La pandemia aceleró muchos de los cambios que se venían dando a nivel mundial y que involucraron a la tecnología y la digitalización de procesos. El trabajo cambió, los emprendimientos tomaron otra relevancia, las empresas debieron adaptarse y los individuos como tales también tuvieron la necesidad de adecuarse a nuevas insurgencias.
En definitiva, hubo un cambio profundo que puede resumirse en que los paradigmas y las prioridades, así como los modos y estilos de vida se han visto significativamente atravesados por situaciones que ya no parecen tener vuelta atrás.
La forma en que las personas se relacionaban con el dinero es una de esas tantas aristas de la vida cotidiana que se ha modificado. Han entrado en juego muchos actores que hasta el momento no eran tenidos en cuenta o incluso no existían.
Eso lleva, por supuesto, a que las inversiones y la forma de invertir se haya transformado en cierta manera, virando hacia un sentido mucho más digital y moderno. Así lo explica Gastón D'amico, diplomado en mercado de capitales y Presidente de Boston Asset Manager S.A: “el mundo cambió mucho en los últimos años, no solo a nivel inversiones, la pandemia fue un cambio radical en la forma de pensar y hacer de la gente lo que llegó directamente a las finanzas”.
El agente CNV (Comisión Nacional de Valores) 1135, en Argentina, explica: “a nivel inversiones específicamente se vio un gran cambio en la modernización y automatización de procesos, y un gran enfoque en la educación financiera. Creo que el mayor impacto fue en el dólar bolsa y los fondos money market donde mucha gente empezó a operar para combatir la inflación”.
Hay un factor que es necesario tener en cuenta al realizar un análisis de los cambios que se dieron y siguen dando en el último tiempo, aún en el ámbito financiero. Hablamos claro de los actores protagónicos e impulsores de muchas de las modificaciones, aquellos que reordenan las prioridades: los millennials y más todavía los centennials.
“El recambio generacional ligado a la facilidad de acceso a la información generó y genera una necesidad de que todo sea más rápido. Las nuevas generaciones buscan y quieren todo en el menor tiempo posible”, analiza Gastón sobre la fuerza que traen las camadas más jóvenes y la razón por la que provocan vuelcos a ideas, procesos y esquemas previos.
Además, ante la consulta de si en las inversiones se observan patrones distintos respecto a las decisiones de las nuevas generaciones, afirma: “si, en las inversiones se ve como los inversores más jóvenes asumen mayores riesgos, en búsqueda de mayores retornos que les permitan cumplir sus metas en menos tiempo. En su mayoría vemos cómo las antiguas estrategias conservadoras de renta fija pasaron a ser, en nuevas generaciones, de renta variable (acciones) y una gran participación en el mercado cripto”.
Lo digital es lo que marca tendencia, aún cuando el último año no ha sido el mejor, ya que las criptomonedas se han visto afectadas por distintos escándalos y operaciones que tuvieron a maltraer a muchos de los que apostaron a fondo por ellas. Sin embargo, parece ser el rumbo que las finanzas eligen de ahora en más, por facilidad y prácticidad, además de la condición de velocidad e inmediatez que de alguna forma cumplen y esa voragine tan propia de los jóvenes, tal como antes lo explicaba el experto en la materia.
De todos modos, eso no quiere decir que no existan otro tipo de modos de inversión para colocar el dinero con el que cada persona cuente. D’amico refiere: “hoy, sumado a los fondos Money market que lograron solucionar el inconveniente de las colocaciones a menos de 30 días, también vemos alternativas como las ON (obligaciones negociables) que se volvieron muy populares para invertir los dólares”.
En relación a las criptomonedas precisamente, suma y advierte: “en el mundo cripto surgieron miles de alternativas y oportunidades, pero es un mercado muy volátil en el que hay que actuar con cuidado”.
“Cada vez es más difícil invertir si solo se maneja efectivo, por regulaciones y cumplimientos normativos. De base, mi recomendación es que los ahorros en efectivo se guarden en moneda dura (dólares)”, menciona Gastón.
Quien preside Boston Asset Manager S.A, compañía que se dedica a brindar asesoramiento financiero en el mercado de capitales y criptomonedas, operando en Argentina y Estados Unidos, completa sobre esto: “después, una vez que se tengan los dólares, si bien no hay muchas alternativas para inversiones en efectivo existen fideicomisos y fondos que reciben estas inversiones”. Pero así y todo, al cerrar, aclara: "es bueno siempre asesorarse con gente de confianza, hay que tener cuidado con las estafas".
desde Argentina 
