Juanjo Marle
Desde España 
Uno de los modos más actuales para ofrecerse en redes sociales y mostrarse abierto a las oportunidades de trabajo que se abran, es la de expresar que se está en búsqueda activa, generalmente acompañado de un semicírculo verde en la foto de perfíl si es que hablamos de LinkedIn en particular.
La búsqueda activa sigue con la postulación y recepción de distintas ofertas a entrevistas, luego de que los reclutadores y las empresas evalúan perfiles de posibles candidatos. Lo primero suele ser un mero acercamiento, una charla básica en la que se reúne información y se conoce al candidato para chequear algunas cuestiones curriculares, de ahí, hecho el filtro inicial, se les propone a los que siguen en carrera y tienen potencial para ocupar la posición ofrecida, una entrevista por competencias.
Cualquier persona que atravesó un proceso de selección, seguramente ha tenido que someterse a estas entrevistas por competencias, aunque quizás no sepan que se llaman de tal manera, ni tampoco el objetivo que tienen.
Por competencias o también llamada una entrevista mixta, este punto del proceso es el siguiente paso a la comprobación de que el perfíl realmente se adecúa a las especificaciones o requerimientos técnicos del puesto. Entonces, las entrevistas por competencia tienen por objetivo confirmarle a los reclutadores o al equipo de recursos humanos de la empresa, que han dado con una persona idónea.
Por supuesto que su nombre también es una pista, ya que en lo que enfoca la entrevista el reclutador es en los aspectos más competenciales del candidato. Para ello, suelen elaborar un cuestionario o prueba con ejercicios en donde se sitúa al entrevistado en situaciones y escenarios vividos, que pueden llegar a darse en el futuro dentro de la posición que ocuparía, evaluando las reacciones, elecciones y decisiones que toma el candidato.
Entonces, si el puesto requiere habilidades de liderazgo, resolución de conflictos, toma de decisiones, contacto con clientes o público externo, tolerancia al estrés, gestión del tiempo, por mencionar algunas, en la entrevista se podría pedir al candidato que hable de una situación previa en la que tuvo que resolver un conflicto, para comenzar.
Luego, se puede simular un escenario en el que tenga que comunicarse con su equipo, salir a resolver una situación con clientes, tomar una decisión ante una disyuntiva o un hipotético conflicto entre dos personas de su equipo, entre otras formulaciones. Siempre se hace mucho hincapié en dar ejemplos, que obviamente si han sido experiencias reales suma mucho más.
Hay una variante de este tipo de entrevistas que se realiza íntegramente mediante tecnología de chatbots e inteligencia artificial. ¿Cómo? las empresas envían un usuario y contraseña para que el candidato se loguee a una plataforma donde comienza a resolver las preguntas preestablecidas y a contestar también en los escenarios que la propia plataforma le presenta, recibiendo respuestas por parte de chatbots que se hacen pasar por su equipo de trabajo, jefes, clientes, y más.
Es natural que al ser una entrevista en la que no se interactúa de forma directa con los reclutadores, no tiene el mismo impacto, pero de todas formas la empresa puede evaluar las respuestas otorgadas por el candidato y desde allí parten las conclusiones para decidir si la instancia se ha logrado resolver de forma satisfactoria, o no.
Saber de qué se trata la entrevista es un conocimiento importante, pero más lo es tener herramientas para prepararse de la mejor forma en la previa y llegar al momento de la entrevista con las mejores posibilidades. La experta en reinvención profesional y entrenadora laboral Mayte García Caneiro, aporta la explicación sobre un método que sirve para prepararse y estar listo para afrontar entrevistas por competencia.
Lo primero en lo que hace hincapié es en, más allá de tener en mente las respuestas para la indagación sobre el CV y la currícula previa, preparar ejemplos concretos que se pongan de manifiesto al repasar las preguntas puntuales sobre cada competencia.
Pero eso no es todo, porque la formadora española, que además es periodista y reconocida como una de las Top Voices de empleo en LinkedIn, habla del método STAR, como la manera más efectiva de organizar la preparación.
“La S, refiere a Situación, relato del contexto, problema a solucionar. ¿Cómo y cuándo fue?”, comienza explicando Mayte, que luego sigue por la T, y marca: “remite a Tarea. Lo que se esperaba de ti, el reto al que te tenías que enfrentar”.
Finalmente, sobre la A y la R, menciona: “Acción o Acciones que llevaste a cabo o que propusiste para resolver la situación. ¿Cómo las aplicaste en su momento? y R por Resultados, mejoras y aprendizajes obtenidos”.
