Sumar valor a un emprendimiento: ¿De qué valor hablamos?
El sueño de cualquier emprendedor es que su idea triunfe y se vuelva valiosa, pero a qué se hace referencia cuando se habla del valor de un emprendimiento. Allí puede estar la respuesta para comenzar a crecer, porque si no sabe que es a lo que uno apunta cuando busca sumar valor, pues será difícil encontrarlo.
De todas formas, quienes se encargan de clarificar y entregar conceptos valiosos (valga ese juego de palabras), son los especialistas en el tema, tales como Ronald Contreras, Licenciado en Administración de Empresas y co-fundador de Think en El Salvador, quien expresa: “Si hablamos contablemente, para calcular el valor de un emprendimiento influyen diversos factores como patentes, talento humano, maquinaria y equipo, inmuebles, clientes, etc. Si en cambio referimos que un emprendimiento posee contabilidad formal, es importante utilizar un método denominado “Valor contable”. En él, se toma en cuenta el patrimonio neto del emprendimiento, que se obtiene por el total de los activos, menos los pasivos. Es el más recomendable para aquellas que cuentan con altos bienes patrimoniales”.
En Argentina, el Economista, MBA en Administración y Coach Organizacional, Rodolfo Roballos, cree que la cuestión es algo más complicada, pero se propone a echar luz sobre ella: “Es un tema complejo, dado que los startups no tienen una historia financiera que permita utilizar técnicas estándar de valuación, como múltiplos de EBITDA o de Ventas, o el más profesional DCF (flujo de fondos descontados). En las etapas iniciales de un emprendimiento, muy pocas cosas están claras y no se sabe qué tan exitoso podrá ser, cuánto capital requerirá, cuán rápido podrá crecer o qué rentabilidad alcanzará. Por lo tanto, el inversor apuesta sobre todo a la capacidad del equipo gerencial, tamaño del mercado al que están apuntando, originalidad del producto o servicio ofrecido y existencia de competidores”.
Comenzar por el principio: vale la redundancia
En cualquier desarrollo, lo mejor es situarse en el punto de partida, sin saltear ni adelantar etapas. Recorrer el camino completo, llevará a un mejor andamiaje, lo que, a su vez, también podría derivar en encontrar los puntos donde agregar valor para volver al emprendimiento más competitivo. De hecho, Edson Campaña Melendez, Co-Fundador y CEO de Securex en Perú, entiende que “El plan más seguro, que te asegura ser competitivo, es muchas veces el camino difícil. Mientras más difícil haya sido el camino, más ventajas para competir y colocarse por encima del resto”.
Las bases de un emprendimiento competitivo
“Una propuesta diferenciadora, que genere el interés de los clientes, en función de una posibilidad genuina de recibir valor. Esto es más fácil de decir que de lograr, pero debe ser una obsesión en la mente del emprendedor: ¿Cuál es mi propuesta de valor? ¿Por qué los clientes me elegirían a mí?”, comenta Rodolfo Roballos, Socio fundador de Rodolfo Roballos & Asociados acerca de las bases necesarias para poder ir agregando valor a un emprendimiento.
Como segundo paso, el profesional argentino enuncia: “desarrollar una estructura que permita gerenciar y administrar el proyecto de manera profesional. Esto no significa sobrecargarse de costos fijos, ni construir una burocracia pesada, sino rodearse de profesionales experimentados en las áreas que el emprendedor no conoce tanto, no es especialista, o no tiene el tiempo para dedicarle. Para esto puede recurrir a apoyo externo”.
Formas y modos de agregar valor a un emprendimiento para volverlo más competitivo
Sabiendo a que refiere entonces el valor de un emprendimiento y como calcularlo, teniendo noción también de cuáles son las bases sobre las que se debe fundamentar la creación de uno, se puede comenzar a agregar valor a dicho emprendimiento, con el fin de ser una opción real en la competencia, acorde a las demandas del mercado particular en el que participe.
Para Edson Campaña Melendez, quien desde su compañía busca generar ideas disruptivas que hagan crecer los negocios, la mejor forma de agregar valor es: “mediante la experiencia del cliente. Es decir, poder mapear todos los puntos de contacto que tiene tu cliente con tu producto o servicios. Desde que ve tu publicidad, lo consume y lo recomienda. Si tenemos en cuenta todo ese recorrido podremos identificar sus dolores y resolverlos. De esa manera le daremos una mejor propuesta de valor”.
