En cualquier tipo de negocio, proyecto o camino, existe una alternancia entre buenos y malos momentos. Si, aún aquellos que desde afuera parecen perfectos, seguramente en algún pasaje de su recorrido han tenido que enfrentar situaciones incómodas o indeseables, a las cuáles se les tiene que hacer frente para poder mantenerse a flote.
Solo basta con conocer historias de éxito, como las tantas que hay en el apartado de Next Idea 4U, con entrevistas a grandes personalidades del ecosistema emprendedor, para darse cuenta que no siempre todo es color de rosas y que muchas veces lo que parece ser apenas un escollo, puede terminar derivando en una crisis.
En ese punto, cuando la situación se ha tornado crítica, es cuando todos las miradas apuntan al líder, ya que naturalmente es el responsable de mantener viva la llama, por lo que puede terminar siendo no solo un momento cúspide para el grupo de trabajo, sino definitorio en la construcción de ese líder.
La reacción inmediata ante la crisis es, muchas veces, perder los estribos y dejarse ganar por el momento y el problema o amenaza. Sin embargo, la primera medida de cualquier persona al frente de la gestión de equipos de trabajo, debería ser aferrarse a sus conocimientos, a las herramientas que lo han llevado a construir su perfil de liderazgo y poner la mente en frío.
Es peligroso, en tiempos de crisis, olvidarnos de las estrategias destinadas a fortalecer a los equipos que se comandan. Cuando la urgencia vence a tales estrategias y poco a poco se va dejando de lado la planificación, es entonces que la crisis se acrecenta.
Siguiendo e incorporando otros 9 hábitos y modos que se detallan a continuación, los periodos de crisis serán mucho más sencillos de controlar, en cualquier ámbito o estilo de negocio.
Generar un entorno colaborativo, así como un ambiente de trabajo saludable, aún cuando se trate de modalidad remota, es primordial. El hecho de apostar por una comunicación interna transversal y fluida, es decir que involucra a jefes, supervisores y trabajadores en igual manera, evitará la desconfianza entre las partes. Al abrir la comunicación además, todos los miembros del equipo pueden saberse escuchados e integrados en el día a día.
Si la incertidumbre se apodera del entorno, una condición que logrará combatir esa sensación, como ninguna otra, será el sentido de pertenencia. Fomentar que todos los empleados tengan puesta la camiseta del proyecto, negocio o compañía, permitirá que en momentos de crisis su compromiso sea superador. Para ello, es importante hacer llegar a los colaboradores la importancia de su función y el papel que juegan en el éxito colectivo. No siempre con palabras, a veces con acciones, recompensas, escucha activa y otras herramientas o buenas prácticas.
Retomando una de las ideas para destacar a un trabajador, mencionada en el párrafo anterior, una buena recompensa no tiene que ver necesariamente con el dinero o los beneficios tales como vacaciones, flexibilidad y demás. También se puede recompensar el trabajo de una persona dándole lugar, escuchándolo, valorando y reconociendo sus ideas.
Unido al punto anterior, el reconocimiento por un trabajo bien realizado es muy importante e impacta de lleno en la motivación de los miembros del equipo de trabajo. Comunicarse y ser empático como líder ayudará a sacar lo mejor de cada uno, para cuando toque el momento de enfrentar una crisis se logre plantarle cara a la misma. Es esencial que los líderes además dediquen un tiempo a los seguimiento de los empleados, no en forma de presión, sino para analizar de forma conjunta los posibles aspectos de mejora.
Siempre es importante ponderar el descanso, porque no hay peor consejera que una mente agotada. Sin embargo, cuando se trata de jornadas de trabajo en modalidad home office, se hace más complicado desconectarse y coordinar lo familiar con lo laboral. Los responsables de gestión de equipos entonces necesitan tener esto en cuenta para manejar la asignación y carga de tareas
Mantenerse actualizado, informado y en constante movimiento, es una necesidad imperiosa para cualquier cabeza de equipo. Una buena manera de hacerlo es con cápsulas de capacitación, que aportan información breve y de impacto para generar aprendizaje sobre temas centrales, muchos de ellos sobre la transición, los cambios y los modelos de liderazgo.
Proponer reuniones por fuera de los lugares comunes del ambiente laboral, es una buena manera de contener al equipo en una situación de crisis o incertidumbre. El objetivo es, en un espacio diseñado para soltarse, permitir justamente que cada uno exprese lo que siente.
Si el contexto no permite continuar con las tareas habituales, puede ser un buen momento para hacer una revisión de metas y objetivos. Ver las crisis como oportunidades y relanzar o renovar proyectos, así como apostar por nuevas ideas. Esto ayuda a darle una imagen positiva al futuro, dar una concepción de que la situación actual va a cambiar.
Al igual que el líder debe formarse, también deben hacerlo los integrantes de su equipo y una buena gestión por parte del responsable es asegurar que quienes están a su cargo reciban capacitación que los potencie, porque naturalmente eso potenciará el valor colectivo.
