trabajadores de modalidad freelance, puede resultar también provechoso para las ambiciones de un proyecto. “Si la compañía no tiene filiales a nivel internacional, esto podría ayudar a expandirse y abarcar mucho más del mercado”, asegura la Licenciada Naz, graduada en la Universidad del Salvador.
Pudiendo ser la puerta de entrada al mundo y la Internacionalización de sus servicios o productos, “las compañías ya comienzan a trabajar, además de contrataciones por temporada, con freelancers, en un esquema transversal a través de países”, comenta Iván, para luego clarificar: “es decir que, a raíz de la pandemia, han comenzado una reingeniería en la cual miran quien es más eficiente, en que país tal servicio es mucho más relevante o tiene mejores resultados y lo comienzan a extrapolar a la región”.
Es probable se entienda mejor con un ejemplo y aquí va: “tienes un equipo en Perú que es eficiente para tareas de reclutamiento, entonces decides que ese mismo equipo se haga cargo del negocio en Colombia, Ecuador, Bolivia y Chile, pero en Argentina el área de logística es mucho más eficiente, entonces comienza a funcionar desde allí para otros países”, resume el propio Iván, quien se desempeña también como coach de desarrollo de carrera hace más de 20 años.
Siguiendo con la línea de lo fácilmente internacional que puede volverse cualquier acción o proyecto al desarrollarlo con la contratación de personal freelance, Nicole considera otras capacidades: “Cada uno de los miembros de la compañía podría aportar ideas o soluciones a problemáticas desde sus experiencias, sociedades en las que habitan, distintos contextos económicos y culturales”.
No caben dudas del crecimiento y la tendencia que se ha vuelto el mercado de los freelancers, pero hay que atender a todos los motivos y algunos no son particularmente positivos, aunque sirvan de catapulta: “hoy en día confluyen varias nacionalidades en las empresas y trabajar de forma freelance puede ayudar a que se den las oportunidades de manera más rápida y fácil. La globalización es el principal factor, pero también las crisis económicas de los países hacen que las personas estén abiertas a escuchar propuestas del exterior”, interpreta Nicole.
De igual manera, más allá de las causas, las consecuencias seguirán su rumbo: “si se ve un avance respecto a contratación de freelance en las organizaciones más tradicionales, sin duda el modelo va en camino ascendente y se van a ver y dar cada vez más este tipo de vínculos”.
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