Decenas de películas, series y libros nos suelen contar historias de amigos que tras pensar una idea innovadora y comenzar a trabajarla desde cero logran transformarla en grandes compañías y ellos, por supuesto, convertirse en importantes empresarios. En muchas ocasiones, estos relatos pueden parecernos exagerados aunque jamás hay que perder de vista que la realidad siempre supera a la ficción.
Son numerosos los casos de grupos de amigos que se lanzan a emprender y, luego de atravesar los desafíos y complejidades lógicas que esto requiere, alcanzan resultados exitosos. Sin ir más lejos, la historia de Turismo City, compartida con Next Idea 4U por su co-fundador Julián Garfunkel, es un ejemplo concreto de que sí es posible.
Para confirmar esta hipótesis, la coach Fátima Ribeiro, experta en liderazgo y formación de equipos y Gerenta Fundadora de Outperform, expresa introduciendo puntos clave que luego desarrollará: “Sí, es posible. Pero para que lo sea, cuando es un grupo de amigos es muy importante definir muy bien cuáles son los acuerdos de trabajo. Qué es importante para ellos, qué quieren preservar. Es necesario un alineamiento de expectativas”.
En el mismo sentido, Ma. Lourdes Coll, psicóloga laboral y Directora de InnovaRH, asiente de manera similar: “Es posible, por supuesto que sí, pero es importante tener en cuenta lo que cada uno puede aportar, hablar con transparencia, ser sinceros, reforzar la comunicación, dar mensajes concretos y concisos. Si en general es importante, en estos casos la transparencia y la división de roles es fundamental”.
Algunas entregas anteriores en Next Idea 4U hablamos de las empresas familiares, un modelo que realmente funciona en todo el mundo. Sin embargo, ¿existen diferencias entre ambos casos?
Aunque haya similitudes muy evidentes, se presentan algunas diferencias que son realmente trascendentales. Ribeiro, con gran tino, señala la variable que puede llegar a ser la esencia de esta disparidad: “A veces con la familia el componente emocional puede ser aún más fuerte, sin embargo, tú puedes dejar de ser amigo de alguien pero nunca puedes dejar de ser familia”.
Este tipo de vínculos, entonces, presentan una gran fortaleza pero al mismo tiempo también pueden romperse si no se cuidan de la manera adecuada y esto puede llevar a que el proyecto, se encuentre en la etapa que sea, corra riesgo de disolverse.
Pensando en las ventajas de emprender con amigos, Ribeiro destaca: “Yo creo que la principal ventaja es la confianza. Cuando emprendemos algo con personas que no conocemos, al principio hay una cosa que tenemos que trabajar y es la confianza, pero cuando es un grupo de amigos eso ya está presente”.
En el mismo sentido, Coll agrega a esta reflexión sobre la confianza algunos matices sobre los vínculos personales: “Sin dudas la principal ventaja es la confianza que hay entre personas que se conocen y se quieren, ya que hay más libertad de poder ser uno mismo y de plantear inquietudes”, explica, y concluye: “Se debe tomar la base del afecto y del amor como motor para seguir construyendo y reforzando la sinceridad y la confianza”.
“Sin embargo, hay una dificultad en relación a esto”, advierte Ribeiro retomando su argumentación, “y es que podemos entender esa confianza desde la perspectiva de la amistad y no desde la perspectiva de los negocios, que es en donde tenemos que elevarla en este caso. Sin dudas es ventajoso ya conocer a la otra persona y tener una idea sobre ella de antemano, pero luego se debe estar atento a conocer también nuevas facetas en distintos ámbitos”.
Continuando en el mismo camino de la confianza y los vínculos personales entre amigos que comienzan a emprender, y atendiendo a las grandes ventajas y precisos recaudos que se deben contemplar, queda al descubierto un aspecto clave.
Ilustrando mejor este escenario, Coll asegura que cuando dos o más emprendedores son amigos ya han resuelto una gran parte del proceso lógico en cualquier proyecto conjunto. Así lo explica: “En los casos en que dos personas que se conocen poco se asocian, no solo tienen que construir una empresa sino que también deben construir un vínculo, cosa que cuando son amigos eso ya está construido y forjado previamente”.
“La clave está en reforzar el vínculo personal”, continúa Coll, “este camino que ya tienen ganado porque ya conocen las características del otro. En la medida que esto se pueda tomar como una fortaleza ya tienen parte del camino recorrido”, finaliza auspiciosa.
A la hora de pensar en la posibilidad de que existan perfiles de emprendedores más aptos o dispuestos a trabajar de manera provechosa con amigos, ambas profesionales prefieren poner el foco en otro lado. En consecuencia, optan por destacar dos aspectos que sí o sí deben estar presentes.
En este sentido, la psicóloga y consultora uruguaya es muy clara al respecto: “Más allá de perfiles, lo que tiene que prevalecer es un propósito compartido, y si bien a los integrantes del emprendimiento los pueden mover cosas distintas, deben estar alineados, no puede haber intereses opuestos”, afirma.
“Si uno tiene como único objetivo generar ingresos y el otro además quiere lograrlo pero por medio de una empresa con objetivos medioambientales, sociales y demás, ahí ya hay un tema ético que puede estar en juego y puede traer diferencias”, desarrolla Coll. Complementando esta explicación, cierra su idea: “Tiene que haber una base de valores definida en conjunto y por eso es tan importante generar la estructura de lo que va a ser la cultura del emprendimiento, porque a partir de allí no importa si la idea o el proyecto se transforma, el propósito común tiene consenso”.
En una línea parecida, Ribeiro adhiere a esta reflexión otra variable: “Yo no creo en definir perfiles, yo creo que las personas somos seres en evolución, pero lo que sí tiene que haber es complementariedad de funciones. Tiene que quedar muy clara la virtud de cada uno y en donde van a estar juntos, generando cierta autonomía pero también complementariedad”, sugiere.
Tal como puede observarse, las relaciones entre amigos presentan muchísimas ventajas para emprender un proyecto en común, aunque también deben cuidarse con algo de atención. Justamente por esto, a modo de síntesis de esta serie de características, se torna evidente que la transparencia no puede dejarse a un lado.
Así mismo lo entiende Coll y por eso aporta desde su experiencia un consejo final: “Cuando el proyecto es con amigos, es importante dejar los acuerdos documentados porque minimiza el impacto de los grises. Cuando uno tiene contratos y se van definiendo los procesos también por escrito, hay una base a partir de la cual se trazan caminos claros. Esa metodología establecida evita los grises, que son los que muchas veces llevan al conflicto. La clave para el éxito está en minimizar ese margen”.
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