Los desarrollos tecnológicos y una nueva cultura de la seguridad
Así como han evolucionado y avanzado los recursos tecnológicos en las diferentes áreas laborales, también lo han hecho los ataques que ponen en peligro las redes y los sistemas informáticos. Con múltiples beneficios y facilitando una gran cantidad de tareas, la transformación digital ya es una realidad. Es por eso que resulta necesario comenzar a comprender la importancia de la ciberseguridad en todos sus aspectos. Este como un paso necesario para poder garantizar un marco de protección integral.
En esta línea, cuando se habla de aumentar la seguridad digital se suelen presentar grandes interrogantes, y más aún a aquellos profesionales que no cuentan con la capacitación sobre el tema. Y es normal, ya que es un asunto que evoluciona y aún se presenta como novedad. Es por eso que, como primera medida, hay que resaltar la necesidad de una transformación en dos sectores claves: en los procesos técnicos y en la capacitación organizativa.
De esta manera, existen diferentes mecanismos para alcanzar la protección necesaria de los datos y sistemas. A partir de los mismos es posible anticiparse a estas amenazas. Es decir, no reaccionar o actuar luego de identificar una de ellas, sino contar con una arquitectura que garantice tal seguridad desde un primer momento. En este sentido, existen enfoques de protección como la “Zero Trust”. Una variante que verifica todo tipo de interacciones para evitar preventivamente cualquier peligro.
¿Cómo se alcanza la concientización sobre la ciberseguridad?
La capacitación acerca de la ciberseguridad es uno de los pasos claves cuando se busca lograr una protección integral. No es una casualidad que muchos estudios afirman que el nivel más vulnerable respecto a los ataques resulta precisamente el de los empleados. Es por eso que la formación y el conocimiento debe estar a disposición de todos. Poder comprender que la seguridad es responsabilidad de cada uno de los integrantes de un equipo es una instancia fundamental para poder combatir cualquier amenaza cibernética presente.
Actualmente existe una gran cantidad de elementos que permiten automatizar aquellas instancias de seguridad. Por lo tanto, cada vez es posible reducir aún más la intervención manual y ahorrarse gastos innecesarios. En esta línea, cuando se habla de seguridad, y más aún digital, dejar correr el tiempo sin actuar puede ser peligroso. De esta manera, fomentar la capacitación, generar confianza y tomarse el tiempo necesario para asegurarse de una buena administración de los riesgos, es el futuro del trabajo.
¿Qué es la “Zero Trust” y por qué es tan reconocida?
Proteger los datos y los procesos de una organización es una tarea que requiere de una arquitectura segura y de confianza. Es en este marco que hace aproximadamente unos diez años se comenzó a hablar de una solución ante los ciberataques. Este es el enfoque Zero Trust y, como lo dice su traducción al español, hace alusión a la cero confianza. Cada vez más aceptada a nivel mundial, esta tecnología trabaja a partir de una total verificación de todas las interacciones del sistema. Esto quiere decir que se toma un minucioso recaudo respecto a cualquier usuario o tarea a realizar sin presuponer confiabilidad.
El aumento de accesibilidad a la red para usuarios a través de dispositivos propios representó nuevos perímetros borrosos. Es por eso que esta metodología denominada Zero Trust también viene acompañada de una segmentación. Se analizan los roles tanto como las necesidades para poder llevar adelante una división precisa. Esta modificación facilita la identificación de los dispositivos y los recursos que pertenecen a la organización. De esta manera al delimitar el acceso es posible tener un mayor control de los bienes.
En este sentido, la función precisamente de esta arquitectura llamada Zero Trust es crear un microperímetro virtual alrededor de cada interacción. Por lo tanto, la autenticación se vuelve un paso necesario y recurrente, por lo que un atacante ya no puede vulnerar fácilmente el sistema y así los datos están protegidos. En síntesis, es posible otorgarle confianza a los empleados y a los clientes de la organización, ya que el riesgo disminuye notablemente.
Resiliencia cibernética y una base de confianza necesaria
Por último, a pesar de todas las medidas tomadas para evitar las amenazas, contar con la posibilidad de recuperar los datos ante cualquier ciberataque es un punto fundamental. Lamentablemente el riesgo siempre está presente sin importar el sistema de seguridad, es por eso que un plan de recuperación reduce el impacto del ataque y permite reanudar rápidamente las operaciones.
En este sentido, las alternativas para cubrir este asunto son múltiples. Para aquellas organizaciones que deciden administrar su protección, seguridad y recuperación de datos, hay una interesante serie de productos y dispositivos a la altura de tal responsabilidad. Por otro lado, también existen servicios de recuperación cibernética que trabajan con las bóvedas de datos. Este segundo camino puede abaratar costos y además reduce la carga de trabajo del equipo dedicado al tema.