El desafío de distinguirse frente a la competencia
Esa satisfacción que genera probar un producto y que el mismo resulte útil, práctico y fácil de usar es el deseo de muchos. En la actualidad, años en donde la competitividad alcanza niveles sumamente altos, innovar resulta una necesidad. Cualquier empresa con experiencia o emprendedor que recién comienza a dar sus primeros pasos requiere de esa invención que, no solo solucione un problema, sino también destaque frente al resto por sus cualidades. Ahora bien, ¿cómo se alcanza ese objetivo?
Como primera medida es necesario resaltar que idear, desarrollar y lanzar un producto innovador representa un proceso. Esto quiere decir que no es algo que ocurre de la noche a la mañana, ni tampoco se prende una lámpara y todo queda solucionado. Por lo tanto, existen diferentes fases que permiten estimular la creatividad, llevar adelante un buen análisis del mercado y realizar las evaluaciones correspondientes de ese producto. Cabe destacar aquí que, si bien en muchas ocasiones será utilizado el término “producto”, el mismo también puede entenderse como “servicio”. El motivo de esta elipsis radica en agilizar la lectura.
Continuando en esta misma línea, si bien estas fases de desarrollo serán profundizadas en las próximas líneas, las mismas pueden ser entendidas en 5 pasos. Los primeros pasos estarán dedicados principalmente a un análisis del mercado y al entorno competitivo, así como también a las necesidades de los potenciales clientes. Mientras que por otro lado están aquellas etapas en donde se trabaja el desarrollo del producto y se realizan las pruebas correspondientes. A su vez, hay que resaltar que estas instancias no son totalmente rígidas, su orden puede variar en algunos casos y por lo tanto el proceso no es totalmente lineal.
Qué elementos debe tener un producto para ser innovador
Si el objetivo es crear un producto innovador, primero es necesario conocer qué es precisamente un producto innovador. Es por eso que existen algunas características fundamentales que deben estar presentes si se busca alcanzar este objetivo. En este sentido, este producto debe responder a un segmento del mercado. Es decir, satisfacer unas ciertas necesidades para que el mismo se vuelva importante para los consumidores.
Por otro lado, debe contar con ciertas cualidades que lo diferencien de la competencia. Un producto innovador debe presentar ventajas en relación a lo que ya se conoce dentro del mercado, por lo tanto debería tener mayores beneficios en relación a lo demás. Acerca de estos beneficios, los mismos deben ser fáciles de entender para el público. De qué sirve contar con cualidades diferenciadoras si no pueden ser percibidas. Ligado a esto, también debe ser simple de probar para que las personas lo puedan constatar fácilmente.
Finalmente, y si bien es un aspecto que debe darse en todos los casos, un producto innovador también debe contar con un marco legal en regla. Ya sean los permisos para su comercialización y su uso, así como también todo aquello relacionado al registro de patentes y marca deben estar en orden.
Los 5 pasos claves para alcanzar la innovación
El correcto desarrollo de cada una de las etapas es fundamental para dar con aquel producto deseado. Es en este marco que Lauren Kressler, experta en investigación de mercados con más de 20 años en el rubro, destaca las principales características de estos cinco pasos.
Analizar y comprender el mercado
En primera instancia resulta necesario hacer una revisión general de los posibles espacios de desarrollo y oportunidades. De esta manera, existen algunas preguntas acerca de cuáles son los problemas de las personas y cuáles son sus necesidades que pueden servir mucho. De esta manera, observando cuáles son las soluciones para esos casos y analizando probables mejoras, posiblemente surjan interesantes ideas.
Pensar y trabajar ideas
Luego de aquella revisión del mercado llega el momento de dejar fluir al lado creativo. Con toda aquella información, organizar una lluvia de ideas puede ser una gran herramienta. Nunca olvides dejar registro de todas aquellas conclusiones, ya que cada detalle puede ser útil.
A su vez, para poder descartar aquellas ideas que quizás no tienen futuro es necesario realizar algunas preguntas. Pensar si ese concepto es creíble, por ejemplo, o si se traduce de forma directa a lo que busca el consumidor. De esta manera, también pueden surgir nuevas propuestas alternativas en base a aquellas primeras.
Desarrollar el producto o servicio
Cuando ya fue escogida y verificada una idea, es necesario darle forma al nuevo desarrollo. Si bien el mismo puede ser un concepto, producto o servicio, lo importante aquí es que resulte original y sea diferenciador. De esa manera será interesante para el mercado y se podrán obtener buenos resultados.
Realizar una evaluación
Cuando todas las etapas previas están listas, comienzan las pruebas de ese producto o servicio. Esta es una forma de evaluar si realmente resulta atractivo, si es tan práctico como parecía al desarrollarlo y si sus funciones pueden ser comunicadas con claridad. De esta manera, la recolección de los resultados correspondientes serán claves para analizar la situación de ese desarrollo. A su vez, permitirán verificar si es necesario realizar modificaciones o ajustar algunos aspectos del mismo.
Lanzarlo
Finalmente, y luego de llevar adelante las evaluaciones correspondientes es momento de la divulgación. Una instancia final que debe ser planificada previamente para disminuir el margen de error en su mayor medida posible. A través de la misma también será posible determinar por completo cómo es recibido ese producto o servicio en el mercado. Además, también quedará resaltada la forma en la que el mismo interactúa con la competencia.