Los tiempos que corren son contundentes en varios aspectos y uno de ellos es en el compromiso que gran parte de la sociedad toma con respecto a la cuestión medio ambiental y a los problemas, que ya son una realidad en la actualidad, pero principalmente a futuro, que se están generando por la intervención humana sin la responsabilidad, ni interés suficiente.
El camino del cambio de mentalidad, para comenzar a valorar más el planeta como lo que es e intentar disminuir los impactos negativos que la población humana a nivel mundial crea, comienza muchas veces por uno mismo pero tiene más significado cuando se logra unificar desde organizaciones que cuentan con la posibilidad de tener más alcance, de multiplicar voces y de sentar posiciones que extiendan el compromiso para con la sustentabilidad y el medio ambiente.
De está manera, las empresas, cada cual desde las posibilidades que su rubro y estructura les permite, tienen la necesidad y muchas veces el deber de sumarse a ese camino de la sustentabilidad empresarial. ¿Por qué? en primer lugar por el mero hecho de la responsabilidad y respeto que toda organización debería de tener con el planeta, pero también porque es un rol que le permitirá construir un perfíl ganador en cuanto a la mirada de propios y extraños, es decir de empleados y de la gente externa, sean clientes, público en general, etc.
Es la manera en que se expresa un estilo de trabajo que se enfoca o se encolumna detrás de un objetivo que tiene en cuenta la necesidad de alcanzar el mejor nivel en aspectos como el cuidado del medio ambiente, intentando provocar el menor impacto posible o incluso disminuirlo en lo posible, mientras a su vez se puja por la excelencia y eficiencia en la calidad de los productos o servicios que se brinden.
En definitiva, la sustentabilidad empresarial no es otra cosa que la capacidad de reunir los logros de la compañía, con el mayor beneficio económico que eso pueda generar, pero sin dejar de lado la responsabilidad social y con el medio ambiente, protegiendo tanto los recursos humanos como naturales.
Es una gran manera de que la empresa en cuestión consiga diferenciarse de la competencia y ofrecer un plus, tanto al público que la sigue, como a los empleados y los futuros postulantes que busquen ingresar. Incluir el factor sustentable como prioridad es una política que impacta en los frentes económicos, sociales y culturales, de manera positiva.
Una buena manera de comenzar a recorrer el camino de la sustentabilidad empresarial, puede ser reducir el gasto energético a través de la instalación y el uso de paneles solares. El cuidado y el objetivo de lograr ser eficientes en el gasto de energía es un buen aporte.
Otra buena idea es la de utilizar gas natural en todos los procesos que lo requiera, ya que produce escasa contaminación a diferencia de una terminal completamente eléctrica, cuyo gasto energético puede ser alto o impulsada a través de otros materiales que son mucho más contaminantes.
Una decisión que revela el compromiso del que se hablaba antes, con el planeta, con los habitantes, con empleados y hasta con los valores que representa cada compañía, es el de ocuparse de sus desechos. Lo mejor siempre en estos casos es enviarlos a plantas de tratamiento que sean confiables en sus procesos y en el trato con materiales que pueden ser potencialmente peligrosos.
Para finalizar los ejemplos, así como se recomienda una buena utilización de la electricidad y gas, también sucede con el agua, otro recurso elemental que debe protegerse. Existen sistemas que ayudan a disminuir el consumo de agua en áreas comunes.
Más allá de la imagen positiva, el bienestar que puede causar en el ámbito laboral y organizacional, el posicionamiento que la sustentabilidad empresarial otorga, hay otras ventajas que son importantes destacar.
Una de ellas es la reducción de costos de producción que puede lograrse. De la misma manera, un proceso sustentable a largo plazo representa un seguro retorno a la inversión.
El hecho de que las empresas deban adaptarse y reconocer la sustentabilidad como un valor fundamental, tiene mucho que ver con las demandas que las nuevas generaciones (milennials y principalmente centennials) comienzan a plantear.
El recambio generacional, es uno de los grandes impulsores del cuidado del medio ambiente, ya que los jóvenes han reordenado las prioridades en relación a la vida y el trabajo, colocando la cuestión medioambiental en uno de los escalones más altos.
