Cuando aparece la idea ¿Qué falta para convertirla en un negocio?
Todo negocio nace de una idea primaria, sin embargo, muchas veces solo es eso, una idea, que nunca llega a prosperar para transformarse en una situación rentable para quien lo pensó. Es por eso que más allá de la idea inicial, lo importante es lograr concretar aquello que se tiene en mente y poder sacarle el mayor rédito posible, ese momento será en el que un negocio logre tal denominación.
Ideas que mutaron a negocios reales
El mejor modo de graficar ese proceso, es a través de experiencias verdaderas, de ideas que lograron trascender y convertirse en negocios rentables. Una de ellas es Immigrant, fundada por José Azanza Arias, en Ecuador, una agencia de creatividad boutique enfocada en la creación de soluciones de comunicación y de tecnología.
“La idea nació de una simple, pero muy profunda premisa a la que arribe: hay mucho talento desperdiciado en las industrias creativas, especialmente en la industria de la publicidad. Todo ese talento necesita y debe ser reencausado, no solo en mejores proyectos sino en equipos de trabajo y clientes que valoren y respeten ese talento”, explica José y completa: “todo ese talento nunca podría estar en una sola agencia, estudio o empresa. Así es que nació Immigrant, que hace realidad que esos talentos puedan trabajar en la misma mesa, al menos en proyectos de corta duración. Immigrant es un estudio creativo basado en la nube y se enfoca en brindar a los clientes soluciones de investigación, estrategia, creatividad e innovación sólidas y únicas”.
En Bogotá, Colombia, Tata Solarte, una profesional de los medios que comenzó con un programa por Instagram, en el que entregaba lifehacks a los seguidores, se encontró con la posibilidad de evolucionar en ese camino y a través de una idea, generar un negocio. “Hay negocios que llegan de una forma más estructurada y otros que se desarrollan a medida que van sucediendo cosas. Yo comencé con un programa, llamado “quédate en tu talla”, aportando contenido en Instagram, en donde le facilitaba trucos y tips a la gente para hacer la vida más fácil”, comienza contando la protagonista, que además agrega: “las personas comenzaron a consultarme donde se conseguían las cosas para cumplir con esas recomendaciones y tips, a lo que yo en un primer momento los derivaba con distintos proveedores, los paseaba por muchos sitios, hasta que finalmente se me ocurrió comenzar a brindarles ese servicio también, que encuentren todos los productos en un solo lugar. Así creé “La tienda de Tata”, un emprendimiento surgido en base a las necesidades propias del público”.
Reconocer necesidades y encontrar un público específico
Los dos casos que sirven de ejemplo para descubrir como es el pasaje de una idea a un negocio real, han demostrado que lo primero es poder establecer cuáles son las necesidades que se está buscando resolver. Luego, lo más importante claro: entregar las soluciones que correspondan.
“Todos los emprendimientos conllevan un esfuerzo. Cuando se emprende hay que entender que es necesario dedicarle tiempo, planeación y tener una estrategia”, marca Tata Solarte, para luego ampliar su definición con el ejemplo de su emprendimiento: “Con las redes sociales no solo es la venta sino la exposición de los productos. La vitrina son las redes, por lo que hay que tomarse el tiempo de tomar una buena foto, subirla, comentar y, sobre todo, responder. Siempre hay que contestar, buscar la retroalimentación, la conexión con el cliente, con una web y principalmente WhatsApp”.
En relación a esa prioridad de utilizar WhatsApp como canal de comunicación, expresa: “La gente siempre tiene preguntas, hay quienes no saben para que compran tal cosa, aquellos que no leen las instrucciones o también los que necesitan soporte por cualquier otro motivo. Para eso hay que tener tiempo entonces, paciencia y predisposición para ayudar y responder”.
El primer paso
José Azanza Arias describe el proceso y los pasos a seguir para comenzar un emprendimiento, con las esperanzas de convertirlo en un negocio, desde el puntapié inicial: “Lo primero es arriesgarse y confiar en el instinto de uno, pero claro que no es fácil, es muy complejo soltar la comodidad de un trabajo fijo y un salario mensual. En segundo lugar, hay que entender en profundidad las necesidades del mercado y segmento al cual desea llegar con su producto o servicios. Por último, saber que siempre habrá personas en el camino que están dispuestas a dar una mano”.
