Por cuestiones de necesidad o simplemente por interés, muchas personas deciden buscar un empleo adicional para tener una mayor cantidad de ingresos. Sin bien esta alternativa no resulta posible para cualquier puesto de trabajo, cada vez es más común observar esta decisión. En otros aspectos, muchos de estos profesionales entienden que actualmente depender de una sola organización o empresa puede ser riesgoso. Es decir, si bien es verdad que un solo empleo garantiza gran comodidad, cuando la dependencia está anclada en un solo lugar las probabilidades de perderlo todo ante un infortunio aumentan.
En esta misma línea, es una realidad que esta tendencia del multiempleo o pluriempleo debe ser comprendida y gestionada de una cierta manera para sacarle el mayor rédito. Dejarse llevar por la marea y lanzarse a intentarlo puede ser peligroso si no se evalúan diferentes factores. A modo de ejemplo, cuestiones como puede ser el traslado o los viajes de trabajo deben ser un punto a considerar. Es por eso que, en caso de que el empleo sea remoto las comodidades serán mayores. En este sentido, aunque pueda derivar en un análisis un poco más profundo, no es ninguna novedad mencionar que el estilo de vida y adaptación de un trabajador centennial no es la misma que el de generaciones anteriores.
Analizar y planificar cada decisión es una postura necesaria cuando se evalúa dar un nuevo paso a nivel laboral. Es por eso que tener más de un trabajo representa grandes modificaciones en el estilo de vida y horarios correspondientes. A su vez, el Estatuto de los Trabajadores indica que no se puede trabajar más de ocho horas al día en un empleo. No obstante, no existe tal tope legal si los trabajos son diferentes. Es decir, las horas de los mismos no se suman.
En esta misma línea, también se hace presente la necesidad de comunicar esta situación. Los trabajadores, así como también las empresas, usualmente deben dejar en claro estos casos en donde se tiene más de un empleo. Por otro lado, la realidad es que, a menos que sea indicado o exista alguna cláusula presente en el contrato, en la mayoría de los países no resulta una obligación fiscal dejar sentado este aspecto. Por lo tanto, los trabajadores tienen la potestad de optar por ello.
En otros aspectos, dependiendo del país de residencia, existe una base máxima establecida respecto a la cotización que no puede ser excedida. Lo mismo ocurre con la base mínima. A su vez, y siendo una frecuente confusión, el pluriempleo no es lo mismo que la pluriactividad. Si bien los dos casos tratan de aquellas instancias en donde una persona presta servicios profesionales a más de una empresa, la diferencia radica en el Régimen general de la Seguridad Social. En el pluriempleo el profesional trabaja bajo un mismo Régimen de la Seguridad Social, mientras que en la pluriactividad el mismo debe dar el alta en dos regímenes diferentes de la Seguridad Social.
Cuando un profesional decide tener más de un empleo, el panorama laboral se modifica notoriamente y se presentan nuevos escenarios. Descubre qué impactos positivos tiene esta realidad.
Si bien es una cuestión un tanto evidente, como primera instancia hay que resaltar la retribución de optar por tener más de un trabajo. La fuente de ingresos aumentará y por lo tanto se podrá alcanzar una mejor comodidad a nivel financiero.
Además de lograr un crecimiento personal notable, aprendiendo a gestionar nuevos horarios y cumplir con las responsabilidades correspondientes el nivel curricular aumentará. De esta manera se podrá lograr una diferencia en relación a aquellos otros trabajadores que trabajan en una sola empresa.
Puede que en muchas ocasiones el hecho de conocer y tratar con nuevos compañeros, jefes y clientes sea un asunto que no se valore tanto. Sin embargo, mientras mayor sea la red profesional de contactos mayores también serán las oportunidades. Por lo tanto, además de las experiencias y los conocimientos, este es otro gran beneficio del multiempleo.
Con un notable impacto positivo en las prestaciones por desempleo y jubilación, el pluriempleo también representa una mayor cotización de dinero respecto a la Seguridad Social. De esta manera, en caso de que un trabajador pluriempleado pierda uno de sus trabajos podrá cobrar la prestación por desempleo. No obstante, esto dependerá de que el otro trabajo no sea de jornada completa.
Finalmente, todo tiene su lado bueno y su lado malo. Es por eso que dentro de aquella otra cara se pueden mencionar problemas como la falta de tiempo libre. Puede que gestionar los horarios en relación a la vida personal y laboral se vuelva una tarea más difícil. Así mismo, la carga impositiva también será mayor por tener más de un empleo. Por último, el desgaste físico y mental será otra de las consecuencias de esta realidad. Es por eso que, antes de decidir tomar este camino, deben ser evaluados las anteriores aristas para lanzarse convencido y con toda la energía positiva.
