Al iniciar un negocio propio se invierte mucho más que dinero. Se coloca una gran cantidad de energía, se cargan expectativas, se le dedican horas a pensar e imaginar cómo encontrar los mejores caminos para que el mismo crezca, y muchas otras tantas más. Todo este cúmulo de elementos se sostienen al principio, sin embargo, con el tiempo el panorama comienza a cambiar.
En los primeros meses del emprendimiento el foco no suele estar puesto en las ganancias, sino más bien en poder cubrir con lo básico, solucionar problemas o invertir nuevamente en aquello que falta. Es por eso que, aproximadamente pasado un año o dos, cambia el eje de perspectiva. De forma más o menos apresurada, todo emprendedor quiere que su proyecto despegue, que el tiempo y los recursos sean compensados, así como también poder empezar a disfrutar más.
Frente a esta situación surge el interrogante acerca de ¿cuándo voy a comenzar a ganar dinero con mi emprendimiento? Más allá de que cada caso tiene su particularidad y entrarán en juego factores como la experiencia, existen algunas recomendaciones que permiten acelerar este proceso o salir de un contexto donde todo parece estancarse. En este sentido, resulta muy útil comenzar a revisar los procesos del negocio. Es decir, cada una de las instancias del mismo, para analizar posibles mejoras de ingresos o reorganizar gastos.
Como se mencionó anteriormente, es importante que a partir del año o los dos años del emprendimiento comiencen a aparecer los buenos resultados. No solamente por una cuestión técnica, sino porque con el paso del tiempo las dudas se harán cada vez más grandes y resulta necesario volver a replantearse ciertas cuestiones. Dicho esto, observar cuáles suelen ser las equivocaciones más frecuentes ayuda a disminuir el margen de error y acelerar el crecimiento.
Tener expectativas lo más reales posibles es uno de los primeros puntos importantes. Más allá de que parezca una obviedad, dejarse llevar por el momento y la ilusión muchas veces conduce a cometer errores, es por eso que siempre se debe evaluar todos los factores antes de dar un gran paso. Por otro lado, el no tener bien divididas las finanzas genera muchos problemas. A veces se toma dinero del negocio cuando realmente es una necesidad personal y otras veces se invierte todo en el negocio sin recibir nada a cambio. Ser tu propio jefe no significa que no te debas pagar.
Por último, dentro de estos aspectos primordiales siempre puede contemplarse la realización de una capacitación. En la actualidad existen infinidad de espacios para formarse en asuntos financieros y administración, es por eso que transitar aquellas etapas mejora en grandes medidas las oportunidades de despegar. Además, no necesariamente tienen que ser cursos costosos. De forma presencial o virtual, existen algunos muy accesibles y hasta gratuitos.
Si el tiempo se hace largo y el negocio no crece, es posible que sea hora de implementar algunas modificaciones. Conoce cuáles son las principales recomendaciones para lograr este avance.
Sin importar cuál es el nicho en el que se desarrolla el emprendimiento, los consumidores siempre se dirigen al lugar que ofrece buena calidad y una experiencia personalizada. Darle seguridad al cliente, hacerlo sentir cómodo, escucharlo, son algunos de los puntos básicos de una buena atención.
Comprendiendo estos aspectos y muchos más, surge la necesidad de notar cuál es el trabajo de la competencia. Buscar elementos diferenciadores para captar la atención de clientes potenciales es maximizar las oportunidades y así poder aumentar las ganancias. Así sean detalles, la competencia inevitablemente siempre tendrá puntos débiles que aprovechar.
Existen herramientas digitales a disposición sobre las cuales muchas veces no se tiene conciencia de su potencialidad. El hecho de ser gratuitas, las vuelve de cierta forma invisibles, porque no hay nadie intentando venderlas. Partiendo de esta base, llevar adelante campañas de marketing en redes sociales puede ser un gran método para crecer y aumentar la visibilidad.
Una gran característica de los emprendimientos es que cada proyecto está inserto en un ecosistema emprendedor. Es por eso que, así como uno se siente estancado, otros también. En este sentido, es posible dar para recibir, generar acuerdos mediante packs especiales, combinando productos con otros proyectos y demás variantes. Estas alianzas funcionan como un gran mecanismo para aumentar la rentabilidad.
Llevar adelante una buena gestión de los recursos es poder identificar puntualmente cuáles son las principales fuentes de ingreso. Partiendo de ello, se puede analizar cuáles son los gastos innecesarios con el fin de reducirlos o, si es posible, hasta eliminarlos. Quizás se utiliza como materia prima un producto del que se puede prescindir o buscar otro proveedor, así como también negociar el precio del mismo.
La decisión de aumentar el precio del producto o servicio puede generar dudas y temor frente a una posible pérdida de clientes. Sin embargo, es importante tener presente que los consumidores van a aceptar el incremento si el mismo se ve justificado en el valor agregado o tiene relación con las demás ofertas en el mercado. Por lo tanto, contemplar estos dos factores fundamentales será la base de lograr aumentar la rentabilidad.
