La convivencia de diferentes actores de un ecosistema en expansión e interacción
El ecosistema emprendedor contempla y reúne a diversos actores que se conjugan y complementan entre sí en busca de objetivos comunes y provechosos beneficios. Esta misma dinámica, justamente, provoca la sinergia que permite a este universo crecer día a día y tomar una relevancia cada vez mayor en las economías.
Actualmente, transitamos un fenómeno de expansión que tiene que ver en gran parte, cómo decíamos, con la suma de fuerzas e intereses que aumentan el capital disponible y la posibilidad de multiplicar ideas y propuestas.
Con el objetivo de comprender realmente quiénes son y cómo funcionan cada uno de estos actores, Next Idea 4U incursiona cotidianamente en los principales análisis sobre ellos. En este caso, el foco se posa en las aceleradores e incubadoras, instituciones y programas de muchísimo valor para emprendedores e inversionistas.
¿Qué son las incubadoras y aceleradoras de negocios?
Aunque en ediciones pasadas se ahondó sobre algunas concepciones básicas, la reflexión permite continuar y desemboca en aristas y voces más que interesantes. Por eso, surge la pregunta, ¿qué son las incubadoras y aceleradoras?
Julia Fisher, analista de inversión en Village Capital, comienza a esbozar una respuesta desde una perspectiva de ecosistema: “Las incubadoras y aceleradoras son todas redes para el emprendimiento, allí participan de distintas formas inversores, emprendedores de varios niveles y demás”.
Enseguida, con certeza, las define desde sus diferencias: “A grandes rasgos, las incubadoras son para emprendedores básicos que solo tienen una idea o un MVP, quizás no tienen clientes, usuarios e ingresos, pero tienen una idea y necesitan ayuda”, explica, y continúa: “Ya con más tracción, algunos ingresos y clientes, pueden aplicar a aceleradoras. Generalmente los emprendedores van a las aceleradoras cuando ya están como para levantar una ronda de financiación”, indica.
Principales diferencias
Camilo Silva Caviedes, CEO y Founder de Suplait, tiene en su carrera como emprendedor vastas experiencias en el tema con sus distintos proyectos. Desde su visión, claro, describe y profundiza entonces lo que para él son los rasgos más importantes en la diferenciación de unas y otras.
“Las incubadoras son instituciones, públicas o privadas, que toman a emprendedores en una etapa inicial y los ayudan a salir al mercado. Es algo externo que te maximiza y te ayuda a que puedas salir al mundo, te dicen qué errores no debes cometer y cómo validar las hipótesis para progresar de manera rápida y barata”, detalla.
Seguidamente, completa sus concepciones: “La aceleradora, en cambio, es una vez que ya tienes cierta tracción, cuando notas que te falta apretar el acelerador. Te permite moverte más rápido, las aceleradoras cuando tienes un producto validado en el mercado te van a ayudar a reducir las incertidumbres en base a la experiencia y redes que tengan. Puedes apretar el acelerador sin miedo, te acompañarán a que fluyas”.
Relevancia: un rol clave en un momento definitorio
Luego de entender mejor de qué se tratan estas instituciones y programas y en qué se diferencian, es propicio comprender su rol y el propósito por el que trabajan y existen como actores importantes.
En este sentido, Fisher es clara y contundente: “Son importantes porque ayudan a los emprendedores en una fase que escalan muchísimo o mueren. Es en esta primera fase que necesitan capital y fondo, no tienen tracción o ingresos propios. Acá las aceleradoras e incubadoras ven que hay potencial y oportunidad”, asegura.
Inversores y mentores
Para cualquier emprendedor contar con redes que le aporten valor y referentes de inspiración y guía es más que es importante. Son estos justamente quienes abren puertas, posibilitan la obtención de nuevos recursos y evitan tropiezos con virajes de rumbo a tiempo.
Entre las principales ventajas y beneficios de estas organizaciones se encuentran precisamente estos factores. “Lo bueno es que trabajan en red, ya sea con mentores o inversores. Siempre es difícil conseguir inversores y se facilita considerablemente cuando es algo más cercano, aquí es que estas distancias se achican y estos vínculos se crean, realmente estos programan son de mucha ayuda para esto”, destaca Fisher.
