Función y metas de un mentor
Una guía, un escolta, apoyo, impulso, motivación. El mentor representa una gran cantidad de variables en la conformación de un emprendimiento y mismo en el crecimiento de una persona como emprendedor o empresario. Sin embargo, ¿Quiénes son y cómo funcionan estos individuos que alimentan a los emprendedores?
Marcela González, es una mujer que dedicó su vida a la enseñanza, por pasión y gusto, se convirtió en profesora de biologá y ciencias naturales, pero además consiguió un magister en educación y evaluación. “Me encanta enseñar”, confiesa, y agrega: “cuento con pilares de didáctica, pedagogía, comunicación, enseñanza y expertise en desarrollo de productos en un nicho específico como la educación”.
Los primeros en contactarla para ocupar el rol de mentora fueron de Imagine Lab, que pertenece a Microsoft, para guiar a startups que desarrollaban soluciones educativas. “En el fondo, el mentor, a diferencia de un consultor o asesor, se caracteriza por tener experiencia y no hablar desde la teoría, sino desde la práctica”, explica y agrega a ellos: “también es importante la red que hay detrás de un mentor, para facilitar contactos y maneras de desenvolverse. Así se genera un tejido social que es fundamental”.
“La mentoría es virtuosa siempre y cuando quien la recibe sepa aprovecharla”
La cita en este caso pertenece a Juanita Ochoa Castellanos, consultora en servicios de comunicación estratégica y manejo de crisis para empresas y gremios en Colombia y América Latina desde hace veinte años, parte del staff de mentores de Endeavor en ese país.
Es que, para Juanita, “el mentor es una figura de enseñanza e inspiración” y en su caso particular, “tener un mentor es algo que siempre he valorado en la vida”. Se reconoce afortunada por el hecho de haber tenido profesores y jefes que cumplieron esa figura en momentos determinantes de su formación y vida profesional, lo que la lleva a decir: ”ser pupilo de un mentor es también un rol que deben tener claro quienes quieren recibir buenos consejos”.
La definición de mentor para ella va en: “aquel que identifica el apetito del pupilo respecto de potencialidades o retos a superar. La gracia del buen mentor y su función está en el compromiso, la calidad y generosidad de su tiempo, así como en saber entrar en la escena y desvanecerse cuando el mentee ya anda solo”.
Convertirse en mentor
Las dos mujeres, aún con historias diferentes, proviniendo de esferas profesionales distintas, comparten el sentido de responsabilidad de traspasar conocimientos para formar a otra persona. Marcela durante 8 años obtuvo formación y sumó experiencia como gerente de producto, desarrollando soluciones educativas, enfocadas en innovación y tecnología, lo que como se decía antes, le abrió las puertas a este rol de mentora que cumple ya hace un tiempo.
Hoy en día, la mujer de nacionalidad Chilena, es CEO & Fundadora de Tu Aliada Externa y forma parte de Mentores de impacto, mentores por Chile, IACC, entre otros tantos programas de mentorías como la del Banco de Estado, incubadoras o aceleradoras también. Sin embargo, su historia comenzó publicando posteos y comentarios en redes sociales, en especial en Linkedin, que fueron tomando notoriedad.
¿Una profesora de biología dando clases de negocios a un empresario? Así es. “En las instituciones que generalmente hay un proceso más elaborado, por así decirlo, el mentee siempre tiene la opción de buscar y seleccionar a su mentor. Me ha pasado que muchas veces la organización ni siquiera abrió los procesos, pero los emprendedores ya buscan sus potenciales mentores, y al ser una persona activa en linkedin, recibo muchas propuestas y mensajes expresando que quisieran contar conmigo como mentora”, comenta.
Un gran compromiso: “Hay que tener ganas de enseñar”
“La mentoría llega a veces por accidente”, comienza relatando Juanita, quien cumple la función de Directora General en Modum I. “Puede pasar que el mentor se tope con un diamante en bruto, o que haya decidido hacer labor probono donando parte de su tiempo en esta causa. En cualquier caso, se requiere de gran compromiso entre las partes”, resume.
