Emprender en la era digital

Un mundo de Apps: la necesidad creciente de digitalizar en las startups

Los paradigmas se rompen y la tecnología misma va reemplazando sus innovaciones. Al gran hito que antes significaban las páginas web, ahora se le sobrepone el formato App, las famosas aplicaciones móviles.
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Un mundo de Apps: la necesidad creciente de digitalizar en las startups

Estrellas de la era digital: App móviles

La tecnología se reinventa y nunca parece alcanzar su techo, cuando hay un formato que parece el definitivo, aparece otro que lo desbanca. Todo lo que se crea va en función de una mayor autonomía y soluciones para los usuarios, que adquieren nuevas necesidades.

En esa evolución constante, se ha dado el traspaso de una hegemonía de sitios web y páginas en internet, hacia un dominio cada vez más marcado por parte de las aplicaciones móviles. Las app, representan un paso más allá, un avance que por diversos motivos se ha transformado en una cuestión trascendental para nuevos emprendimientos y startups.

Casos que dan cuenta de la relevancia de una app

Como en la mayoría de los análisis, lo más relevante siempre se obtiene de la experiencia real, por lo que, para seguir indagando sobre el protagonismo de las apps, Sergio Monge, desde Costa Rica, siendo Co-fundador técnico de Mawi y Daniel Botero Acevedo, CEO y Co-fundador de Liz en Colombia, aportan las virtudes claves para el desarrollo de una app al momento de emprender.

Lo primero que marca Daniel Botero es el enfoque que debe hacerse cuando se piensa en emprendimientos digitales: “Para mi más que la obsesión sobre el producto o app y como sacarlo más bonito o poner más features, la clave está en hacer foco en el cliente”, para luego ejemplificar desde su propio emprendimiento: “Nosotros identificamos una oportunidad muy grande en el mercado colombiano y latinoamericano y nos enfocamos en ¿cómo hacer algo que le sirva a determinado cliente? Y dentro de las posibilidades estaba la solución digital. Entonces cuando priorizamos hacer la app móvil, nos enfocamos en como desarrollarla en función del problema y del usuario”.

En el caso de Mawi, el viaje comenzó de otra manera, pero la vivencia de esta aplicación de origen costarricense sirve para dar cuenta de una realidad cercana a una gran parte de los emprendedores más novatos: “Nosotros nacimos como una landing page y atendíamos vía whatsapp, lo que era curioso porque transportábamos el teléfono de un lugar a otro, ya que la chica que cumplía el rol de atención solo lo hacía en días de semana”, cuenta Sergio Monge.

Aunque al momento de definir el objetivo primordial de emprender por la vía digital, Sergio coincide en lo ya expresado por Daniel: No necesariamente hay que iniciar con una app, sino que lo primero es validar la idea. Si bien soy un founder técnico, reconozco que no comenzamos con una tecnología de punta, porque queríamos ver si el proyecto tenía tracción y era algo que la gente necesitaba”, expresa y confirma: “Que cada startup tenga su app y tecnología propia, es algo que deberá llegar eventualmente, es necesario, pero para empezar hay otras formas”.

La importancia de respetar etapas en el proceso

“Creo que el error en el que corren la mayoría de emprendedores, es identificar primero el producto y luego tratar de meterlo a cualquiera o tratar de embutir la solución digital dentro de un problema”, comienza explicando Daniel Botero y lo hace desde un lugar completamente válido, porque en su propia experiencia con el primer intento de establecer su startup Liz, plataforma dedicada a digitalizar y centralizar empresas de alquiler, fue víctima de este error.

Con la enseñanza aprendida, pasa la antorcha de sabiduría a futuros emprendedores, así como el la recibió también de otro emprendedor exitoso: “Creo debe ser al revés. Yo comencé enfocado en la solución digital y no estaba escuchando a los usuarios. Me reuní con el founder de Frubana y me dijo: pero espere, ¿a su usuario si le gusta eso?, ¿si le está pidiendo eso? y yo la verdad que no había hablado con usuarios desde que identifiqué la necesidad, por lo que tuvimos que voltear a escuchar los usuarios”.

Una App debe ser resolutiva

La razón de ser de una aplicación móvil, va más mucho más allá de la innovación o novedad de poder tener el acceso a la plataforma en un smartphone. Para Sergio Monge, lo elemental es: “Resolver. De nada te sirve que la aplicación sea super linda, que se vea bien y que tenga un ux increíble, si no resuelve ningún problema. De esa manera será difícil que el usuario se enganche y siga ingresando”.

Además, el desarrollador y programador utiliza un ejemplo de su propia compañía para demostrar su punto: “En nuestro negocio, por ejemplo, no es frecuente que los usuarios ingresen a la app, pero ahí entra el ingenio y el desarrollo propositivo de las aplicaciones para que los usuarios quieran estar ahí, ya sea con gamification, creando comunidad, rankings, etc. Si solo lanzas una app informativa, no tiene sentido, para eso haces más bien un website bien robusto y que la gente acceda por internet. Una app debe generar ese deseo de estar ingresando de forma constante, al igual que solucionar problemas del cliente”.

Sergio entiende y reafirma que: “Es ahí donde hay que enfocar el esfuerzo, en pensar en que se le resuelve al cliente que descarga la app.  En Mawi decidimos dar el paso porque gestionábamos consultas por whatsapp y, para poner un ejemplo, tardábamos 3 minutos y con la app, el propio cliente puede gestionar su solicitud y resolverlo en 1 minuto”.

