Una organización sin fines de lucro que no para de escalar
Seguramente muchos han escuchado hablar de la aparición del ChatGPT, las nuevas puertas que abrió este chatbot, cuáles son los usos que se la han dado al mismo, y otras tantas cosas más. Sin embargo, en múltiples ocasiones se hace foco y se desarrollan las cualidades de esta tecnología sin abordar quién está detrás. Es por eso que allí entra en escena OpenAI, la compañía que ha tomado las riendas de la revolución de la inteligencia artificial en la actualidad.
En este sentido, a pesar de su relativamente corta historia, su trayectoria de OpenAI es muy rica, ya que desde su fundación a fines de 2015 atravesó interesantes momentos hasta alcanzar su reconocimiento. A su vez, si bien Elon Musk actualmente no forma parte de la organización, fue una de las figuras claves en la etapa inicial de la compañía. Junto San Altman (hoy director ejecutivo de la misma) dieron forma a OpenAI como una organización sin fines de lucro con el fin de promover la inteligencia artificial para el bien de la sociedad.
Dentro de algunos momentos interesantes en la historia de esta empresa se encuentra la salida de Musk, la cual ocasionó múltiples especulaciones acerca de cuál fue verdaderamente su motivo. Hay quienes afirman que dicho desenlace fue causado por un desencuentro entre la junta directiva de OpenAI y el multimillonario cuando este último manifestó sus intenciones por tomar el control de la organización. Un quiebre en la relación de la que el sudafricano se lamenta profundamente y hasta alcanzó a admitir: “Fui un gigantesco idiota”, luego de ser consultado sobre su desvinculación con el proyecto.
Los primeros pasos de un gigante
Junto a un equipo de expertos encabezados por Sam Altam, Elon Musk, Ilya Sutskever, Greg Brockman y Trevor Blackwell, el 11 de diciembre del año 2015 OpenAI comenzó a funcionar. Ya desde sus inicios, la organización dejaba en claro que su objetivo estaba centrado en “hacer avanzar a la inteligencia digital” para generar “un impacto humano positivo”. Por lo tanto, sus fundadores interpretaban que sin la necesidad de generar un retorno financiero, podrían centrarse plenamente en su objetivo.
Es en esta línea que OpenAI recibió un gran apoyo económico de más de 1.000 de dólares gracias a donaciones de Amazon Web Services, YC Research e Infosys. Además de ser apoyado por Altam, Musk, Jessica Livingston, Peter Thiel y Reid Hoffman, entre otros. De esta manera, uno de los primeros softwares desarrollados por la compañía se denominó Gym. Este se puede definir como una biblioteca de código abierto que le permite a los investigadores descubrir y comparar diferentes algoritmos de “reinforcement learning”.
Continuando con esta historia, cabe destacar que luego de la separación de Musk en 2018, OpenAI estableció una salvedad respecto a sus fines no lucrativos. A partir de ella, la compañía puede ganar dinero con sus desarrollos pero estas ganancias deben ser destinadas para solventar los gastos de la organización y sus futuros avances. Es así que en 2018 estableció una asociación con Microsoft y recibió 1.000 millones de dólares con el fin de desarrollar para Azure (el ecosistema en la nube de Microsoft) una nueva tecnología de supercomputación basada en inteligencia artificial.
Las turbulencias y conflictos que enfrentó OpenAI
A pesar de su crecimiento exponencial en el mercado y los continuos avances que protagonizó esta organización con más de 8 años de vigencia, en el último tiempo su estabilidad fue puesta en crisis por algunos cambios. Modificaciones que para comprenderlas correctamente es necesario tener en cuenta dos puntos fundamentales ya resaltados: la misión histórica de OpenAI ligada a generar un impacto positivo en la humanidad y el acercamiento de Microsoft como un inversionista cada vez más importante.
Dicho esto, el 17 de noviembre de 2023 y luego de una reunión entre la junta directiva OpenAI anunció el despido de su director ejecutivo Sam Altman argumentando que este generaba “falta de confianza”. Luego de esta sorpresa comunicada un día viernes, el lunes siguiente Microsoft notificó la unión esta figura a su empresa. Sin embargo, el miércoles 22 OpenAI nuevamente publicó un comunicado, aunque ahora para dar a conocer el regreso de Altman al mismo cargo. ¿Cuál fue el motivo de este despido?
Si bien por cuestiones obvias las razones de estos vaivenes solo están en la conciencia de Altman y la junta directiva, las teorías más firmes sostienen que OpenAI encontró en su futuro lanzamiento ChatGPT 5 un potencial antes nunca visto, incluso ligado a una superinteligencia artificial que podría generar otro punto de quiebre en la historia de la inteligencia artificial. De esta manera, se especula que Altman tendría intereses lucrativos con este desarrollo y buscaba priorizar los mismos por encima de la seguridad. Es decir, lanzarlo y obtener un rédito económico antes de comprobar su total control.
¿Por qué Sam Altman regresó tan rápido a OpenAI?
Tanto interno como externo, el despido del cofundador de la empresa generó un revuelo pocas veces visto. Además, no es un detalle menor mencionar que Sam Altman no fue el único expulsado, sino también Greg Brockman (nada más ni nada menos que el presidente de la empresa y amigo personal de Altman). Decisiones que generaron que muchos de los trabajadores de OpenAI se posicionaron en contra del despido de Altman y anunciaron a los líderes de la organización que, en caso de no reincorporarlo, se irían de la empresa.
Digno de película, Microsoft logra llegar a un acuerdo con Altman y Brockman para formar una división interna de IA dentro de Microsoft. Es aquí que los trabajadores de OpenAI tomaron una decisión aún más drástica anunciando que, no solo se irían de la empresa, sino que se incorporarían también a Microsoft. Dada la situación y el escenario caótico, la junta directiva de OpenAI se vio prácticamente a reincorporar a los despedidos. Un desenlace que tampoco resultó barato barato para la junta directiva ya que fue reestructurada como parte de la negociación.