En la continuación del análisis, la profesional colombiana destaca: “de parte del mentor, la capacidad de inspirar y concretar en tareas o acciones que lleven al pupilo a implementarlas y, por supuesto, mucha responsabilidad de quien recibe la mentoría”. Ante la consulta de si existe algún requisito particular para volverse mentor o mentora, contesta: “Depende de la institución aliada, pero en esencia es lo mismo. En los muchos años que llevo ejerciendo el rol de mentora con emprendedores o empleados de mi plantilla o, incluso, jóvenes recién egresados que buscan encajar en el mundo laboral, siempre han estado presentes la inspiración, las ganas de aprender, la superación de retos o bloqueos específicos”.
Enalteciendo la pasión por sobre todas las cosas, Ochoa Castellanos describe su propia experiencia: “creo que he sido eficaz empoderando a las personas en la superación de necesidades puntuales de su quehacer personal y profesional. Eso como dice el lema publicitario ‘no tiene precio’, y es lo que nos motiva a sacar tiempo de donde no hay, para continuar ejerciendo este papel. En resumen, el mentor nace...”.
Metodología de mentoría
El mentor tiene un arduo trabajo por delante, ya que sus funciones navegan por distintos entramados y aspectos que muchas veces trascienden a su área de expertise. “Lo primero es una conversación inicial, conocer al emprendedor, la historia del emprendimiento, saber cuál será el desafío, en que etapa se encuentran”, estipula como prioridad Marcela.
De todas maneras, “contar la experiencia de uno, desde el lado del mentor, para saber si hay match, respecto a metodología, personalidad, intereses y la viabilidad de poder aportar al momento o proceso que estén realizando”, es algo vital según la magister chilena, quien también subraya: “La química entre mentor y mentee no puede faltar”. Una vez que se da el encuentro y el acuerdo entre mentor y mentee, le sigue: “plantearse objetivos, tanto generales como a corto plazo. Las sesiones pueden ser 6, 8 o 12, dependerá el caso”, afirma y deja un tip a la pasada: “luego de plantear objetivos, sugiero dejarlo asentado en una minuta, para establecer acuerdos, tareas y logros de la sesión”.
Personalización en el proceso
En la visión y en el recorrido de Juanita, “la metodología dependerá mucho de lo que establezca quién media en la relación entre el mentor y el pupilo”. Igualmente, asegura: “un emprendedor requiere mentoría uno a uno, muchas veces acorde a necesidades previamente identificadas por él o para él. Creo que la mentoría también se puede realizar en talleres para grupos pequeños, pero definitivamente requieren de cierto grado de focalización o personalización”.
Tiempos de trabajo: ¿Cuándo se da el alta?
La propia Juanita establece un buen paralelismo para graficar la duración de un proceso de mentoría: “Se parece mucho a la relación médico – paciente. A veces puede requerir reforzar, pero él éxito del mentor es saber soltar para que el pupilo ejerza solo y gane confianza por la vía de su capacidad de decisión, acción y desempeño. El pupilo por su parte, tiene que superar necesidades y falencias, algunas veces, es simplemente autoconfianza. La satisfacción de la relación está en ello”, detalla.
Con ese concepto acuerda Marcela, quien responde: “Cualquier mentor o mentora que trabaja con procesos de este tipo, tiene que tener un principio y un fin. No debe ser un trabajo continuo y permanente”. Asimismo, se explaya sobre la periodicidad: “Si no hay compromiso, no hay disciplina. No pueden pasar más de 15 dias sin verse mentor y mentee”.
El rédito de un mentor
Un mentor es sin dudas alguien bondadoso, que le da lugar en su rutina al hecho de potenciar a otros proyectos. Su mérito se engrandece, porque “no hay rédito económico”, como bien marca Juanita, quien antes hablaba de esa pasión y el compromiso que se requiere y ahora vuelve a ponerlo en claro: “eso sería arena de la consultoría o de los servicios profesionales. La mentoría está del lado de la filantropía y de la pedagogía. Al menos así lo veo yo”.
Por su parte, Marcela cierra también con un recuerdo que pinta perfectamente al rol de mentores y mentoras: “Más de una vez un mentee me dijo 'me iluminaste, me abriste la cabeza' y creo eso es lo más importante, la gran satisfacción”.