“Por el lado de los mentores”, continúa, “hay aceleradoras que son expertas en ciertas áreas y te ayudan mucho a crecer en algo particular, por eso a un emprendedor le aconsejaría que busque lo que necesite en cada momento”.
La experiencia con una institución de prestigio
Silva Caviedes es un emprendedor con recorrido y a lo largo de este ha acumulado valiosas experiencias. Entre ellas, sin dudas, lo ha marcado su paso por 500 Global: “A finales de 2017 fundé una startup de turismo llamada Etiner y en el 2019 fuimos acelerados por 500 Startups, quienes ahora solo aceptan startups con tracción pero en aquel momento hacían ciertas excepciones”, rememora el chileno.
“Nos dio muchas cosas pero principalmente orden, aunque uno puede tener mucha teoría el día a día te desordena y entonces lo urgente no deja ver lo importante. Nos ayudó a madurar como equipo, semana a semana íbamos compartiendo con nueve startups más con los mismos desafíos y problemas”, continúa relatando Silva Caviedes.
Finalmente, encontrando conexión con lo desarrollado por Fisher, el fundador de Suplait destaca: “Uno de los principales valores que nos aportó esa experiencia son las redes de contacto, ya que este programa tiene más de veinte unicornios a nivel global y más de cien startups. Nos abrió muchas redes, lo que reduce la posibilidad de fracaso. Maximiza la posibilidad de que te vaya bien”.
¿Qué tener en cuenta para postularse?
El proceso de postulación en este tipo de organizaciones no es para nada sencillo, mucho menos para aquellas con más prestigio que reciben numerosos candidatos. Sin embargo, en este punto, Fisher pone el foco en uno mismo y en el análisis previo: “Siempre aconsejo que debes priorizar saber bien donde postularte, saber de qué trata el programa y cuánto tiempo lleva y qué necesita de ti”, recomienda.
“Antes de postularte debes mirar bien la aceleradora”, insiste Fisher y continúa: “Puedes ponerte en contacto, entender mejor el programa, saber qué es importante para la aceleradora. Tus respuestas deben estar atravesadas por el lenguaje que las organizaciones usan, eso ayuda, y no cambiar tu empresa para ir a la aceleradora, intenta presentar qué es la empresa con el lenguaje de la aceleradora”.
Constancia y compromiso
En el mismo sentido, Silva Caviedes toma su postulación en 500 Global como referencia para extender buenos consejos: “Primero que nada, debes tener constancia. Nosotros, por ejemplo, nos postulamos tres veces durante un año y medio. Si no quedaste, quizás haya sido porque hubo otras startups en un mejor momento, pero eso no quiere decir que seas malo”.
En segundo orden, en una sintonía muy similar, destaca el compromiso: “A nosotros nos vieron comprometidos. Con el proyecto nos fuimos a viajar por Latinoamérica, con distintos rumbos mientras levantábamos el proyecto, la idea era atender la operadora turística en los destinos, salir a cenar y hablar con turistas. Les gustó entonces que el equipo esté full time. En etapa temprana se fijan en que el mercado sea grande, que esté en un buen timing y que el equipo esté predispuesto”, concluye Silva Caviedes.
Crecer y ser sostenible: objetivo primordial
Finalizando sus impresiones, Fisher aporta un último concepto que desprende una interesante y sincera apreciación personal sobre el fenómeno y el contexto. Y, además, corre un poco el foco de aceleradoras e incubadoras y lo pone en la propia empresa.
“Estas instituciones y programas son de mucha ayuda pero alcanzarlas no debe ser la meta en sí, el objetivo de tu empresa debe ser crecer y ser sostenible”, confirma con convicción. Consecuentemente, finaliza: “Antes que nada debes fijarte si hay mercado e identifica a los clientes, con diez mil personas que den de alta una versión beta no será suficiente para un inversor, debes traccionar para que los clientes paguen por tus servicios, eso es más importante que ir a los programas para levantar capital”.