Perdiendo el miedo a emprender
En el camino que lleva recorrido Mario Mora, logrando su consagración con FirstJob, la startup que acerca oportunidades laborales a los jóvenes, conectándolos con empresas a través de la tecnología, el primer gran paso se dio cuando perdió el miedo.
“Recuerdo que en el colegio tenía un amigo mayor, que vendía alfajores en las salas de clases, porque no nos dejaban salir, entonces él vendía en la sala donde éramos 45 personas y se hacía un dinero extra en la semana. Le pregunté cómo lo hacía y empecé a seguir esa idea y creo que ahí comenzó esa pérdida del miedo a las ventas, perder esa vergüenza que le da a mucha gente en el proceso de ir a buscar clientes”, relata Mario.
Luego, vendría la presidencia del centro de alumnos en uno de los colegios más grandes de Chile, con proyectos de ventas para generar ingresos. Allí tuvo sus primeras negociaciones con proveedores y contacto con el dinero, en sumas importantes para un chico de su edad. Ya en la universidad, reconoce: “no me veía emprendiendo, pero si estuve relacionado con varios temas de emprendimiento. Yo diría que recién en cuarto año decidí que quería emprender pero no sabía en qué y no sabía cuándo”.
El despertar emprendedor
En la visión de Mora, el hecho de emprender tiene base en una idea primordial: “creo que lo primero es entender que uno puede emprender”, expresa, y cuenta su propia experiencia: “inicié un proyecto con un amigo haciendo talleres de emprendimiento, de liderazgo, con chicos que estaban en la secundaria. Llegamos a capacitar más de 10 mil jóvenes en temas de habilidades blandas”.
La corriente los llevó a participar de proyectos del Ministerio de Educación de Chile, que a se vez los acercó a The Board, una organización que nuclea emprendedores, inversionistas, mentores y otros actores del ecosistema. “The Board , que al final no te da dinero, si te genera otra forma de avanzar”, comenta el CEO que ahora está radicado en España.
Inspiración
“Fuimos a un proyecto en el sur de Chile, generado a través de un emprendedor que se llamaba Jorge Pacheco. Esa persona me marcó mucho porque se trata de un emprendedor chileno que partió de la nada, siendo un pescador artesanal y que ni siquiera tenía traje para pescar, llegó a tener un patrimonio de un par de varios millones de dólares”, narra Mario.
Fue ese aprendizaje, el que le dio un impulso necesario para seguir creciendo: “cuando uno ve algo así, dice 'oye yo estoy teniendo la oportunidad de estudiar, de ir a la universidad, cómo no voy a ser capaz de generar algo si hay personas que literalmente sin nada han podido salir adelante'”, y rememora: “yo creo que ese fue un punto de inflexión en donde dije ‘bueno, esto se puede hacer, es posible’”.
Consolidación de la mano de FirstJob
Inspirado y convencido de que su camino estaba en el ecosistema emprendedor, Mario Mora fue por más, transformando aquellos talleres en una feria laboral primero, que funcionaba de manera presencial en la Universidad, y luego en una empresa como tal, con alcance nacional. “La idea siempre fue la misma, yo creo que hay algo muy poderoso que nosotros tenemos como emprendimiento y es que no hemos pivotado. El norte que tuvimos desde el día 1, de ser usuario y ser cliente es el mismo de ahora”, revela.
Sin embargo, ese proceso de transformación no fue soplar y hacer botella, sino que requirió de una estrategia más elaborada: “tuvimos que dejar de lado al inicio mucho ingreso porque no iban en línea con lo que nosotros queríamos hacer. Entonces, pospusimos muchas generaciones de ingresos, pensando en los procesos de escalabilidad”, explica
Además, había que encontrar el nicho exacto: “partimos con dos empresas y terminamos el tercer año con 25, en la feria, que pagaban de mil a dos mil dólares por estar ahí, más el stand.Tenía conocimiento de que había un presupuesto para eso, pero a la vez las mismas empresas que iban me decían ‘oye, súper bien lo de la feria, pero no me sirve porque es una vez al año’”, menciona y señala luego el punto de partido para FirstJob: “por el otro lado, los alumnos tampoco utilizaban frecuentemente Bumeran u otras plataformas de empleo, entonces me di cuenta que había un espacio donde podía conectar gente y lograr una diferenciación”.
¿Qué es FirstJob?
Para responder la pregunta, lo primero a lo que hace referencia Mario es a la relevancia que tiene la startup en su vida: “se está convirtiendo en mi hijo, tiene 10 años ya”, esboza con una sonrisa, y luego define: “el propósito lo tiene súper claro, buscamos mejorar la calidad de vida de los jóvenes en el trabajo, queremos hacernos cargo de ese tema y para eso comenzamos inicialmente con una plataforma de empleo enfocada en jóvenes profesionales, donde solamente se anunciaban empleos para personas sin experiencia”.
