Diseñar un prototipo

MVP: ¿Qué significa, cómo se mide y de qué manera afecta a un emprendimiento?

Una gran e innovadora idea de negocio no necesariamente es sinónimo de éxito. Es por eso que existen algunas metodologías para disminuir la incertidumbre y los riesgos que puede significar lanzar un producto o servicio al mercado.
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MVP: ¿Qué significa, cómo se mide y de qué manera afecta a un emprendimiento?

La receta para aumentar las probabilidades de éxito

Dentro del mundo empresarial, es común oír el alto porcentaje de emprendimientos que fracasan al lanzar un producto. Una cifra que suele asustar mucho y, hasta en algunos casos, provocar que los protagonistas abandonen del camino emprendedor. Sin embargo, es necesario sembrar un poco de calma frente a este panorama y recordar que existen ciertas metodologías que proveen seguridad al emprender. En este sentido, el MVP es un concepto muy presente en el ámbito que permite crear una base sólida al momento de entrar al mercado.

Para no andar con vueltas y comenzar con la definición exacta, el término MVP hace alusión al producto mínimo viable (Minimum Viable Product). En otras palabras, un prototipo del producto o servicio que se busca lanzar. De forma errónea, muchas veces se cree que el mismo debe ser una versión de baja calidad o desmejorada en comparación a la idea final en mente. No obstante, la misma debe ser simple pero efectiva. Es decir, que con sus funciones mínimas pueda ser presentada a clientes potenciales para observar y analizar su respuesta.

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Avanzando en este camino, el desarrollo del producto mínimo viable abre muchas puertas, y esto queda en evidencia al ser comparado con otras metodologías. Años atrás el lanzamiento de un producto o servicio era “a todo o nada”, sin tener demasiada noción de la postura de los clientes. Ahora, al lanzar versiones previas de bajo costo se puede realizar una investigación y así disminuir el margen de error. Es por eso que una de las grandes ventajas que trae consigo un MVP es la posibilidad de comprobar cuáles son las tendencias del mercado.

Qué características debe tener un buen MVP

Antes de ahondar en los aspectos que componen un producto mínimo viable, es preciso resaltar que este concepto está ligado al método Lean Startup. Una metodología desarrollada por Eric Ries y Steve Blank basada en un proceso claro y conciso: construir, medir y aprender. Bajo esta línea, el MVP hace foco en encontrar el problema o demanda principal a satisfacer del cliente, y desde allí comienza a moldear lo que será el producto final.

Dicho esto, al hablar de las características de un producto mínimo viable se hace hincapié en cuatro puntos fundamentales: funcionalidad, usabilidad, diseño y viabilidad. La funcionalidad se basa en poder solucionar aquel problema específico planteado a partir del conjunto mínimo de funciones. En cuanto a la usabilidad, con frecuencia se cree que por ser un prototipo no hay problema si el mismo no se puede usar, y aquí se comete un gran error, ya que será un aspecto necesario para poder extraer conclusiones de aquel MVP.

El diseño también se suma a esta lista debido a que el producto mínimo viable debe generar una buena experiencia de usuario y producir placer tanto visualmente como al interactuar con él. Finalmente, la viabilidad es otro rasgo a destacar. Quizás puede resultar un punto un tanto complejo de trabajar debido a que, producto del trabajo manual que hay detrás de un MVP, usualmente su desarrollo no es viable. Sin embargo, aquí hay que observar la viabilidad pensada desde la implementación definitiva, con la automatización de ciertos procesos, por ejemplo.

Cómo medir los resultados de un MVP

Una vez que aquella idea innovadora se transformó en un producto mínimo viable, llega el momento de analizar los resultados del mismo en su interacción con los clientes. De esta forma será posible detectar tendencias y corregir errores. Aquí las métricas de valor serán las que permitan evaluar los resultados y básicamente aprender del proceso realizado.

Dependiendo del tipo de proyecto existen determinadas métricas que serán más útiles que otras, por eso para el e-commerce, por ejemplo, medir la conversión, el coste de adquisición y afiliación será muy importante. Por otro lado, en todo aquello relacionado con las aplicaciones móviles, se recomienda observar las descargas, la puntuación en los sitios de descargas y la viralidad de la misma. Es decir, si se ha compartido de forma rápida y amplia entre los usuarios.

Continuando con estos diferentes tipos de métricas, cuando se habla de MVP dedicados a contenidos aquí hay muchos valores para observar. Más allá de ello, usualmente se prioriza la cantidad de veces que los usuarios vieron el contenido, el tráfico, como así también si fue viral. Finalmente en los sistemas SaaS, el cual comprende al software como servicio, se hace foco en el engagement, la transacciones y la comisión del mismo.

Por qué es importante el MVP en un proyecto empresarial

Si bien ya fue desarrollado el valor de diseñar un producto mínimo viable, a modo de síntesis es posible recordar su incidencia al montar un negocio. Al trabajar en los aspectos esenciales del producto/servicio a lanzar y llevar adelante pruebas en lapsos muy cortos de tiempo, esta metodología permite reducir notablemente el tiempo de desarrollo del producto final.

Asimismo, como se trabaja de forma directa con clientes potenciales abre paso a entender cuáles son sus intereses reales y  sus reacciones frente a los prototipos. Sumado a esto, como consecuencia se puede testear la demanda del producto y reducir en gran porcentaje aquella incertidumbre inevitable que se presente al lanzar un producto al mercado. En último lugar, y quizás lo más importante, el poder evitar grandes fracasos no solo garantiza seguridad, sino que también evita tirar importantes inversiones a la basura.