Desarrollo sostenible

María Fernanda Pérez: "Latinoamérica apuesta por el emprendimiento de impacto"

La Directora de la Dimensión Económica de la AED pone el foco en nuestra región para un análisis revelador. Definiciones y reflexiones sobre desarrollo sostenible, emprendimientos de impacto y responsabilidad social.
Instituciones
María Fernanda Pérez:

Trabajar por las empresas sostenibles y el próspero desarrollo de la sociedad

La Alianza Empresarial para el Desarrollo (AED) es una organización sin fines de lucro que busca la sostenibilidad y competitividad del país, a través de la promoción de modelos de negocios responsables y sostenibles para empresas, con el propósito de contribuir a una sociedad próspera, inclusiva, digna y en armonía con el ambiente gracias a un sector empresarial consciente, articulado y comprometido.

Su Directora de la Dimensión Económica es, justamente, María Fernanda Pérez, una profesional con una carrera sólida y coherente que siempre, incluso antes de comenzar su camino, tuvo claro su objetivo: “siempre tuve en claro que quería trabajar con y para la gente”, afirma.

Formación, propósito y descubrimiento

Aunque el recorrido de Pérez nunca se desvió demasiado de sus más sinceros objetivos, hubo en el camino, lógicamente, hallazgos que fueron esclareciendo el sendero y conectando destinos. Su primer descubrimiento, de hecho, así lo relata: “Inicialmente estudié Sociología y cuando estaba terminando me pareció buena idea complementar la carrera con cursos de Administración. Ahí descubrí ese campo, antes llamado responsabilidad social, ahora relacionado al tema de conducta empresarial responsable”, rememora.

“Muy típico de mi carrera, empecé trabajando en temas de investigación y estadísticas”, cuenta Pérez, y continúa: “Luego una recomendación llevó a la otra, primero una profesora me recomendó con un investigador en psicología para un tema de análisis de políticas públicas de juventud, y de ahí casualmente me recomendaron a una socióloga que había vivido mucho en Chile y regresaba a Costa Rica para trabajar temas de sostenibilidad en AED”.

Ya en contacto con lo que sería su lugar y ámbito de desarrollo por muchos años, Pérez sintió que debía estar más preparada y descubrió así nuevas herramientas: “En ese camino, pensé que tenía que reforzar mis conocimientos empresariales, así que hice una maestría en administración de negocios y otra en desarrollo sostenible y responsabilidad corporativa, eso me dio las herramientas para hablar más el lenguaje empresarial”, asegura.

Cambio de época y de paradigmas

Desde su primer contacto con AED pasó más de una década por lo que, como es de esperarse, muchas concepciones y pensamientos fueron transformándose. Desde su experiencia, su trabajo y su participación en esa transición, Pérez aporta sus impresiones al respecto.

Cuando empecé a trabajar en AED en la parte que antes le llamábamos responsabilidad social, me di cuenta que era lo mío y me quería desarrollar en ese campo. Sin embargo, el tema ha evolucionado mucho con el tiempo. Al principio, muchas empresas creían que la responsabilidad social era un tema de caridad, luego, como hablábamos de sustentabilidad, creían que eran solo temas ambientales. Hoy nos encontramos algunos casos así pero muchos menos, ya las empresas tienen en claro que es una gestión de negocios integral entre los temas sociales, ambientales y de gobernanza”, explica con sobrado conocimiento.

La nueva generación de emprendedores

En relación a estas transformaciones, Pérez tiene una visión propia y bastante alentadora en cuanto al presente: Yo diría que hay un sentido social, ambiental y de ética, lo veo no solo en la generación de nuevos emprendedores sino también en las decisiones de compra e inversión que tomamos. Hay un movimiento muy interesante en el mundo y una apuesta en América Latina con el emprendimiento de impacto y la inversión”, asiente.

“Es lograr ese cruce entre un negocio rentable pero que además con su producto y servicio pueda satisfacer una necesidad de la gente o lograr un impacto positivo, intentar que haya menos residuos, menos contaminación, más ahorro energético o incluir a personas vulnerables en tu negocio o cadena de valor”, remarca Pérez con énfasis. Con respecto a ello, añade: Por nuestras características, en América Latina somos muy sensibles a esas vulnerabilidades, entonces hay que innovar y buscar soluciones a esas problemáticas que nos aquejan día a día”.

Identificar necesidades en nuestro contexto: la clave en un emprendimiento de impacto

Queda claro, según su enfoque, que el escenario está cambiando y en Latinoamérica cada vez ganan más relevancia aquellos emprendimientos que tienen en cuenta la sostenibilidad y persiguen un objetivo de impacto positivo para sus entornos. Ahora bien, ¿hay una receta para desarrollar este tipo de proyectos? “Yo creo que no, creo que tiene que ver con esa sensibilidad de saber qué está pasando en tu contexto”, responde Pérez con seguridad.

En torno a esto, sin embargo, la Directora de la Dimensión Económica de la Alianza Empresarial para el Desarrollo, destaca: “De todas formas tiene que ver con la cultura emprendedora y hay un movimiento a no dejar esto a la libre verdad, sino que sea orgánico. Existe una organización llamada Yo Emprendedor, que trabaja en conjunto con AED, que han liderado el tema de cultura emprendedora en el país y a eso nos referimos cuando hablamos de promover esas habilidades en temas de educación. Las habilidades de emprendimiento deberíamos poder desarrollarlas todas las personas, para que eso signifique pensar en identificar necesidades insatisfechas en nuestro contexto, problemáticas que podamos darle una solución”.