Penetración de Smartphones en todos los estratos sociales

Hay muchas causas que empujaron a las aplicaciones móviles a tomar un rol protagónico en cuanto a tecnología se trata. Sin embargo, hay un dato que resulta algo más significativo que el resto y tiene que ver con la masividad que consiguieron los smartphones, así como su penetración en diferentes estratos sociales. La pandemia por supuesto, potenció la funcionalidad de estos aparatos y los convirtió en un elemento mucho más esencial para cualquier acción de la vida cotidiana.

De eso mismo habla Sergio Monge: “En Latinoamérica se ha visto un cambio radical en la penetración de la tecnología y sobre todo el uso de teléfonos móviles, procesos de e-commerce y más. Antes era mucho menor, y si bien iba en alza, la pandemia aceleró el proceso”, comenta y destaca: “Eso conlleva a una oportunidad gigante de negocios y satisfacer necesidades que uno no pensaba que se podían solucionar de forma digital”.

Latinoamérica encendida

El creador de Mawi, la startup que comenzó ofreciendo servicios de limpieza a domicilio y ahora se ha extendido a remodelaciones, instalaciones y hasta rediseño de espacios, con una app disponible tanto en Android, como Apple y la tienda de Huawei, reconoce además que en la región se están dando procesos que, cada vez más, fomentan la inversión en proyectos tecnológicos: “se vive un momento muy caliente respecto a inversiones y desarrollo de startups, con muchas volviéndose unicornios y consiguiendo importantes nombres dentro de su portfolio de inversionistas. Creo se ha abierto un campo donde hay mucho por cubrir aún y oportunidades que están al alcance”.

Las claves para conseguir una App funcional al emprendimiento

Tal como mencionaban los emprendedores consultados, los inicios no siempre requieren una aplicación móvil de inmediato, pero si lo que se busca es conseguir un impacto de forma digital, eventualmente será un requerimiento ineludible para crecer. Cuando llega ese momento, hay que tener en cuenta algunos principios básicos, que están comprobados tanto en la experiencia de Liz, como la de Mawi.

“En cómo hacerlo, es clave contar con una persona o ser uno mismo, el que siempre esté hablando con el usuario. Lo que no quiere decir que siempre el usuario tendrá la razón, porque seguramente todos digan cosas distintas, sin embargo, hay que escuchar al usuario y diferenciar el White noise de los insights importantes”, comienza recomendando Daniel Botero, que también aporta: Sacar rápido e iterar más rápido aún. No es necesario esperar a tener un carro, si es lo que están diseñando, saquen primero la patineta para asegurarse que un aparato de 4 ruedas puede andar, luego instalen motor, vean si el motor da y luego la transmisión, etc. Es bueno mostrarle a los usuarios progreso y validar lo que realmente funciona”.  

El ideologo de Liz en Colombia, aconseja además en el plano legal: “Hay que asegurarse que el desarrollo que se esté creando sea propio. Se puede contratar un desarrollador o freelancer por fuera, pero en el contrato, de manera legal, todo debe ser propio”, y finalmente se refiere a la interfaz de la app: debe ser lo más limpia posible. Me ha pasado también que por poner mil features, se hizo la experiencia muy compleja y hay que entrenar a la gente para usar la plataforma, lo que es un fallo garrafal. Respecto a los features, el registro es lo primero y lo que más fácil debe ser, para que las personas puedan ingresar y obtener al menos un mínimo dato de ellos”.

El factor más valioso: el humano

Así como escuchar al usuario es uno de los pasos fundamentales para iniciar el proceso de ofrecer servicios a través de una app digital, el hecho de contar con los recursos humanos correctos para entender esa necesidad y luego contar con las habilidades necesarias para desarrollar tal aplicación, terminará siendo lo más importante.

Sin pecar de hacer alarde a su propia profesión, igualmente Sergio Monge cierra con una información importante: “El equipo debe tener un founder técnico. Ayuda montones, además de que es algo que los ventures capitals suelen requerir o recomendar. Es un complemento fundamental, por ejemplo, en nuestro caso se da que mi socio no tenía los conocimientos y le hubiese sido muy difícil desarrollar el proyecto, así como también a mi iniciar sin su gestión”.

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Daniel Botero Acevedo
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Daniel Botero Acevedo

Administración de empresas / Emprendedor
Cofundador en Liz; un SaaS que digitaliza y centraliza los alquileres. Ex asociado de Boston Consulting Group con experiencia en consultoría de gestión, ventas y operaciones. Capacidad creativa para generar estrategias innovadoras, liderar equipos y resolver problemas de forma eficaz.
Sergio Monge
Costa Rica desde Costa Rica

Sergio Monge

Ingeniero en Software / Emprendedor
Co-fundador Mawi. Experiencia en varios proyectos de TI donde ha aprendido diferentes tecnologías y enfoques de desarrollo. Disfruta tratando con los clientes, escuchando las necesidades, organizando los equipos y logrando los objetivos. Le gusta transformar las necesidades de los clientes en cosas reales en las que los desarrolladores puedan alcanzar sus objetivos personales y profesionales, una situación en la que todos ganan. También es un triatleta que busca llenar las necesidades deportivas creando Athlina, una plataforma completa para gestionar equipos de deportes de resistencia y encontrar entrenadores para los atletas.