Nuevo año, nuevo comienzo: ¿Qué sucede en lo laboral?
Cada vez que termina un año, se dan situaciones que son típicas de un cierre de ciclo. Balances, análisis de lo que ha dejado el año que se va y, por supuesto, dudas respecto al futuro. Pero no siempre las dudas son negativas, sino que muchas veces cuestionar es una buena manera de analizar y sacar conclusiones para lo que viene.
Lo mismo que sucede a nivel personal, con el balance interno de cada uno, también ocurre con las empresas, a mayor escala, teniendo que tomar decisiones sobre cómo encarar el año que se viene.
Primeros días de un nuevo año: el comienzo
Cuando comienza un nuevo año es importante, una vez hecho el balance de lo que aconteció en el anterior, identificar cuáles son las fortalezas y el valor que tiene uno como empleado, entendiendo que habilidades o herramientas son las que más se destacan en el día a día.
Seguido a eso, ya sabiendo justamente lo que se tiene para dar, conociendo limitaciones y extensiones por así decir, se debe poner el foco en las oportunidades que existen para mejorar y potenciar todo eso. Para lo cual lo mejor es planificar, anotar y establecer objetivos. Si bien los especialistas hablan que siempre es mejor cuando son a corto plazo, siendo conscientes de que son realizables en algún punto, no está mal tampoco que todo responda a un gran objetivo o meta a larga data.
¿Qué ocurre con los que buscan trabajo?
Quienes se encuentren en esta situación en particular, tienen que trabajar con dos conceptos que son los más importantes: el tiempo y la paciencia. No siempre los tiempos se dan como uno desea o incluso como uno planea, por lo que la mejor forma de afrontar el reto de la búsqueda laboral es estando activo, abierto a las nuevas oportunidades que siempre aparecen cuando al comenzar un año y estar preparados cuando llegue la oportunidad de acceder a una entrevista o un proceso de selección.
Siempre hay que tener definido también dónde se ve uno como empleado. Al visualizar y contextualizar la situación, será más simple decodificar y mantenerse enfocado en la búsqueda activa de trabajo, al menos así lo explican diversos expertos en el tema.
Equilibrio emocional y actitud, son dos pilares que cualquier persona en búsqueda de empleo debe sostener. Todo el tiempo que pase sin conseguir resultados, debe ser empleado en preparación y en formación, que permitan lograr un crecimiento, aún sin estar empleado en ese momento.
5 pasos a dar en los comienzos de un nuevo año
A continuación se detallan algunos ítems y acciones que se pueden cumplir al comenzar un nuevo año como empleado.
Planifica nuevos objetivos
Como se mencionaba más arriba, es importante planificar para dar los primeros pasos del año de forma ordenada y en función al objetivo que se plantee. Los objetivos deben nacer del deseo de cada persona.
El hecho de establecer metas y objetivos además permitirá mantener la motivación a lo largo del año, de tal manera que cada tarea que se realice se haga con el convencimiento de que todo aporta a un objetivo ya establecido.
Soltar el pasado
El pasado pisado, reza un dicho popular y es la idea de está recomendación para todos los empleados que comienzan un nuevo año. Más allá de la importancia que tiene hacer un balance y analizar dónde estuvieron los aciertos y los errores del año anterior, lo cierto es que de nada sirve quedarse dándole demasiadas vueltas a lo que ya transcurrió.
Lo mejor, para el empleo y para la vida, es tomar las enseñanzas de lo vivido y seguir hacia adelante. Enfocar la mirada en lo que viene y no consumir la mente con pensamientos de lo que fue o podría haber sido. Es una práctica muy buena para acercar posiciones entre un equipo de trabajo o entre dos empleados que no lograron conectar en tiempos anteriores, así como para mejorar el ambiente general de la compañía.
Relacionarse mejor
Encadenado con lo anterior, el comienzo de un año es una gran oportunidad para hacer borrón y cuenta nueva en la manera de relacionarse con otras personas en el lugar de trabajo. El hecho de mejorar las relaciones con quienes se comparte un equipo de trabajo, seguramente resulte en un beneficio para el bienestar de uno mismo, del grupo y para alcanzar los objetivos planteados.
Formación constante
Una de las claves para siempre estar en crecimiento es la formación constante, el mantenerse en movimiento y atento a las actualizaciones necesarias, así como a los extras que se puedan sumar para agregar una cuota de calidad al trabajo que se realiza.
Es bueno que, si sumar conocimientos está dentro de la lista de objetivos que se hacen al comienzo del año, sea una meta que se sostenga y no se corte, así como además de incorporarlos, también es bueno llevar adelante el proceso de integrarlos a las tareas cotidianas.