En una época donde ciertos conceptos se ponen de moda y mucho se habla a veces con pocos argumentos, analizar estos temas desde un enfoque profesional y experimentado cobra suma relevancia. Los negocios digitales encuentran en el presente un contexto auspicioso, sin embargo eso no asegura en ningún aspecto que sea fácil desarrollarlos o incluso comprenderlos correctamente.
En este sentido, visualizar sus beneficios con precisión es el primer paso. Diego Ledesma, especialista en Bienestar Organizacional y Transformación Digital, lo entiende de esta manera: “Más que una oportunidad, hoy es una gran necesidad. Las fronteras ya no están regidas por cuestiones geográficas, sino más por valores, idiomas, aportes de servicios, y a partir de ahí podemos llegar a donde queramos de la manera que queramos y a la hora que elijamos. Desde ese lugar, la primera oportunidad que surge es la necesidad que ya existe”, afirma.
Al mismo tiempo, agrega un condimento importante por su magnitud: “Otro valor agregado es la cantidad de personas a las que podemos llegar y a la cantidad de personas que podemos impactar. Sobre los negocios tradicionales que son más en formato verticalistas, acá podemos hacerlo de forma horizontal y abrirnos a nuevos horizontes”, asegura Ledesma.
En este escenario de grandes oportunidades, la visión profesional visualiza también una cualidad niveladora en lo digital. A propósito, Manuel Caro, Consultor Experto en Marketing Digital, ilustra: “Siempre vi a internet como un gran ecualizador, un gran nivelador, te permite que todo el mundo arranque otra vez para estar otra vez pegado a tu competidor sin importar quien seas”.
Ampliando esta apreciación, Ledesma desarrolla: “Creo que lo digital lo que hizo es nivelar en un sentido, equiparar en otro y ampliar en otro sentido también. Lo digital vino para generar una nueva democracia donde hoy ya trasciende cualquier elemento social o cultural, abrió nuevas puertas en donde cada uno elige, decide en qué enfocarse y cómo desarrollarlo”.
Lógicamente la fórmula perfecta para el éxito no existe como tal, sin embargo aquellos que acumulan cierto conocimiento pueden establecer ciertos eslabones necesarios que garantizan al menos un orden provechoso de las acciones necesarias.
“Sobre el emprendedor que está empezando”, comienza explicando Ledesma, “en principio debe buscar un problema, mientras más grande y más específico mejor. Si miramos el contexto, hay problemas en todos lados, entonces es uno de los mejores momentos para emprender porque las necesidades están multiplicándose minuto a minuto”.
En segundo lugar, el argentino aconseja “pensar en algo que disfrute, algo que pudiera hacer el resto de su vida incluso sin ganar dinero”. En esta instancia, claro, surge un aspecto fundamental que se vincula con el espíritu del emprendedor: “El objetivo es conectar con el propósito y el sentido de para qué lo hacemos”, apunta.
En una siguiente instancia, Ledesma sugiere nunca bajar la guardia: “Lo tercero es estar en un modo beta, es decir, no creer que lo que hicimos ya funcionó. Siempre invito a repensar los modelos de negocios cada tres o seis meses para ver qué funcionó y que no. Eso nos da flexibilidad, adaptabilidad y nos da escalabilidad”, advierte.
“Por último probar, la mejor manera de darse cuenta de si lo que voy a hacer va a funcionar es haciéndolo y aprendiendo en el camino”, completa Ledesma con simpleza.
Ante una coyuntura que lo amerita, el deseo y la intención de muchos proyectos o compañías de digitalizarse encuentran escollos lógicos pero no imposibles de sortear. Con respecto a esto, la interesante mirada de Caro entiende dos momentos complementarios.
Iniciando por la primera, el consultor colombiano expresa: “Hay que empezar por afuera de la compañía, hay que ir, mirar y analizar nuevamente a su consumidor y comprador. Las empresas deben volverse expertos sobre sus consumidores, aquí siempre uso la frase de Uri Levine, el israelita fundador de Waze, ‘no te enamores de tus soluciones, enamórate de los problemas de tu consumidor’. La palabra clave aquí es ser un experto en problemas, en dolores”, indica con certeza.
A la hora de mirar hacia adentro, Caro detecta y diferencia lo que llama “las tres P de la transformación digital”. En este sentido, desarrolla: “Primero transforma a las personas, las capacitas, las instruyes y que traigan su digitalización a sus labores diarias y reconozcan que ya son digitales”.
“Luego debes transformar los procesos de toda la compañía o las áreas que desees, los agarras y tratas de buscar atajos gracias a recursos digitales”, explica, y continúa: “Después agarras esa colección de atajos y pasas a la tercera “P”, la de las plataformas digitales. Ahí tienes que invertir, se justifica, has hecho una evolución de tu cliente hasta el interior”, concluye Caro.
Algo por demás interesante y que puede pasarse de largo, tiene que ver con una transformación más en profundidad. De hecho, Ledesma así lo entiende: “Somos seres interpretativos, vemos la realidad a través de nuestras interpretaciones, por eso debo entender y cambiar mi manera de pensar para a partir de ahí poder ver qué recursos necesito para convertirme en una mejor herramienta. Para mí la mejor herramienta siempre somos nosotros”, asevera inteligentemente.
“A partir de eso cambiamos la forma de concebir el mundo, la forma de comprender desde el lugar de donde estamos haciendo y qué es lo que no estamos viendo. Por eso creo más que las respuestas, las preguntas son las llaves que abren otra mirada hacia la transformación digital”, asegura Ledesma.
Para Caro, así como las oportunidades son grandes en los negocios digitales, los desafíos también son considerables. A propósito de esto, para el colombiano “el primer problema es creer que esto va a funcionar a la velocidad del internet y no es así”.
Continuando con esta idea, desarrolla: “Esa desesperación y afán por vender rápido mata mucho el manejo de las expectativas. Lo que hay que preveer es el tiempo, tener mucha paciencia y estar pendientes para saltar de un lado a otro. Por eso, debes estar pendiente de cambiar y saltar, por más que algo te esté funcionando de forma paralela debes desarrollar planes alternativos de soluciones digitales o caminos digitales para ejecutar”, aconseja certeramente.
Finalmente, otro factor sumamente seductor de los negocios digitales se vincula con su omnipresencia. Ledesma, en este sentido, es realmente contundente: “Creo que el entorno digital es aplicable al 99% de lo que existe, seguramente tendríamos que ver en qué porcentaje es digital y en qué será hibrido. En definitiva, si hoy vamos a adquirir algo físico puntual lo hacemos a través de un medio digital, si vamos a consumir, consultar, generar una experiencia, ver ofertas, lo hacemos en lo digital”, concluye al respecto.
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