Transitar el cierre de año

El cierre de año se hace sentir. Es una época donde aumenta el estrés y el agotamiento emocional, producto de los cierres de los ciclos laborales, de los balances financieros y de los exámenes finales ya sea en términos de estudios o de trabajo. Por eso, es necesario tomar ciertas medidas para afrontar esta etapa de estrés y ayudar a nuestra salud mental.

¿Por qué, en esta época del año, las personas viven en un estrés casi permanente? Son muchos los motivos, entre ellos la presión autoimpuesta o externa para cerrar asuntos, la sensación de no haber cumplido las metas del año y una visión desmesurada de lo que significa “el año nuevo”. Todo esto contribuye a que nos sintamos más cansados y con mayor ansiedad, con deseo de que el tiempo pase y se termine el año.

Pero también hay algunas medidas que podemos tomar para lidiar con el estrés de fin de año, que nos ayudan a transitar este período con menor agotamiento físico y emocional. Organización, priorizar lo importante, delegar tareas, hacer ejercicio y descansar bien son algunos de los puntos más importantes.

Formas de afrontar el estrés de fin de año

La acumulación de obligaciones, el apuro por resolver cuestiones en poco tiempo y balances de todo tipo pueden generar frustración y aumentar el agotamiento emocional en esta ápoca. Todo se potencia en el cierre de año, por lo que hay ciertas medidas que ayudan a combatir el estrés y cuidar la salud mental. 

Priorizar lo importante

Lo que no se resolvió en 11 meses, no puede saldarse en 1. Por lo tanto, hay que fijar y priorizar metas alcanzables y no ir más allá. Querer abarcar todo se torna imposible y genera mucho estrés y cansancio. Poner el foco solo en aquellas metas basadas en el propósito global que se desea obtener en cada aspecto personal y profesional traerá un fin de año más descomprimido.

Para poder establecer prioridades, es necesario ser razonable. Entender que no se alcanzará realizar todo lo que se desea. Estableciendo un marco de equidad entre lo posible y lo realizable, puede uno hacerse cargo de lo importante y dejar el resto para otro momento. Así es como se evita una sobrecarga de tareas y se logra un mejor desempeño.

Pedir ayuda y delegar tareas

Otro problema de las personas que se sobre-exigen a fin de año es creer que pueden resolver todo solas. Pedir ayuda, incluso para establecer y priorizar los objetivos, es una buena metodología para no tener que cargar con todo el peso sobre los hombros. La ayuda puede venir de un socio o compañero de trabajo.

En esa dirección, delegar tareas también es importante. No querer hacer todo y orientar el tiempo y el trabajo hacia un determinado rol. Para ello es necesario contar con una buena organización y planificación, no solo del fin de año sino también de al menos los dos primeros meses del año siguiente.

Hacer un balance con fines de auto evaluación positiva

El fin de año es un momento de balance. A nivel personal y también profesional. Para evitar el estrés, es mejor centrarse en los aspectos positivos de ese balance. En valorar aquellas metas alcanzadas por sobre lo que aún no pudimos realizar. De nada sirve auto flagelarse por lo que no se pudo hacer.

Por supuesto que siempre van a existir cosas negativas o a mejorar. Pero una forma de resignificarlas es expresar y traer a consciencia lo que aprendiste en el proceso. Y de qué forma podrías hacerlo mejor la próxima vez. De esta manera podrás llevar mejor el maratón de fin de año y evitar el estrés extremo.

Además de todo lo mencionado, otra buena medida para combatir el estrés es la actividad física, ya que permite despejar la mente y renovar las energías. Y no hay que olvidarse de dedicarle el tiempo necesario al descanso y a la importancia de una buena alimentación.