Eliana Marto
Desde Argentina 
En un mundo tan acelerado como el que vivimos en el presente, períodos de apenas algunos años pueden significar enormes transformaciones y las realidades pueden cambiar rotundamente. Por eso, muchas veces las estadísticas, datos e indicadores deben revisarse tal vez más asiduamente que lo que se hacía anteriormente.
Las tendencias económicas, aunque obviamente mantienen y predicen consensos más o menos generales, también se van modificando y experimentan crecimientos o derrumbes exponenciales y veloces. Y en consecuencia, siempre es importante conocer y comprender cuál es la situación actual para mantenerse vigente y conectado con la coyuntura.
En este sentido, para empezar a hablar de gaming, existe un primer dato completamente determinante. Es Hernán Portugal, Founder y CEO de Xave World, quien lo expone: “El gaming se metió 100% en los mercados y en las operaciones comerciales. Pensando en la base, hoy solamente la industria del videojuego factura y produce más que el mercado de la música, el cine y el entretenimiento juntos”, afirma.
En relación a esto, un poco más de contexto completa la explicación: “El mercado del videojuego nació hace más de 20 años. Se fue haciendo muy fuerte, fue creciendo, desarrollándose y customizando en relación a las nuevas generaciones. Hoy los que comenzaron a jugar a los videojuegos son personas grandes. No me parece que llegamos al techo ni mucho menos, pero sí llegó a un punto de plena explosión”, describe Portugal.
En este proceso de crecimiento que comienza a filtrarse a esta industria en cada vez más aspectos en materia de negocios, vida corporativa, y porque no, del desarrollo de las sociedades en general, la pandemia tuvo un rol más que importante.
Hernán Hildebrandt Sanhueza, gamer y experto en organizaciones, esboza la siguiente interpretación al respecto: “En la pandemia lo que hicimos fue resguardarnos dentro de los videojuegos para poder mantener una conectividad entre las personas, más allá de divertirse en un juego en particular, se buscaba conectar con personas”, señala.
“La pandemia generó un cambio y una explosión respecto a la industria del videojuego de entretenimiento. Es ahí donde también vieron la oportunidad de poder conectar mundos y empezó a explotar lo que tiene que ver con el mundo corporativo”, completa Hildebrandt abriendo un interesante aspecto para la reflexión.
Pensando en los nuevos escenarios que surgen, conceptos como el de gaming corporativo llaman la atención por su novedad para quienes no se encuentran en tema y por su potencialidad una vez comprendidos.
“En el último tiempo el valor de los videojuegos ya trasciende al entretenimiento”, inicia esclareciendo Hildebrandt, y desarrolla: “Hoy en día existe un espacio en donde las corporaciones están viendo que el gaming puede ser un canal de comunicación entre las empresas, sus clientes, colaboradores, etc. Es una disrupción con respecto a ver el gaming de una forma distinta”.
A propósito, Portugal añade: “El gaming corporativo tiene que ver con un modelo de negocio, pudiendo generar ingresos a la empresa o como una acción de marketing. Esto es porque la gamificación no solo sirve para el uso sino también para lograr objetivos de marketing o posicionamiento. Llegamos a un target y le hablamos de la manera en que el target quiere que le hable”.
Tal vez el aspecto más llamativo e interesante que tiene que ver con este análisis, y que seguro da mucho margen para profundizar, tiene que ver con la posibilidad concreta de la implementación del gaming en casi todos los procesos de las organizaciones y, por qué no, de la vida en general.
Ensayando una breve pero concreta definición, Portugal indica: “La gamificación es la utilización para distintas herramientas de un uso de videojuego. El touchscreen, las distintas pantallas, la navegabilidad. Eso es todo gamificable. Mientras más gamificable sea es más friendly para el usuario, más adaptativo, de consumo más rápido”.
Yendo un paso más allá, Hildebrandt explica desde su visión el cambio de paradigma que esto significa, ya que lo que opera en la relación de las personas con los videojuegos es toda una forma de aprender, interactuar, entender y comunicar. “La gamificación es una forma distinta de hacer las cosas, viene a romper un paradigma más que ser una solución en particular. Los videojuegos juegan con nosotros, juegan en la forma en la que tú aprendes, lees, interactúas, pero sin decirte que lo hagas, que es lo que sí hacemos tradicionalmente en las organizaciones”, interpreta sobre este tema.
“Por eso esto es un puente para poder construir las organizaciones que necesitamos en el Siglo XXI”, continúa, “organizaciones mucho más humanas, centradas en la humanización de las personas. El videojuego aquí es un acelerador, una forma de poder hacerlo distinto”.
Uno de los ejemplos más concretos en lo que las lógicas del videojuego interceden y modifican procesos dentro de las organizaciones, se visualiza al analizar entrevistas de trabajo o momentos de reclutamiento: “En el reclutamiento se está viendo el mayor consumismo con este tipo de videojuegos porque te conecta bastante bien y permite seleccionar algunos candidatos solamente jugando”, confirma Hildebrandt.
Complementando esto último, ejemplifica: “Hay algunas soluciones que lo que hacen es hacer tipos de juegos en donde ponen diferentes escenarios. Eso ayuda a la empresa desde el punto de vista del reclutamiento a poder identificar ciertas cualidades, patrones y formas de pensamiento”.
Este primer y breve acercamiento a una temática gigante y atractiva, deja la pauta que el presente se encuentra ante un antes y un después. Por lo tanto, es evidente que si ponemos el foco en las cuestiones de empleabilidad y oportunidades de trabajo este fenómeno también opera de una manera transformadora.
Portugal, pensando en esto, asiente sin dudarlo: “La gamificación aborda indirectamente otras verticales y empezó a invadir otros segmentos de mercado, lo que permite que las oportunidades laborales crezcan. El creador del videojuego no solo produce para el videojuego, sino que produce usabilidad y también produce aplicaciones para cosas por fuera de un videojuego. Hoy hay oportunidades como nunca”.
Al hablar del presente de los videojuegos se torna obligatorio mencionar también su conexión con blockchain, ya que en este contacto es donde surge un poder realmente grande. “Blockchain nace posteriormente al mercado del videojuego pero acompañando un poco ese crecimiento y dándole la transparencia que otras generaciones no tenían sobre los videojuegos”, reflexiona Portugal.
“Los videojuegos sin blockchain no tendrían el poder comercial o de negocio que tienen ahora, serían solamente de usabilidad”, continúa describiendo, y agrega: “Entonces el blockchain le da el soporte que necesitaba el videojuego para invadir el mundo y gamificar absolutamente todas las experiencias que uno tiene en el día a día”.
A modo de conclusión, entonces, Portugal une lo recientemente mencionado con la cuestión de empleo y todo parece tener sentido: “Especialistas en comunicación, marketing, contadores, abogados, diseñadores, ilustradores, desarrolladores de otro tipo de producto, todas las profesiones del mundo tradicional se ven afectadas y se están especializando en videojuegos y en blockchain, esto las modifica a todas”, concluye.
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