Por supuesto que el producto y servicio inicial fue evolucionando y así lo refleja su fundador: “en los años posteriores comenzamos a enfocarnos fuertemente en evaluar las condiciones que tienen las empresas para sus jóvenes y tenemos dos diferentes estudios, algo que ha permitido también amplificar nuestra ambición”.
El estudio Employers for Youth, le significó a FirstJob una expansión internacional, ya que fue creado a través las respuestas de jóvenes en 15 países de Latinoamérica, con la participación de más de mil empresas, muchas consideradas como las mejores para el talento joven. “Al evaluar a las empresas y hacerlas competir por tener mejores condiciones para los jóvenes, evidentemente se mejora a nivel general en todas las compañías, porque elevamos hacia arriba los estándares que hoy día están generando en las organizaciones”, afirma Mora.
De qué va el éxito
“Esto es muy personal, pero para mí el éxito significa tener el dinero para pagar los sueldos al día y creo que uno no puede ser exitoso a costa de la gente”, resalta como primera medida el emprendedor chileno, Luego, amplía y muestra un costado de las startups que no todos se animan a mostrar: “cuando uno emprende corre ciertos riesgos monetarios y no monetarios, como dueño básicamente estás generando un sostén y uno siempre busca el crecimiento pero se convive con aciertos y errores, por eso para nosotros lo más gratificante es tener muchos meses de no atrasarnos con los sueldos, porque hubo un tiempo que si nos atrasamos hasta con nosotros mismos".
De manera colectiva, también destaca: “podría considerarse exitoso, si lo pienso como un negocio que lleva 10 años y que pasamos la barrera de los 5 años donde muere el 80% de los emprendimientos y ya estamos pasando otra posta donde suelen caerse el 90%”.
Sin embargo, en cuanto a si se ve como alguien exitoso en lo personal, responde: “nosotros tenemos un plan estratégico al 2025 y es parte de lo que venimos día a día desarrollando y construyendo. Yo creo que hasta que no lo logre no me voy a considerar exitoso”. Y a continuación, también reflexiona sobre este concepto del éxito a nivel startup o negocios: “creo que finalmente es una percepción que tiene cada uno, pero sin lugar a dudas hay una mala percepción del éxito, porque la gente entiende que ser exitoso es aparecer en la lista de Forbes o en una entrevista en un diario y realmente eso no conlleva ningún valor, pero para gente que recién comienza puede parecer que ahí está el éxito”.
Devolver conocimiento
En la actualidad, Mario ha tomado el rol de mentor también, estando presente en los programas de emprendimiento más importantes de Chile (Leé sobre Endeavor Chile y Startup Chile) -: “creo que todos recibimos ayuda al inicio, que puede haber sido con mayor o menor impacto, pero todos los emprendedores tuvimos esa amabilidad de otros emprendedores o ejecutivos de empresas, para poder orientar algunas decisiones”.
Asimismo, destaca: “en la mayoría de los emprendimientos lo clave probablemente no es el día a día, sino cómo uno analiza la decisión y cómo toma esa decisión en base a la información que tiene y muchas veces uno peca de no pedir ayuda, de no escuchar”.
Las enseñanzas y vivencias que traspasa a otros, no solo es una forma de devolver el conocimiento que recibió en su momento, el que lo ayudó a construir los 10 años en vigencia de FirstJob, a ser la primera startup en Latinoamérica en implementar una semana laboral de 4 días, entre otras cosas. Para Mora, también se trata de una pasión: “me gusta y es mi hobby, me preguntan qué hago en mi tiempo libre y la verdad es que yo leo emprendimientos, me junto con emprendedores, me gusta ayudar, a soñar o poder generar una estrategia, es algo que valoro mucho”.
El futuro de Mario Mora y FirstJob
Lo que viene para el protagonista de una de las historias de emprendimiento con más resonancia en la región, es continuar en ascenso: “tenemos un desafío que es muy potente, queremos para el 2025 estar con clientes en 60 países, hoy día estamos en 16 y hace 3 años estábamos en 5”, explicita.
“Es algo que venimos trabajando hace tiempo. Tenemos una meta y mi desafío personal es poder delegar. Somos 64 personas, a principio de año éramos 37 y evidentemente hay un proceso de transformación de ser un CEO mayormente operativo, muy involucrado en el negocio, a uno mucho más estratégico”, sentencia.