Sobreponerse a las dificultades de iniciar un negocio
Todas las experiencias e historias que se repasan, de emprendimientos que han nacido de una idea y prácticamente de cero, tienen el común atravesar por periodos tormentosos. Siempre hay turbulencias en el viaje hacia la concreción de un negocio, sin embargo, el sobreponerse a eso, es una de las claves para demostrar la funcionalidad del emprendimiento y la idea inicial.
En el caso de Tata y su tienda virtual de productos para simplificar la vida, lo más difícil de afrontar ha sido: “el tiempo, porque soy mamá de dos hijos y aunque son grandes hay que encontrar el tiempo, además tengo otro trabajo (jefa de proyectos especiales Blu Radio)”.
Consecuentemente, la creadora de “La tienda de Tata”, afirma: “Lo más importante de la tienda es la confianza con los proveedores, con los clientes y la falta de tiempo puede ser un problema, pero por fortuna he capacitado una persona para ayuda y soporte. Ha sido algo fundamental”.
Para José en cambio, con el armado de su compañía Immigrant, la dificultad estuvo en: “encontrar los primeros clientes, que confiaran en que es posible trabajar rompiendo paradigmas tradicionales de lo que debe ser una empresa creativa”, pero como ya había mencionado, el emprendedor ecuatoriano apostó por su proyecto y confió en la oportunidad que identificó, la cual terminó siendo hasta visionaria cuando se analiza el contexto actual: “En el 2016 montar una empresa 100% remota, flexible, sin oficinas, con talentos desperdigados en distintos países, fue un desafío enorme, porque es difícil explicar una cultura de trabajo distinta que rompe esquemas”.
Superación y ventajas de hacer lo que uno elige
Así como hay cuestiones que complican establecer un negocio a partir de una idea, también hay aspectos que motivan y son el motor, junto con la pasión necesaria para emprender, de la transformación hacia un negocio consolidado.
“Lo más fácil para mí, está en que, al hacer un programa diario vía Instagram, tengo una retroalimentación permanente, se lo que la gente quiere y ese creo es el secreto de una tienda virtual. Las personas me dicen lo que quieren, lo solicitan explícitamente, entonces lo más fácil y la clave está en escucharlos”, comenta la emprendedora de Bogotá, Colombia, respecto a una de sus ventajas aprovechadas.
Convicción y oportunismo
Todo se hace más fácil cuando hay convicción. Pueden preguntarle a José Azanzas, quien así lo reconoce: “dejé mi trabajo de más de 12 años en el mundo de las agencias de publicidad, porque me di cuenta que había lugar para generar nuevas propuestas de valor”. Además, agrega: “vi una oportunidad en la relación clientes-agencias que cambiaba de forma acelerada. Las empresas estaban en búsqueda de colaborar con especialistas, con consultores en diversos ámbitos. Ir al experto y no pasar por el intermediario. Este contexto despertó en mí la visión de crear una red de profesionales independientes que pudieran atacar y responder a los varios problemas de las empresas y marcas que enfrentan con una mirada agnóstica en cuanto a los medios, formatos y plataformas”.
Destacarse con las mejores herramientas que se puedan incorporar
Muchas personas pueden tener ideas, pero para que se vuelva una realidad ese proyecto hay que ir más allá, ese es el principio básico con el que comenzó este artículo y es también el que lo cierra. “¿Qué estoy buscando? ¿Hasta donde quiero llegar? ¿Cuánto estoy dispuesto a invertir? Todos pueden tener ideas, pero aterrizarlas, es lo que hace la diferencia”, remarca la dueña de “La Tienda de Tata”, que concluye: “Yo siempre digo que hay que tener iniciativa, pero también acabativa y eso significa tomar decisiones: ¿voy a emprender de manera física o virtual?, una vez resuelto eso, si es física por ejemplo, okey, pensar entonces en el sitio, adecuación, look de la tienda, quienes quiero que vengan, cuanto estoy dispuesto a pagar por el local, lo quiero solo o dentro de un centro comercial, etc.”.
La conclusión de José, desde Ecuador, es algo más personal, pero aplicable a un ecosistema general de emprendedores: “siento que adopte un pensamiento de negocio, de encontrar una propuesta de valor clara que responda a necesidades reales”, comenta y finaliza con un guiño hacia el futuro digital, algo que también todos los que piensen e ideen emprendimientos deberían tener en mente: “Paradójicamente el mundo durante la pandemia se adaptó a una forma remota de trabajo, eso nos dio un impulso inesperado que nos fortaleció y nos está haciendo crecer a un ritmo sólido y constante”.