En el caso de Ronald Contreras, que además es Coach y entrenador de negocios con PNL (Programación Neurolingüística), el modo de sumar valor va por: “tener procesos innovadores, que resulten en productos finales nuevos para el cliente, estar a la vanguardia, así como hacer alianzas estratégicas que permitan brindar una mejor experiencia al cliente. Dar siempre más de lo que se ofrece, eso garantiza fidelidad en los clientes y hacen que lo prefieran a uno antes que a la competencia”.
Desde lo cuantitativo
Fiel a sus más de 30 años de experiencia en Alta Dirección, Rodolfo define lo que sería sumar valor real a un emprendimiento: “En mi experiencia, además de buscar permanentemente la diferenciación mencionada más arriba, los emprendimientos exitosos se enfocan en: optimización permanente de ingresos y de costos, teniendo en cuenta que no son opciones mutuamente excluyentes y en una política de servicio excelente al cliente, que no admita desvíos ni excepciones”.
Sostenibilidad y Networking
Hay facetas de un emprendimiento que quizás pueden explotarse para ser mucho más coherentes con el contexto del ecosistema emprendedor y las tendencias hacia las que camina. Como bien marca Edson Campaña Melendez, respecto a la sostenibilidad: “es cada vez más necesaria. Hay una tendencia de los consumidores por optar por empresas capaces de proyectar una imagen con propuesta social y ambientalmente conscientes”.
Por otro lado, el especialista de Perú, señala: “El poder del cliente es algo a tener muy en cuenta. Conocer al cliente y las razones para interactuar con la marca, tener una visión integrada y única, poniendo énfasis en experiencia más que en producto”.
Si bien “no existe un plan ideal”, acorde a los comentarios de Ronald Contreras, el Administrador de Empresas Salvadoreño recomienda trabajar una “idea de negocio que sea realista, con herramientas que ayuden a ser competitivo al emprendimiento”, poniendo de ejemplo el Modelo CANVAS. Además, Ronald enaltece el hecho de contar con un “proceso de formación técnica y un espacio de Networking, ya que como dice el dicho 'dos cabezas piensan mejor que una', a través de alianzas estratégicas o clústeres”.
Valorizarse como emprendedor: condiciones, habilidades y fuego interno
Más allá de lo que se pueda potenciar desde el emprendimiento, como idea, función o servicio, es importante también no dejar de lado la figura propia, es decir la del emprendedor. Es que, si un emprendedor no agrega valor a su accionar, será difícil entonces pueda transmitir eso al negocio. De eso hablan y aportan su análisis los profesionales requeridos.
“Conocer el mercado al cual se va a competir y tener conocimiento de procesos que sean eficientes y eficaces. Conocer el modelo de negocio, teniendo en claro cuál es su estructura organizativa”, comienza marcando Ronald Contreras, que luego amplía: “Planificación y organización. Estar capacitado o tener personal altamente capacitado. Tener presencia en medios sociales, así como estrategias mercadológicas, para lo que será fundamental tener claro el FODA del negocio”.
Vale la aclaración, de que la preparación que necesita cada emprendedor, será una variable según las condiciones de cada emprendimiento. Por eso Rodolfo Roballos, expresa: “depende mucho de la visión y experiencia de cada uno. En mi opinión, además del dominio profundo del producto o servicio que se quiere ofertar al mercado, es necesaria la capacidad de explicar y “vender” el proyecto, ya que habrá que convencer a varios stakeholders: clientes, inversores, empleados, etc”. Pero eso no es todo, porque también agrega: “asimismo, serían convenientes algunos conocimientos básicos de finanzas para tener idea razonable del juego de las principales variables económicas vinculadas con el proyecto: precios, costos, volúmenes, rentabilidad, etc. Ello permitirá negociar en mejores términos con inversores, aunque esto puede ser suplido con el auxilio de asesoramiento especializado”.
La pasión por emprender: el componente más valioso
Para dar un cierre a las posibilidades de agregar valor a un emprendimiento, el propio Rodolfo Roballos sentencia: “Más allá del valor intrínseco de la idea que se busca comercializar, sea producto, servicio o una combinación de ambos, creo que el factor que agrega el mayor valor a cualquier startup es la pasión innata del emprendedor que está detrás del negocio. Es el fuego sagrado que hace la diferencia entre los proyectos exitosos y aquellos que no llegan a feliz término”.