Persuasión efectiva

El arte de persuadir: vender nuestras ideas con buenos argumentos

Con valores muy diferentes a los representados por la manipulación, la persuasión es una habilidad que permite lograr grandes resultados en el ámbito laboral. Conoce cuáles son las claves para explotar al máximo esta herramienta.
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El arte de persuadir: vender nuestras ideas con buenos argumentos

Generar confianza a partir de una sólida argumentación

Utilizada en múltiples contextos, la persuasión es una habilidad de la que, en diferentes medidas, todas las personas hacen uso. Sin embargo, en el marco de los negocios la misma toma un valor aún más grande por dos motivos fundamentales. Por una lado brinda una mayor efectividad en ventas, claro está, y por otro funciona como un gran recurso para crear conexiones más sólidas. Es decir, construir una red de personas motivadas a crecer.

A pesar de lo que muchas personas puedan llegar a creer, la persuasión no es un don mágico. Es decir, no es un atributo estático con el que se nace y se convive. La persuasión se desarrolla. No obstante, es necesario resaltar que existen determinados perfiles prósperos a manejar mejor esta herramienta. Estas personas usualmente poseen rasgos o condiciones de pensamiento creativo e imaginativo. En esta misma línea, aquellos perfiles empáticos y armónicos también pueden hacer uso de la persuasión de una forma más efectiva.

Teniendo en cuenta la importancia de generar confianza para llevar adelante una buena persuasión, existen algunas recomendaciones muy útiles para desarrollar al máximo esta habilidad. Las mismas forman parte del arte de la comunicación y resaltan cuáles son las posturas ideales a tomar. Asimismo, la tranquilidad se ubica en una posición central. Estar tranquilo permite tener un mejor control emocional para llevar adelante una argumentación creíble y confiable.

El error de confundir persuasión con manipulación

Hay múltiples caminos para lograr que una persona opte por una determinada decisión. Algunas estrategias, por ejemplo, buscan llegar al receptor a partir de la interpelación de experiencias, gustos y deseos. En este marco, no se debe confundir la acción de persuadir con la manipulación. Sus diferencias son notables tanto en el accionar como en los resultados. Mientras la persuasión considera al otro en este intercambio, la manipulación simplemente lo utiliza.

Todas las personas tienen los mismos derechos y deben ser respetadas, es una condición inherente a cualquier ser humano. En este sentido, cuando se menciona que la manipulación no considera al receptor, quiere decir que allí hay una búsqueda por conseguir los objetivos sin importar el perjuicio ajeno que ello pueda representar. En cambio, en la persuasión está presente la idea de que aquella acción o decisión también beneficia a la otra persona.

Por otro lado, pensando en los resultados que traen consigo estas dos estrategias, tarde o temprano la manipulación muestra lo que se esconde detrás del emisor. Revela el egoísmo e individualismo de un ser que elige pasar por encima de los sentimientos y las creencias de alguien entendido como inferior. A diferencia de esta práctica, la persuasión proporciona la información necesaria para que la otra persona pueda elegir en función de sus intereses.

Claves para llevar adelante una persuasión efectiva

Existen algunos ejes fundamentales para lograr una buena persuasión. Los mismos se basan en posturas y formas de comunicarse que permiten generar esa confianza deseada ¡Descúbrelos!

Conocer al interlocutor

No es necesario dialogar horas para descubrir los principales intereses de una persona. Llevando adelante una escucha activa y realizando las preguntas correctas, es posible conocer poco a poco cuál es el perfil de la a persuadir. A su vez, será el diálogo el medio para lograr aquella comodidad inicial. El mismo dará el marco para que se pueda realizar un intercambio efectivo y será el paso inicial para lograr el objetivo.

Priorizar la reciprocidad

Al hablar de reciprocidad se hace referencia a generar ese sentimiento de compromiso desde la persona hacia con uno. Por eso, para lograrlo es necesario dar. Llevando esta cuestión a un ejemplo puntual, se puede pensar en el marco de una venta. El hecho de ofrecer un café, dedicar tiempo y amabilidad, son diferentes acciones que crean esa sensación de compromiso en el otro. Este aspecto clave se puede pensar en diferentes contextos, sin embargo, lo importante es entender la necesidad de brindar algo para que la situación sea recíproca.

Demostrar seguridad sin ejercer presión

Evitando la prepotencia, mantener una postura convencida y segura genera altos niveles de confianza. Es decir, esbozar una argumentación precisa permite crear el marco ideal. Por eso, además de dejar a un lado la timidez, se recomienda evitar frases como “creo que” o “yo pienso que”. Por otro lado, mantener la calma y ahorrarse los comentarios impacientes trae buenos resultados, ya que usualmente la presión genera que la otra persona se ahuyente.

Lenguaje positivo

Tener noción de cuáles son los gestos faciales, movimientos de cuerpo, tono de voz, y demás aspectos es fundamental. A partir de estos será posible llevar adelante un lenguaje positivo y entusiasta clave para lograr el objetivo. A su vez, el contacto visual es otro aspecto a considerar. Mantener la vista en los ojos de la otra persona es una forma de interpelar y comprometer al otro. Una posición que además demuestra sinceridad.

Detectar el momento indicado para retirarse

A pesar de los motivos e intereses personales presentes, es necesario comprender cuándo es preciso dejar de insistir. En muchas ocasiones, dejar tiempo para la reflexión puede ser una herramienta muy útil. Cuando la urgencia y la reiteración ocupan el centro de la escena, la persuasión pierde efectividad. Por lo tanto, una vez que se esbozan las razones precisas y se lleva adelante una argumentación consistente, retirarse es una manera de reflejar la confianza en la propia propuesta.