Las formas y los horarios de trabajo han variado con el transcurso del tiempo. Dejando atrás la rigidez, la flexibilidad se ha colocado como una característica fundamental para poder aumentar la productividad y así cumplir con la mayor cantidad de responsabilidades de forma eficiente. Es en este contexto que el concepto multitasking se ha instalado fuertemente. Un concepto que se puede resumir como aquella capacidad de realizar más de una tarea de forma simultánea sin perder la efectividad.
Cabe destacar que, en sintonía con los brutales avances tecnológicos de estas épocas, el multitasking es un término aplicado al hablar de sistemas operativos. “Que puede ejecutar varios programas o varias tareas de manera concurrente”, define la Real Academia Española sobre los mismos. Por otro lado, aunque en esta instancia se realice una profundización del concepto precisamente respecto al ámbito laboral, el multitasking también se hace presente en actividades diarias de la vida cotidiana. En este sentido, el hecho de atender dos tareas de forma simultánea como hablar por celular y colgar la ropa es un ejemplo.
De esta manera y teniendo en cuenta la definición de este concepto, al hablar de “una persona multitasking” el panorama se torna más amplio. Esta es una capacidad solicitada en muchas ocasiones en los trabajos, ya que también hace alusión a aquella capacidad para adaptarse a los diferentes escenarios y situaciones. Poder llevar adelante múltiples actividades en tiempo reducido representa grandes beneficios y altos niveles de productividad. Por otro lado, también es necesario resaltar que debe existir cierta organización para poder rendir al máximo, como así también algunos límites para evitar la saturación.
A la hora de hablar de los beneficios que tiene ser una persona multitarea, se pueden resaltar varias aristas. Entre ellas sin dudar estará presente la gestión del tiempo. Al poder realizar varias tareas de forma simultánea es posible ahorrarse horas y por lo tanto aumentar el rendimiento. Por otro lado, también se puede afirmar que aumentan los niveles de responsabilidad. Un perfil capacitado para concretar diversas actividades da cuenta de una persona capaz y comprometida.
Ahora bien, si estas características no son aplicadas de forma equilibrada, se hacen presentes desventajas respecto a esta capacidad. Como la concentración será ser mayor, el estrés puede aumentar. La necesidad y presión por dar fin a cada una de las tareas en un tiempo limitado no representa grandes ventajas para la salud mental. Sumado a esto, el riesgo de cometer errores también será mayor. Cuando la concentración se pierde, el porcentaje de equivocarse crece. Por último, la pérdida de calidad posiblemente entre en juego. Es decir, a mayor cantidad menor calidad.
Teniendo en cuenta que el multitasking es una capacidad importante en el ámbito laboral, desarrollarla puede traer nuevas oportunidades. Las empresas demandan cada vez más que sus empleados cuenten con este perfil, es así que existen algunas recomendaciones para desarrollarlo. En esta línea, como primera medida es posible resaltar la importancia de la organización. Actualmente existen muchas herramientas tecnológicas para poder tener una visión general, gestionar las tareas y así establecer un marco de tiempo razonable para concretarlas.
Partiendo de esta base será necesario sacarles jugo a las horas donde se rinde mejor. Es decir, ordenar las actividades y realizar aquellas más complejas o de mayor concentración en los momentos indicados. Sumado a esto, mientras más ordenado y limpio se encuentre el espacio de trabajo, más fácil será desarrollar múltiples tareas. Además, siempre hay que tener mucho cuidado con aquellas distracciones comunes. Evitar las redes sociales u otras situaciones típicas de la cotidianidad que pueden perjudicar será fundamental para poder mantener el nivel de concentración el máximo tiempo posible.
Entre otros aspectos, saber reconocer los momentos para el descanso es otro punto muy importante para mejorar el multitasking. A pesar de que el objetivo siempre será rendir y mantener buenos porcentajes de efectividad, las pausas resultan claves para desconectar y recargar energías. De esta manera, al establecerse límites propios se pueden gestionar mucho mejor el tiempo y las respectivas tareas a realizar. Además, es un recurso para liberar estrés y alejar posibles problemas relacionados con la frustración.
En los últimos años se ha puesto en debate cuánto se gana y cuánto se pierde al final del día al realizar múltiples tareas simultáneamente. En primera instancia, para responder esto hay que entender que depende de diversos factores y la respuesta se verá influenciada por las particularidades de cada caso. Es decir, dependerá del trabajo a llevar adelante, por ejemplo, o de las condiciones en las que el mismo se concrete.
Sin embargo, dejando a un lado estas salvedades sí es posible afirmar que, en caso de que no sea regulado, el multitasking a la larga puede traer problemas. El hecho de mantener altos niveles de presión durante tiempos prolongados representa un desgaste y puede generar hasta la pérdida del disfrute. Como se mencionó en un comienzo, el multitasking es un concepto que comenzó siendo utilizado para sistemas operativos y, a diferencia de estos, los humanos se cansan, tienen problemas personales, se estresan, y demás. Por lo tanto, es necesario tratar con cuidado esta capacidad para no perder el equilibrio y así lograr mantener una vida sana más allá de los niveles de productividad.
