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¿Cómo funciona el método Lean Startup y cuáles son sus ventajas?

Desarrollar ese producto o servicio innovador que revolucione el mercado puede representar un gran peligro si no se escoge el camino correcto. Descubre por qué el Lean Startup reduce riesgos y abarata costos.
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¿Cómo funciona el método Lean Startup y cuáles son sus ventajas?

Hacer, medir, fallar y aprender sin malgastar recursos

Cuando la innovación ocupa un lugar de prioridad en el desarrollo de un producto o la creación de un emprendimiento, el saber no malgastar el tiempo o el dinero adquiere gran importancia. Estos dos factores determinarán en grandes porcentajes si un proyecto puede llegar a ser una gran empresa. Partiendo de esta base, existen ciertas metodologías de trabajo que agilizan y ahorran grandes dolores de cabeza.

Lean Startup es una metodología que en los últimos años ha ganado gran popularidad en el mundo de los negocios debido a su alta efectividad. Esto no quiere decir que garantice el éxito de forma automática, ni mucho menos, pero sí reduce los riesgos en que entran en juego al emprender. En simples palabras, se puede explicar como una metodología que hace énfasis en cuáles son las necesidades reales del cliente. A partir de esta perspectiva, se crea un MVP (un producto mínimo viable), y se trabaja con el feedback de los clientes hasta elaborar un producto final.

En este sentido y profundizando un poco más en dicha metodología, la misma cuenta con etapas claras que permiten delimitar fácilmente el proceso. Si bien estas serán fragmentadas con más detalles próximamente, se pueden resaltar tres momentos claves: la elaboración de una hipótesis, la recopilación de datos y finalmente las conclusiones finales. Este es un proceso cíclico por lo que será necesario repetir las etapas hasta comprender cuándo el producto o modelo de negocio final ha sido perfeccionado al máximo.

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Cómo nació esta eficaz metodología

Al ahondar en los orígenes de este concepto no es posible hablar de una persona única que capitalice todo el éxito. En primera instancia, Steve Blank es quien se posee gran parte del reconocimiento y tiene sus razones. Este emprendedor y mentor de Silicon Valley fue quien desarrolló una metodología de validación de productos basado en el customer development o desarrollo de cliente. A partir de un público objetivo, el experto analizaba si la propuesta cubría las necesidades o el deseo de aquel nicho.

Sin embargo, cuando se menciona precisamente el término Lean Startup es necesario resaltar otro nombre importante: Eric Ries. Como alumno y discípulo de Blank, Ries es quien popularizó este concepto con su libro “El método Lean Startup”. Allí explicó de forma didáctica estas ideas y construyó una metodología que podía ser aplicada a múltiples proyectos en etapas tempranas.

Finalmente, en esta historia también hay que darle un capítulo a Taiichi Ohno y Shigeo Shingo. Dos ingenieros de Toyota que instauraron el Lean Manufacturing, metodología que marcó las bases del Lean Startup. De esta manera, en los años 90 estos japoneses mejoraron los procesos productivos al maximizar la eficacia y reducir notablemente el gasto en recursos o procesos innecesarios.

Cuáles son las etapas que conforman Lean Startup

Toda metodología cuenta con etapas, eslabones o momentos que deben ser atravesados para realizar un buen trabajo. A continuación, podrás conocer cómo se divide el proceso del Lean Startup.

Identificar un problema e idear una solución

El comienzo de esta metodología se basa en reconocer cuáles son las necesidades que “sufren” los clientes y a partir de ello imaginar una solución que pueda satisfacer esa problemática. Para esa instancia resulta útil tomarse el tiempo de interactuar con los clientes y prestar atención a sus inquietudes.

Una vez realizado este primer paso, la elaboración de una hipótesis en base a los conceptos “problema” y “solución” será clave. La misma se retomará al final del ciclo para observar cuáles fueron los resultados y así decidir si es necesario continuar repitiendo el ciclo o lanzar el producto final.

Crear un MVP

Llevar a la práctica un producto mínimo viable es fundamental para observar esas primeras impresiones. La búsqueda aquí debe centrarse en gastar el menor tiempo posible, así como también dedicar muy poco esfuerzo. Es por eso que el MVP debe pensarse como aquel producto ideal pero simplificado, un prototipo que ayuda a obtener ese feedback anteriormente mencionado.

Medir

Al medir es importante tener en cuenta que seguramente se encuentren muchas falencias en el primer prototipo, sin embargo, no solo hay que enfocarse en corregir errores. Lo valioso de la medición también es poder descubrir aquello que realmente es innovador, sorprende e interpela.

Esta etapa será desarrollada mediante la implementación de Indicadores Clave de Desempeño (KPIs) y se enfatizará en los indicadores que ayuden a acercarse a esa audiencia ideal. A modo de ejemplo, saber cuánto cuesta captar un cliente o los ingresos ganados en cada gestión.

Aprender y mejorar

Como el Lean Startup no es un proceso lineal, sino que se busca pulir la mayor cantidad de detalles antes de lanzar el producto final, cada ciclo es importante. En este sentido, luego de recolectar datos y resultados en estas etapas se puede volver a la hipótesis inicial e identificar falencias o validar certezas.

El aprendizaje en esta metodología es un aspecto a tener siempre en cuenta a lo largo de todo el recorrido. Cada error debe aportar algo, fallar por fallar no tiene ningún tipo de sentido y por eso siempre hay que revisar cada prueba e interpretar los resultados.