Captar la atención de los reclutadores

La buena confección de un currículum puede marcar la diferencia entre conseguir o no una entrevista laboral. Y un ejemplo de CV limpio y profesional es al estilo Harvard. ¿De qué se trata y cuáles son sus características? ¿Cómo está estructurado y qué información profesional no puede faltar? Vamos a poner el foco en este tipo de currículum.

A nivel más general, un CV al estilo Harvard se enfoca en la claridad, relevancia y organización de la información, facilitando de esta manera a los reclutadores a encontrar rápidamente los datos clave del aspirante. De acuerdo a un estudio de The Ladders, los reclutadores solo tardan -en promedio- 7.4 segundos en revisar un currículum. Si en ese tiempo no dan con lo que buscan, pasan al siguiente.

Por lo tanto, la organización de la información es un aspecto clave para evitar que nuestro CV pase inadvertido. Y el estilo Harvard permite justamente eso. Un currículum profesional y atractivo, que capte la atención de los reclutadores.

La estructura de un currículum al estilo Harvard

Para armar un currículum que marque la diferencia entre conseguir o no la entrevista para ese trabajo que estás buscando, se deben seguir una serie de pasos. Los cuales vamos a repasar al detalle para tener esa estructura recomendada.

Encabezado

En esta parte del currículum debes colocar tu nombre completo, correo electrónico, número de teléfono de contacto y, si es posible, un enlace a tu perfil de LinkedIn. El diseño debe ser simple y no abrumar con demasiados gráficos.

Resumen profesional

A continuación, en un párrafo no demasiado extenso, coloca tu experiencia laboral y logros clave. Es importante, en este apartado, captar la atención del reclutador desde el comienzo. Destaca los lugares más importantes donde hayas estado trabajando y las tereas que realizaste.

Experiencia laboral

En este punto es muy importante colocar los trabajos en orden cronológico inverso. O sea, primero el último trabajo en donde estuviste y así hasta el más antiguo. Menciona tu cargo, la empresa, las fechas y tus logros específicos. Es importante usar datos cuantificables, porque eso les ayudará a los reclutadores a conocer tus logros específicos.

Educación

Aquí es donde debes colocar todos tus títulos académicos, instituciones y años de graduación. Agrega además los certificados relevantes, como títulos o diplomas. Todo lo que tenga que ver con tu formación profesional, para demostrarle al reclutador que estás capacitado para hacer la tarea requerida.

Habilidades

No solo hay que explicitar las capacidades técnicas, sino también las “soft skills” (habilidades blandas), alineadas con el puesto al que se aspira. ¿Cuáles son las habilidades blandas? Las que dan cuenta de la capacidad de una persona de adaptarse, de trabajar en equipo, de resolver diversos problemas y mantener un equilibrio laboral. Ética profesional, comunicación, negociación y empatía son algunas de las “soft skills”.

Sección adicional

Por último, puedes agregar un apartado final con algún extra o plus que tengas y que no haya quedado explícito en las partes anteriores de esta estructura de currículum al estilo Harvard. Como por ejemplo el manejo de algún idioma, publicaciones o colaboraciones que hayas hecho.

Los errores más comunes

Al momento de armar tu currículum al estilo Harvard, es necesario prestar atención a algunos errores que suelen repetirse y así, por supuesto, evitarlos. Uno de ellos es el exceso de información, ya que los reclutadores no necesitan toda tu trayectoria sino los aspectos más importantes y destacados de ella.

Por otra parte, el enfoque debe estar en el contenido y no en la inclusión excesiva de imágenes, gráficos o colores. Mantener el diseño ordenado es lo primordial. También busca siempre adaptar el CV al puesto para el que te postulas, ya que todos los trabajos son diferentes. Resalta las habilidades, estudios y experiencia previa que tenga que ver con ese puesto.

Por último, hay que prestar atención a los errores de ortografía o gramaticales y también a la exageración. El costo de mentir en un currículum puede ser, a largo plazo, más un dolor de cabeza que una solución. Tarde o temprano, las capacidades reales de un profesional salen a la luz.