Reglas de oro para un emprendedor responsable

“Debe tener la capacidad de ver y ser sensible con el contexto en el que se desarrolla, entender qué le duele a la gente, qué necesita o qué desea potenciar”, puntualiza Pérez con sabiduría y deseo de que así sea.

En este contexto de cambio y encausamiento de un rumbo que comienza a poner ojo en las problemáticas de sustentabilidad, aquellos emprendedores que deseen insertarse deben tener en cuenta ciertos valores y capacidades necesarias. Si bien no existen reglas como tales, sí se deben desenvolver cualidades con un cierto grado de sensibilidad para aportar positivamente al fenómeno y no al revés.

Pasa mucho por la empatía y por reconocerse parte de un ecosistema siendo consciente de que no se puede solucionar todo solos, se deben buscar alianzas estratégicas, porque como se dice comúnmente ‘solos llegamos más rápidos pero juntos llegamos más lejos’. Al mismo tiempo, y a raíz de lo vivido en la pandemia, hay que pensar también a largo plazo, tomar decisiones hoy y movernos rápido pero sin dejar de pensar en el futuro, lo que decida hoy no tiene que comprometer mi negocio ni mi entorno a futuro”, advierte Pérez.

Desarrollo sostenible, ¿qué es?

Dando un paso atrás en el análisis, es necesario consolidar algunas definiciones con el objetivo de fortalecer incluso estos conceptos fundamentales. En este sentido, Pérez, hace un recorrido histórico: De manera teórica, el desarrollo sostenible está definido desde 1992 en la cumbre de Río y dice que es ‘satisfacer nuestras necesidades actuales sin comprometer las de las generaciones futuras’. Eso, sin embargo, puede ser muy romántico, porque por lo general lo pensamos a manera personal, familiar”, señala.

“Es necesario llevarlo a las empresas”, aclara Pérez, y desarrolla: Al final se trata de tener la capacidad de reconocer riesgos, cómo con cada decisión que tome no comprometo al ambiente, que riesgos pueden comprometer que mis negocios sigan. Esa es la habilidad, que nuestro negocio se adapte a los tiempos y a las expectativas y procure hacer su gestión de forma responsable”.

Con suficiente conocimiento de causa, Pérez además añade el próximo paso: Yo le agrego un poco más, creo que ahora no solo se trata de buscar no hacer daño, sino de intentar generar bienestar, de impactar positivamente”, impulsa.

Ejemplos que inspiran

Su experiencia y recorrido le permiten a Pérez validar y reconocer en el territorio muchas variables de este análisis a través de casos y proyectos concretos. En relación a esto, de manera ejemplificadora, menciona dos de ellos que pueden servir de inspiración.

“En los últimos días tuve contacto con una organización que se llama Impact Hub que tiene un emprendimiento de mujeres emprendedoras en las carreras STEAM, y quedé boquiabierta de ver muchachas en Costa Rica súper jóvenes con grandes proyectos en temas de salud, ambientales y demás. Estas mujeres con sus ideas por sacar adelante sus proyectos producen un efecto multiplicador en sus pares y en sus familias”, subraya.

Con un espíritu similar, recuerda otro ejemplo en relación a un proyecto de AED junto a Yo Emprendedor, la organización previamente mencionada, y el Ministerio de Educación Pública de Costa Rica: Estamos promoviendo la cultura emprendedora en los Liceos Rurales, que aquí son los colegios más alejados y de menos recursos. Trabajamos tres años junto a docentes y estudiantes, y fue una experiencia que me marcó. Desde el primer año, incluso sin que estuvieran aprobadas las guías de emprendimientos todavía, era tanta la sed de conocimiento que muchos profesores y profesoras tomaron consejos y recomendaciones para empezar a implementarlos. Eso sí es una regla de oro, no tienes que esperar a que esté todo ya hecho, debes ser proactivo, querer salirte de la caja”.

La Next Idea de María Fernanda Pérez

Fiel a las herramientas que la llevaron al lugar que hoy ocupa y a transitar las experiencias que la formaron y la siguen inspirando, Pérez solo piensa en continuar formándose: “Uno nunca termina de aprender, ese es mi espíritu. Quiero incorporar más y mejores herramientas para acompañar a emprendedores y emprendedoras, y también capacitarme en temas de gobernanza, porque se está moviendo mucho el tema de la buena gobernanza en todas las organizaciones”, afirma concluyendo.

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María Fernanda Pérez
Costa Rica desde Costa Rica

María Fernanda Pérez

Directora Dimensión Económica
Directora de la Dimensión Económica de Asociación Empresarial para el Desarrollo. MBA de INCAE, énfasis en: Finanzas y Economía, Desarrollo Sostenible. Licenciada en Sociología de la Universidad de Costa Rica y Máster en Desarrollo Sostenible y Responsabilidad Corporativa de la Escuela de Organización Industrial, EOI de España. Como Coordinadora de Gestión Empresarial en AED, supervisó los servicios de acompañamiento brindados a las más de 100 empresas asociadas, lideró el proceso centroamericano de creación de la herramienta de autoevaluación en Responsabilidad Social Empresarial para PYMES y representó a Costa Rica en el comité técnico de homologación de la herramienta IndiCARSE (Indicadores Centroamericanos de RSE) con la norma ISO 26000. También ha sido consultora local en proyectos de intervención en PYMES con organizaciones homólogas de la Red IntegraRSE en Centroamérica y BSR en Estados Unidos de América. Al finalizar el MBA se reincorporó a AED para asumir la Dirección de la Dimensión Económica.